domingo, 26 de febrero de 2023

RAQUETADA: SIERRA DE MONGAYO (Puerto de Las Señales) 25-02-23

 


XII RAQUETADA. 1ª ASCENSIÓN AL “MANGAYO”, “MONEO”, “PORRONES” Y “LA BARDERA”, 2ª ASCENSIÓN AL “REMELENDE”. (Puerto de Las Señales).

25-02-23                           (Sábado)

Por segunda vez en este año hemos realizado una raquetada aprovechando la nieve que va cayendo durante esta temporada invernal. Elegimos una ruta sencilla, aunque con varias ascensiones durante la misma, apropiada además para la práctica de esa modalidad invernal. Aunque ya avanzo que el paisaje del que disfrutamos durante la marcha fue prácticamente nulo, la experiencia fue satisfactoria y algo fuera de lo habitual a causa de esa “invisibilidad” que sufrimos en algunos momentos. Tan solo una de las cumbres, el Remelende, lo había ascendido yo anteriormente hace varios años, en solitario, y durante una tarde que me aburría en casa. El resto era la primera vez que las alcanzaba. Tres nos animamos en esta ocasión a participar en la raquetada: Mª Jesús, José Luis y yo.
Salía de casa a las 8:40 horas para recoger a los dos compañeros antes de emprender el viaje hacia el destino. Nevaba algo en León capital a esa hora donde los termómetros marcaban -1º C. Con el paisaje nevado salimos por la autovía hacia Puente Villarente donde tomamos el desvío a Boñar. Este paisaje se mostraba guapo cubierto por esa capa blanca, sobre todo en los diferentes bosques y arboledas que se podían ver en las márgenes de la carretera. En algunos momentos querían abrirse algunos claros, pero las nieblas no les dejaban. En Boñar, donde había 2º C, hemos parado a tomar un desayuno antes de retomar la marcha hacia el Norte. Llegamos así al pantano del Porma, donde cada vista era una postal. Me tenía que contener para no parar a cada metro a sacar fotos de todo ello. Ya en Puebla de Lillo nos volvimos a detener unos minutos en los que Mª Jesús y José Luis alquilaron unas raquetas en unos de los establecimientos dedicado a ello.
El siguiente tramo subiendo el puerto de Las Señales era una postal continua. Aquí sí paré en alguna ocasión a sacar fotos del impresionante paisaje que se nos ofrecía. Los bosques que cubren las laderas de los valles por los que sube la carretera creaban verdaderos cuadros que dejamos plasmados en fotos y algunos vídeos. Aunque nos cruzamos con una quitanieves, apenas estaba limpio el ancho de un vehículo en muchos tramos. No encontramos problema alguno en esta subida hasta el alto del puerto al que llegamos cuando eran las 10:50 horas. Aparcamos en el lugar acondicionado para ello y donde ya había algunos vehículos más. La niebla seguía cerrada, aunque no excesivamente, y no nevaba, incluso en algunos momentos vimos retazos de cielo azul. Nos preparamos para la marcha con las raquetas puestas, y tras una foto, iniciamos la misma a una altitud de 1625 metros y siendo las 11:15 horas.
Nos echamos a la ladera Norte precedidos por parte de otro grupo que también llevaban raquetas o esquís de travesía. Uno de los grupos llevaba un perrito acompañándoles que no dejaba de ir y volver por la nieve arriba y abajo. Nos fuimos metiendo entre un pinar que ofrecía nuevas postales con la nieve. Nosotros llevábamos un track en el GPS con la ruta que se dirigía primero al Remelende para crestear luego la sierra por el resto de cumbres. Toda ella hace límite provincial entre Asturias y León. Ya adelanto que sin la ayuda del GPS hubiese sido imposible hacer la ruta ese día. En el momento que cogimos algo de altura la niebla era tan cerrada que no había orientación posible sin ese medio. Incluso con mapa y brújula dudo que fuese posible.
Abandonamos la parte más tupida del pinar quedando algunos ejemplares más aislados en la ladera que seguíamos remontando cómodamente. No sé cuanta capa de nieve habría ya que se acumulaba en algunos lugares más que en otros. Eso sí, la suficiente como para agotarse mucho yendo sin raquetas o esquís. Adelantamos a uno de los grupos, que esperaba por otro más rezagado, y poco a poco fuimos ganando altura a veces sin referencia alguna en el paisaje. De vez en cuando veíamos a gente por delante, y de esa forma alcanzamos la cima del pico Remelende a las 12:30 horas y tras 2,100 km.
En esta cumbre de 1889 metros hay un vértice geodésico y un buzón de cumbres metálico con forma de caja cuadrada. A esa cima fueron llegando y marchando más montañeros. Algunos eran los que venían a la par que nosotros mientras que otro grupo, con los que estuvimos conversando, lo hacían por la cresta hacia la que íbamos nosotros ahora. La visibilidad era nula y tan solo sobresalían algunas rocas entre la nieve. Esta cima no es muy “afilada” y el manto blanco lo cubría todo. Nos sacaron una foto y dejamos nuestra tarjeta de cumbres en el buzón antes de emprender de nuevo la marcha 45 minutos después.
Durante los primeros metros seguimos nuestras huellas de subida antes de desviarnos para meternos hacia la cresta. Comenzamos a vislumbrar, más que ver, las caídas que había hacia el Norte. Cruzamos el collado Remelende de 1834 metros de altitud antes de empezar a remontar la corta ladera del siguiente pico. A las 13:43 horas, tras 3,000 km hechos, alcanzamos la cima del Mongayo, que da nombre a la sierra en la que nos encontrábamos. En esta cota de 1849 metros nos encontramos con una señal de reserva de caza y un mojón de hormigón como los habituales que limitan territorios, zonas, etc. Hacia el Norte se lograban ver algunos murallones rocosos y verticales. Había que desviarse prudentemente de las cornisas de nieve que se formaban en los bordes de ese precipicio de varios metros de caída.
Nos sacamos una foto de grupo, y sin dejar tarjeta alguna, proseguimos la marcha por el blanco manto descendiendo hacia el siguiente collado, el de Llastres. Íbamos encontrando algunos arbustos totalmente cubiertos por la nieve y sus ramas curvadas por el peso de la misma. Muchos de ellos formaban bonitas figuras que fotografié. A las 14:15 horas pasamos por el collado de Llastres con una altitud de 1790 metros. En algunos tramos coincidíamos con la huellas dejadas por el grupo que había crestado en sentido contrario y con los que estuvimos en el Remelende. Otros muchos trechos lo hacíamos siguiendo lo más fielmente el track del GPS, que no distaba mucho del trazado anterior. Como ya anoté, sin su ayuda hubiese sido casi imposible hacer esta ruta en esas condiciones. Tal era la falta de visibilidad en algunas ocasiones que la nieve y la niebla formaban un mismo cuadro sin referencia alguna. En algunos lugares el terreno no era tan regular y al pisar te metías en algunas pequeñas hondonadas que no era posible localizar con antelación, por lo que había que caminar despacio y asegurando.
Anoto aquí una puntualización que allí no tuvimos en cuenta y que luego ya en casa he determinado mejor. Las dos siguientes cumbres, el Moneo y Porrones, las tomamos como una sola ya que en el mapa éste último no viene muy definido y están bastante cercanas. A las 14:30 horas llegamos a la cima del Moneo y sus 1827 metros de altitud en la que apenas había unas rocas que ni siquiera destacaban. No hicimos ni foto ni dejamos tarjeta en la misma. Retomamos la marcha llaneando escasos 350 metros hasta llegar a esa segunda cima, que en ese momento tomamos como el Moneo, siendo realmente el Porrones. Aquí sí hicimos foto y dejamos tarjeta entre unas rocas, con el nombre equivocado, eso sí. Esta cumbre tiene 1831 metros de altitud y llevábamos hechos hasta allí 4,400 km. Eran las 14:40 horas.
Iniciamos el descenso hacia el collado Requexadina, de 1796 metros, por el que pasamos a las 14:50 horas. Se inicia desde el mismo la subida hacia la ultima cumbre, La Bardera, pegados en muchos tramos al borde Norte. La pendiente se hizo algo más pronunciada en este tramo. Sin darnos cuenta, ni verlo, nos situamos en una cresta bastante “afilada” con caídas a ambos lados. Siempre siguiendo las huellas del grupo anterior y el track del GPS fuimos avanzando con precaución hacia la cumbre de esta última cima a la que llegamos cuando eran las 15:25 horas y tras 5,700 km.
La Bardera tiene una altitud de 1873 metros y también unas vistas espectaculares.......en otras condiciones. Ahora, como todo el tramo anterior, era nula por completo. Apenas se distinguían algunas corros más oscuros de las rocas que caían al Norte ya que aquí no había ni un ápice de vegetación a la vista. Nos hemos sacado una foto y tampoco dejamos tarjeta ya que no había donde. Tampoco donde acomodarse para comer, por lo que decidimos descender de nuevo hasta encontrar un lugar adecuado. Cruzamos de nuevo la cresta y llegamos a una zona de rocas en la que decidimos parar a comer. Eran las 15:45 horas.
Nos sentamos en dichas piedras disfrutando del “amplio paisaje” nevado. A pesar del aspecto tan “feo” del día, la temperatura no era especialmente fría. De vez en cuando se escapaban algunos copos de nieve, pero muy finos y escasos. Así llevaba buena parte de la jornada. Comimos tranquilamente y a las 16:30 horas retomamos la marcha. Sobre nuestras huellas descendimos ahora un tramo hasta poco antes de llegar al collado Requexadina. Siguiendo el track del GPS nos echamos entonces a la ladera Sur por una pendiente más pronunciada. De nuevo tuvimos la rara experiencia de no ver absolutamente nada del paisaje. Yo, que durante el primer tramo iba el primero, echaba la vista atrás de vez en cuando solo por ver a los compañeros y tener una referencia visual de “algo”. El terreno nevado se mimetiza por completo con la niebla cerrada impidiendo discernir cual es la línea divisoria. Contarlo es una cosa, vivirlo es otra.
Fuimos perdiendo altura rápidamente hacia el valle del arroyo de Los Carros al que llegamos a las 17:10 horas. La niebla había abierto algo y se veían las laderas del valle con algunos pinares. Cruzamos el arroyo cubierto por la nieve a una altitud de 1704 metros para comenzar a remontar la ladera siguiente hacia el collado entre el pico del Águila al Sur y otra cima sin nombre al Norte. Ya con algo de cansancio subimos esta loma que nos llevó a dicho paso de 1763 metros que comunica el valle anterior con el del arroyo Zampuerna. Desde allí vimos un pequeño tramo de la carretera que sube al puerto de Las Señales, hacia el cual nos dirigíamos ya.
Iniciamos la bajada hacia dicho valle, aunque no directa. Comenzamos a ladear un poco por la derecha de la loma mientras perdíamos altura suavemente. En la parte baja se veían unas lagunillas entre algunos pinos por las que pasaba el track del GPS, aunque nosotros intentábamos evitar la bajada a la mismas ya que luego había que subir de nuevo por la loma contraria. Al final nos dividimos en este tramo final. José Luis siguió ladeando el valle, aunque yo no veía muy claro ese trayecto. Entonces Mª Jesús y yo decidimos bajar hacia dichas lagunillas directamente por la ladera cargada de nieve. Así llegamos a su vera, y mereció la pena, ya que formaban un bonito rincón donde sacamos algunas fotos. Estaban medio heladas y rodeadas por algunos pinos. Me imagino ese mismo lugar también con nieve, pero soleado. Tenía que ser espectacular. El arroyo Zampuerna es el que las alimenta.
Retomamos la marcha subiendo ahora entre los pinos hacia la cresta de la loma. A José le veíamos avanzar a media altura aunque ya bajando también. El tramo que subimos nosotros no era muy largo ni empinado, por lo que se hizo cómodo. Las lagunas estaban a 1628 metros de altitud y subimos ahora hasta los 1648 metros. Ya muy cerca del puerto comenzamos a bajar hacia el mismo y enseguida vimos la furgoneta, en la que ya estaba José Luis. A las 18:40 horas llegamos nosotros a la misma terminando la ruta de la cual el GPS nos daba como datos principales, 9,000 km hechos con un desnivel acumulado de 539 m.
Nos cambiamos y unos 25 minutos más tarde iniciamos el regreso. Al poco de comenzar a descender el puerto tuvimos a la vista una espectacular puesta de sol entre nubes y sobre las cumbres con un tono rojizo de postal. Paré e hice varias fotos de la misma, como no podía ser menos.
Sin novedades seguimos el viaje hasta Puebla de Lillo donde de nuevo paramos, esta vez a dejar las raquetas alquiladas. Prácticamente ya anochecido por completo retomamos la marcha para rodear al embalse y llegar enseguida a Boñar. En esta localidad nos tomamos un refrigerio antes de volver al asfalto. A las 20:45 horas llegamos a León y dejé a José Luis y Mª Jesús antes de llegar a Armunia a las 21:15 horas. 2º C marcaba un termómetro a esa hora.
Sin duda una ruta destacada por lo “peculiar” de su transcurso. Personalmente, y a pesar de que soy de los que da mucho valor al paisaje del que nos recreamos durante las marchas, en esta ocasión, siendo casi nulo, disfruté de la jornada plenamente.      

MAPA ESQUEMA     
        

ENLACE RUTA WIKILOC:


VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

VÍDEO DEL TRAYECTO:


FOTOS DEL TRAYECTO





DESAYUNO EN BOÑAR



EMBALSE DEL PORMA


PUEBLA DE LILLO




COFIÑAL

HACIA EL PUERTO DE LAS SEÑALES












INICIO DE RUTA (1625 m)


EN EL PINAR







POR LA LOMA DEL REMELENDE







REMELENDE (1889 m)



DESCENSO AL COLLADO REMELENDE

MONGAYO (1849 m)

CAÍDAS AL NORTE




PASANDO POR EL MONEO (1827 m)




PORRONES (1831 m)


ENLACE VÍDEO:


LA BARDERA (1873 m)

ENLACE VÍDEO:




VISIBILIDAD NULA

HERRAMIENTA IMPRESCINDIBLE HOY


ABRE UN POCO

VALLE DE LOS CARROS



VALLE DE ZAMPUERNA







LAGUNILLAS







HACIA EL SUR


PUERTO DE LAS SEÑALES

PUESTA DE SOL EN EL REGRESO





SUSARÓN DESDE PUEBLA DE LILLO

ARMUNIA