domingo, 29 de septiembre de 2024

LA VELILLA DE VALDORÉ - CORNIERO - LA VELILLA DE VALDORÉ (Circular Sierra de Los Caleros) 21-09-24

 


 1ª TRAVESÍA “LA VELILLA DE VALDORÉ – COLLADO VILLARENTE - CORNIERO - ERMITA DE SAN JUAN – COLLADO DE AVIAU - LA VELILLA DE VALDORÉ”.


21-09-24         (Sábado)

El último día de verano, pero con el tiempo ya un tanto revuelto, nos hemos ido hasta la cuenca del Esla para recorrer una sencilla, pero interesante ruta. La misma nos llevó desde La Velilla de Valdoré hasta Corniero y regreso al primero rodeando por completo la sierra de Los Caleros a través de cuatro valles. Adelanto que la climatología, aunque sí estuvo algo revuelta, fue mucho más benévola de los que se anunciaba en un principio, dejándonos disfrutar en mayor parte de la jornada.
14º C marcaban los termómetros exteriores cuando salí de casa a las 8:05 horas para recoger al resto de compañeros que participaban, José Luis, Juan y Silvano. Con los cielos encapotados salimos de León por la N-621, o Carretera de Santander, hacia Barrio de Nuestra señora donde enlazamos con la comarcal que se dirige hacia Boñar. En los valles se acumulaban algunas nieblas que iban ascendiendo, aunque se mantenía nublado.
Llegamos a Boñar a las 9:10 horas e hicimos una parada para tomar café y yo aproveché para comprar pan. Retomamos el viaje para cruzar por el valle de Sabero hacia el del Esla algo por encima de Cistierna. Avanzamos por la N-625 de nuevo al Norte algunos kilómetros más para desviarnos en Valdoré hacia La Velilla de Valdoré, pueblo al que llegamos cuando eran las 9:55 horas. 12º C marcaba el termómetro de la furgoneta.
Aparcamos en una plaza a la entrada del pueblo, y cerca de la iglesia, en la que había una fuente con la figura de un ciervo, o similar, coronándola. Nos preparamos para la ruta allí mismo y a las 10:15 horas iniciamos la marcha a una altitud de 1036 metros. Por las calles recién asfaltadas, entre viviendas y otras edificaciones mayormente de piedra, cruzamos el pueblo para salir del mismo por un ancho camino que se internaba en el valle por el que bajaba el arroyo de Prida. Enseguida vimos las primeras señales de una ruta marcada para bicicletas de montaña que recorría esos valles.
Apenas habíamos caminado medio kilómetro cuando el camino se bifurcaba en dos ramales. Mientras que uno continuaba por ese valle de Prida, otro se desviaba por la derecha hacia el del arroyo de Las Cortinas por el cual volveríamos. Entre medias de ambos, y los que caían hacia la otra vertiente, se emplaza la sierra de Los Caleros que íbamos a rodear. El de Prida, por el que nosotros teníamos que seguir, se encaminaba hacia el Noroeste entre praderías, arboleda y arbustos varios. En las laderas del mismo, además de algunos hayedos, también aparecían grandes formaciones calizas. El camino se elevaba sobre el fondo del valle que se encajonaba más abajo. Las nieblas cubrían buena parte de las zonas altas de esas faldas. Fue en esas laderas donde de vez en cuando escuchamos el sonido característico de esta época, la berrea de los ciervos.
Llegamos a un puente sobre el cauce de este arroyo de Prida que cruzamos para dejarlo ahora a nuestra izquierda. Ganamos altura muy suavemente por esta margen del arroyo, que en algunos tramos se encajonaba algo entre la caliza, hasta que llegamos a la confluencia con otro valle lateral al Nordeste. Pues bien, el camino seguía de frente, por el valle principal, mientras que nosotros teníamos que desviarnos al secundario. Nos despistamos un poco del track del GPS y avanzamos unos metros antes de darnos cuenta de que había que coger un sendero que se internaba en dicha vaguada lateral. En ese punto estábamos a 1155 metros de altitud y habiendo hecho 1,900 km. Eran las 10:50 horas.
Atajamos entonces por las praderas cruzando un pequeño murete de piedras hasta encontrar esa senda que se dirigía hacia el collado de Villarente, nombre que supimos más tarde en Corniero ya que en ningún mapa lo había encontrado. Por dicha vaguada continuamos subiendo, ahora con algo más de pendiente. José Luis se fue adelantando mientras que Silvano, Juan y yo lo tomamos con más calma. Tras cruzar un cauce de un regato seco nos despistamos un poco de la senda principal, subiendo por la ladera Este de este valle unos pocos metros. Por dicha falda encontramos algunas veredas más, de ganado principalmente, ya que en algunos altozanos vimos vacas pastando. Siguiendo las mismas avanzamos cómodamente hacia el collado ganando altura entre algunos pequeños canchales de roca y numerosos corros de tojos. Así alcanzamos este collado de Villarente y sus 1363 metros de altitud, la máxima de la ruta. Eran las 11:35 horas y llevábamos caminados 3,100 km.
En dicho paso comienza un ancho camino que desciende con la misma dirección que llevábamos hacia Corniero. Por este valle contiguo baja el arroyo de Las Janezas y de nuevo en sus laderas encontramos grandes y verdes hayedos. Hacia el de la falda Este, de la sierra de Los Caleros, el más extenso, entraban algunos caminos y veredas. A la vera del camino también encontramos algunas especies arbóreas más que no me atrevo a identificar. Sí que pude reconocer las zarzamoras, andrinos, escaramujos, encinas o helechos.
Fue bajando este tramo hacia Corniero cuando la lluvia se hizo presente durante un rato. Primero casi imperceptible para luego ser tan copiosa que hubo que ponerse los chubasqueros. El camino apenas tenía curvas perceptibles, pero sí trazó un zigzag algo más evidente en mitad del valle. Ya no lejos del pueblo encontramos algunos manzanos y en una pradera pastaba algo de ganado. Me desvié hacia la misma para sacar una panorámica con Corniero en el fondo del valle. Pasamos luego a la vera de algunas fincas y a las 12:35 horas entramos en Corniero tras 5,400 km hechos.
De nuevo encontramos las calles recién asfaltadas, como así figuraba en algunos grandes carteles de la administración. A la entrada de una finca tenían dos curiosas y bonitas figuras hechas con “rodajas” de troncos superpuestas. Entre viviendas de diferente arquitectura, piedra, hormigón, ladrillo, etc. etc., y algunas fincas, cruzamos el pueblo pasando también a la vera de una fuente. Casi a la salida de Corniero se encuentra la iglesia parroquial de San Martín. Por allí entablamos conversación con un vecino al que le pregunté por los nombres de la collada y de los valles que en los mapas no había encontrado. El pueblo se encuentra a una altitud de 1085 metros.
Por la única carretera de acceso a este pueblo avanzamos entre algunos prados con ganado pastando por un lado y formaciones rocosas y pendientes laderas por el otro. En esos momentos vimos algunos claros azules en el cielo. Así llegamos a las inmediaciones de la ermita de San Juan y el merendero adyacente. Se trata de un edificio “moderno” de hormigón y piedra situado unos metros por encima de este merendero un tanto descuidado. Varias mesas con bancos adjuntos, una fuente y algunas papeleras de madera medio desarmadas formaban este área recreativa situada a 1050 metros en la que nos detuvimos unos minutos cuando eran las 13:20 horas y habiendo hecho 7,300 km. Algunos paneles informativos describían varias características de los pueblos y parajes de la zona.
El track del GPS seguía por la carretera otro kilómetro hasta casi llegar a Crémenes para luego enlazar con un camino que volvía hacia atrás para meterse en el valle que subía a la collada de Aviau. Pues bien, este valle lo teníamos ahora enfrente y en Corniero nos habían dicho que se podía atajar desde la ermita sin tener que bajar ese kilómetro y volver a subirlo luego. Tras tomar un pequeño tentempié en el merendero, siendo las 13:30 horas, retomamos la marcha cruzando la carretera y entrando en un camino a la vera de los prados en los que pastaban algunas vacas con sus bonitos terneros. Nos llevó ese camino hasta el cruce con el arroyo Riochín, punto más bajo de la ruta a 1042 metros y tras 7,600 km. Apenas bajaba agua por el mismo y el paso estaba cementado, por lo que no hubo problema alguna para cruzarlo.
Este camino seguía rodeando otro prado por el que nosotros atajamos subiendo por la ladera unos metros hasta enlazar con el track del GPS a una altitud de 1090 metros. Ya por ancho camino nos fuimos metiendo al valle por el que baja otro arroyo, éste sin nombre y ahora seco por completo. Teníamos ahora la sierra de Los Caleros por la derecha, al Oeste, siendo este valle paralelo al que habíamos bajado hacia Corniero. De nuevo las hayas cubrían buena parte de la ladera contraria al Este y entre ellas nos metimos algunos tramos. Cruzamos una cancilla de madera para el ganado y encontramos de nuevo señales de la ruta ciclista. También pasamos a la vera de un reducto de chopos con troncos de gran altura.
Por el borde del bosque fuimos ganando altura mientras hacia atrás, al Norte, se abría el paisaje medio oculto por las nieblas. Aparecieron Peñas Pintas, como digo con las cimas ocultas tras las nubes. Delante de ellas, la collada Trébede con el pico Montemoro a un lado y La Cotica al otro, ambos ascendidos en una ruta desde Corniero hace unos años. Me quedé fotografiando todo ello y los compañeros se adelantaron un tramo. Poco después les encontré ya acomodados para comer a la vera del hayedo unos metros antes de llegar al collado de Aviau. Eran las 14:25 horas.
Los claros en el cielo eran ahora más abundantes y el sol lucía entre las nubes. Estuvimos allí parados casi una hora antes de retomar la marcha hacia el cercano collado del que nos separaban escasos 300 metros y 40 m de desnivel. Atajamos un tramo en una curva del camino y a las 15:25 horas alcanzamos el collado de Aviau de 1266 metros de altitud y tras 9,600 km recorridos. Desde el mismo tuvimos a la vista, al Sur, la cima de La Camperona con las antenas en ellas.
Nos echamos al valle Sur, el del arroyo de Las Cortinas, que realmente nace en otra vaguada lateral algo más abajo. Una manada de caballos pastaba en las praderas altas de esta cabecera del valle. El ancho camino bajaba por la vaguada y se metió entre arboleda algo más abajo, hayas y robles sobre todo. Trazó luego algunas “eses” y los helechos cubrieron buena parte del terreno. También las zarzamoras con frutos grandes pero ya algo pasados de maduros. Mientras, los nubarrones y los claros se seguían alternando por encima de nosotros.
Atajamos en algunas de esas curvas del camino y así llegamos a una fuente con gran pilón, pero seca. Desde allí el camino se encajonó un poco entre formaciones rocosas a la vera de las cuales vimos un manzano. A las 16:05 horas llegamos a un puente sobre el arroyo de Las Cortinas y enseguida nos colocamos al orilla de una finca cercada. Entrelazada con la valla tenían una gruesa manguera de goma que parecía totalmente una serpiente. Pocos metros más adelante cerramos la parte circular de la ruta en la confluencia de caminos y de valles, el de Las Cortinas y el de Prida. No nos restaba mucho trecho más para entrar en el pueblo y antes cruzamos un nuevo cierre con alambre electrificado para el ganado.
A las 16:13 horas entramos en La Velilla de Valdoré recorriendo sus calles hasta la plaza en la que teníamos la furgoneta. Ahora vimos algunos personas paseando por el pueblo. Dejamos la iglesia atrás y a las 16:20 horas terminamos la ruta en dicha plaza. El GPS nos marcaba un total de 12,100 km hechos con un desnivel acumulado de 586 metros.
Nos cambiamos antes de emprender el viaje de regreso a las 16:50 horas y con 18º C. Volvimos a hacer una parada en Boñar para tomar un merecido refrigerio y ya llegando a León cayeron cuatro gotas. Fueron quedando los compañeros en algunos lugares antes de terminar yo el viaje en casa a las 18:55 horas. Los mismos 18º C marcaba el termómetro en Armunia a esa hora.
Como ya anoté al comienzo, con esta ruta finalizamos el verano 2024 con un tiempo más otoñal que veraniego. En la nueva estación nos queda disfrutar de los paisajes otoñales que abundan en nuestras montañas y que se ofrecen espectaculares, sobre todo en los cuantiosos bosques.


MAPA ESQUEMA 


MAPA RASTER

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VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

TRAYECTO

BOÑAR



VALLE DE SABERO

VALDORÉ

LA VELILLA DE VALDORÉ (1036 m)






VALLE DE PRIDA



SE PUEDE OIR ALGO DE LA BERREA





HACIA EL COLLADO DE VILLARENTE



FÓSILES



COLLADO DE VILLARENTE (1363 m)



VALLE DE LAS JANEZAS



LLUEVE

HAYEDO EN LAS LADERAS DE LA SIERRA DE LOS CALEROS


LLEGANDO A CORNIERO



CORNIERO (1085 m)











ERMITA Y MERENDERO DE SAN JUAN






HACIA EL COLLADO DE AVIAU

PANORÁMICA AL NORTE

SIERRA DE LOS CALEROS








CHOPOS


COMIDA

VISTAS AL NORTE Y HAYEDO


PEÑAS PINTAS AL NORTE BAJO LAS NUBES


PANORÁMICA AL SUR DESDE EL COLLADO DE AVIAU (1266 m)


LA CAMPERONA AL FONDO DESDE EL COLLADO AVIAU


VALLE DE LAS CORTINAS


FRUTOS SILVESTRES



FUENTE Y PILÓN SECO

NUBARRONES AL ATARDECER

DESFILADERO


ENTRANDO EN LA VELILLA DE VALDORÉ


FIN DE RUTA

ARMUNIA


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