EL BLOG DE JAVI GALLEGO: enero 2023

lunes, 30 de enero de 2023

RAQUETADA: PICO PELAO (Sosas del Cumbral) - 28-01-23

XI RAQUETADA. 1ª ASCENSIÓN AL “PICO PELAO”. (Sosas del Cumbral).

28-01-23 (Sábado)

La nieve caída los últimos días en la montaña leonesa nos ha permitido estrenar las raquetas por primera vez esta temporada, al menos a la mayor parte del grupo participante, compuesto en esta ocasión por: José Luis, Juan, Mª José, Terry, Carmen, Valentín y yo.

Sobre las 8:15 horas salía de casa, donde un termómetro cercano marcaba 1º C. Tras recoger a Mª José y Juan fui en busca de José Luis para salir poco después por la carretera de Caboalles. En Lorenzana hicimos una breve parada en la panadería antes de seguir el viaje hacia Camposagrado mientras la nieve hacía acto de presencia en las márgenes de la carretera. Hacia el Norte las nubes se cerraban sobre las cumbres ocultándolas casi por completo.

Llegamos a Riello donde nos esperaban Carmen y Terry uniéndose luego también Valentín. En el bar nos tomamos un desayuno para ir entrando en calor antes de proseguir el resto del trayecto. En Vegarienza tomamos el desvío hacia Sosas del Cumbral y comenzamos a encontrar la nieve cubriendo la calzada por completo. Durante los 6 kilómetros de este tramo hubo que circular con precaución por dicho motivo, llegando al pueblo cuando eran las 10:20 horas y tras unos 70 km.

También las calles estaban allí cubiertas por nieve, helada en muchos tramos, y aparcamos a la vera del arroyo del Cumbral, por debajo de la iglesia. Nos preparamos para la ruta allí mismo, y tras una foto de grupo, iniciamos la marcha a las 10:45 horas a una altitud de 1232 m. Retrocedimos por la travesía de entrada manteniendo la precaución por la nieve helada, y poco antes de salir del pueblo giramos a la izquierda por otra calle algo más pendiente que nos desembocó en un ancho camino. Éste tomó rumbo contrario, hacia el Norte, pasando ahora por encima del pueblo. A la vera del mismo vimos parte de un cráneo de un animal con la forma de una máscara.

Fuimos ganando altura mientras por el cielo corrían las nubes del Norte que dejaban escapar algunas chispas de nieve en ocasiones. Nos situamos entonces en la parte alta de una loma, entre las vallinas del arroyo de Regueramala y el del río Rajis, por la cual continuaba el ancho camino cubierto de nieve. Por delante vimos ya entre las nieblas algunas de las cumbres de la sierra hacia la cual nos encaminábamos. Nuestro primer objetivo era el Pico Pelao, el más alto de ese ramal de la sierra en el que también se emplazan Los Caleares, el Cueto Agudo, Las Retuertas, La Cueva, El Montecho o la Vidulina, esté último con mucha más altura, pero algo desviado al Norte. El track del GPS que llevábamos recorría todas ellas, aunque ya íbamos comprobando la imposibilidad de completarlo por las circunstancias evidentes de la cantidad de nieve acumulada y la climatología que teníamos.

Avanzamos por dicho camino que algo más arriba trazó un zigzag mientras se iba internando entre robles. La nieve en el terreno se hizo más abundante y algunos optamos por poner ya las raquetas. Tras unos 3,600 km abandonamos el camino para meternos hacia la ladera de la sierra por el medio del robledal. No era éste muy tupido y sorteamos más o menos bien los robles muy pelados. Algunos metimos “la pata” hasta el fondo, incluso con raquetas, en la nieve blanda caída el mismo día anterior, siendo complicado levantarse luego con las raquetas puestas. Una ayuda no vino mal.

Fuimos dejando atrás el robledal quedando la loma más limpia a una altitud de unos 1700 m. El paisaje se fue abriendo hacia atrás, al Sur, aunque las nieblas lo ocultaban en gran parte. Algunas rocas comenzaron a emerger en el terreno hasta ahora más montano, aunque las sorteamos sin mayor dificultad. Según cogíamos altura la nieve se endurecía y se caminaba mejor. La pendiente era considerable, pero no exagerada. Poco a poco fuimos avanzando hacia la parte alta de la cresta mientras el grupo se espaciaba a lo largo de la loma. La temperatura era baja, aunque para nada gélida.

A las 14:00 horas alcanzamos algunos la cresta de la sierra a una altitud de 1843 metros. Por la misma transcurría una alambrada de pastor eléctrico y tras ella bajaba el valle del río Rajis. Cerrándolo por la otra parte, las cimas del Cueto Agudo y Los Caleares. Desde hacia un rato también veíamos algo más al Noroeste la cumbre del Cueto Pelao a la que algunos compañeros ya estaban llegando. Hacia él nos encaminamos el resto por la loma tapizada por matorral bajo y algunas rocas. Intentamos seguir las huellas de los que iban por delante en la capa de nieve que en algunos lugares aún se mantenía blanda.

Eran las 14:50 horas cuando llegamos los últimos a la cima del Pico Pelao con sus 1967 metros de altitud, en la placa de la cumbre figura 1964 m. Hasta allí llevábamos 5,200 km. Aprovecho para añadir otro inciso ya que, preparando esta ruta, me he encontrado con que hay varias cimas de esta sierra en las que los nombres se intercambian dependiendo del mapa consultado. En unos a ésta la llaman Cueto Agudo y esta del Pico Pelao la sitúan más al Este en lugar de la anterior. Alguna cumbre más tiene ese dilema.

El resto de compañeros estaban a la abrigada al Sur, y algunos ya con ganas de marchar........ Total, sacamos una foto de grupo deprisa y corriendo y emprendieron el descenso sin más. Por mi parte, que no tenía prisa alguna, me quedé unos minutos más para sacar fotos del paisaje, que en esos momentos además se abría algo al Norte dejando ver algunas de las cimas de esa orientación, entre ellas las que llevábamos previstas para hacer de haber tenido mejor tiempo. Igualmente al Sur se veían los valles y otras sierras. A las 15:25 horas, acompañado por José Luis, que había quedado también, emprendimos el descenso por la ladera Sur hacia unos peñascos más abajo en los que se habían detenido a comer los demás. José Luis intentó “tirarse” haciendo culoskí por la ladera, pero no estaba la nieve en condiciones para ello. A la vera y abrigada de aquellos peñascos nos acomodamos nosotros también para comer. Eran las 15:45 y estábamos a 1834 metros de altitud.

A las 16:40 horas retomamos la marcha echándonos hacia la ladera del valle del arroyo del Cumbral. Bajamos por la misma varios metros hasta meternos en una estrecha vaguada donde se acumulaba algo más de nieve que comenzaba a estar blanda, por lo que optamos por volver a ponernos las raquetas. Ya fuera de ella fuimos internándonos en otro robledal entre el cual perdimos altura hacia el fondo del valle colocándonos enseguida a la vera del arroyo Riofrío en el cual se veían carámbanos de hielo. Paralelos al mismo bajamos hasta un punto en el que decidimos cruzarlo para seguir los escasos metros que restaban hasta el fondo del valle por esa margen contraria. En ocasiones se me soltaron las raquetas al trabarse con el ramaje quedando enterradas en la nieve. Y no fui el único al que le pasó. Por otra parte, cuando fui a beber agua por el camelbak la encontré congelada dentro del tubo.

Eran las 19:15 horas cuando llegamos a una campa de la parte baja del valle a una altitud de 1468 m y habiendo hecho 7,700 km. Allí apenas quedaba nieve y nos quitamos las raquetas. Hacia la cabecera del valle se veía un refugio que nos indicó Valentín y cerca de nosotros un recinto para el ganado. De nuevo en marcha cruzamos el prado encharcado en el cual había una manada de caballos. En un poste había una tablilla con la palabra “Cumbral” grabada. Enseguida el camino se hizo más evidente entre vegetación y a la vera del arroyo de Cumbral. El ocaso del día iba avanzando y el cielo se teñía de tonos anaranjados hacia el Sur mientras teníamos la luna creciente encima de nosotros.

Varios arroyuelos y regatos caían por la ladera de nuestra izquierda hacia el arroyo principal cruzando el camino por encima o encauzados bajo el mismo. Ya cerca del pueblo dejamos atrás un puente sobre ese cauce y escasos metros después entrábamos en Sosas del Cumbral. Apenas 100 metros más adelante teníamos los vehículos a los que ya habían llegado varios compañeros. A las 19:20 horas llegamos José Luis y yo, que habíamos quedado algo por detrás. El GPS nos daba como datos: 10,500 km hechos y un desnivel acumulado de 760 metros.

Ya era noche cerrada cuando nos fuimos cambiando y nos despedimos de Terry, Carmen y Valentín antes de emprender nosotros el viaje de regreso a las 19:45 horas. Temía ahora el estado del primer tramo de la carretera hasta Vegarienza, aunque para sorpresa mía estaba totalmente limpio. Fue ya pasado este pueblo cuando nos hemos encontrado en medio de la calzada a un par de cervatillos que apenas se inmutaron durante unos segundos antes de salir de estampida. Por lógica y experiencia, reciente además, ya voy muy pendiente de los animales que puedan aparecer de improviso, como en la anterior ruta con el jabalí.

Ya en Canales nos hemos detenido a tomar un refrigerio en el bar cercano a la carretera. A las 21:00 horas entramos en León donde fueron quedando los compañeros y a las 21:30 horas llegaba yo a Armunia donde un termómetro marcaba 0º C.

Aunque ha tardado en nevar considerablemente, al menos ya nos ha dejado estrenar este año las raquetas de nieve. A ver si podemos practicar alguna vez más con ellas esta temporada.

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