lunes, 11 de febrero de 2002

BURBIA - CAMPO DEL AGUA - BURBIA 10-02-02

 


1ª TRAVESÍA “BURBIA- CAMPO DEL AGUA Y REGRESO”.

10-02-02         (Domingo)

La primera salida de este mes de febrero la hemos realizado a la bella comarca de los Ancares leoneses, concretamente en la zona de Burbia y Campo del Agua. Dicha ruta ya la había recorrido yo hace unos años, pero en el coche, ya que transcurre por una buena pista toda ella. Esta vez lo hicimos andando y pudimos disfrutar de los hermosos valles de ese rincón de nuestra provincia. Acompañados por un excelente día, el mismo transcurrió como sigue:
Desde casa salí con la furgoneta acompañado por Juli y Miguel. Tras comprar el pan, recogimos a Pepe y seguidamente a José F. Nos dirigimos los cinco hacia Las cercanías de “E. Leclerc” donde no tardaron en llegar Jorge, Sonia, Pablo y Omar en el coche de este último.
Poco pasadas las ocho emprendimos el viaje por la misma carretera de hacía dos semanas habíamos ido también. El cielo se veía despejado de momento aunque la niebla nos envolvió durante algunos tramos. Así llegamos a Astorga y entramos en la autovía por la que avanzamos hasta salir en el desvío a Toreno por el que pasamos minutos más tarde. En Berlanga tomamos dirección a Vega de Espinareda donde nos detuvimos para que algunos compraran pan. Tras buscar una panadería para ello, continuamos el viaje hacia Burbia, final del trayecto.
Alrededor de las 10:15 horas llegamos a este bonito pueblo situado al final de aquella carretera. El cielo se había despejado por completo y prometía un buen día. Atravesamos parte del pueblo y preguntamos a un lugareño por la salida hacia Campo del Agua. Nos indicó la misma y la distancia a la que quedaba, unos 12 ó 13 kilómetros, cosa de la que yo no me acordaba ya y que me parecieron algo excesivos.
Al lado de unas casas aparcamos los coches y nos preparamos para la marcha. Sobre las 10:45 horas comenzamos la ruta por un amplio camino que nos llevó poco después a un puente de piedra sobre el río Burbia. Atravesamos dicho puente y continuamos por el camino que transcurría por la parte baja de la falda de varios picachos. Arriba se veía una mina o los restos de ella. El hombre nos había indicado un atajo que pasaba a la otra parte de aquel macizo evitando el rodeo por la pista, pero no lo vimos claro y optamos por seguir.
De sea forma llegamos a un cruce donde dudamos unos minutos por donde seguir. Consultando el mapa nos decidimos a girar a la derecha para entrar en el valle. Habíamos perdido bastante altitud en el último tramo y ahora vimos que comenzaba a subir la pista. Durante otro trecho fuimos ascendiendo hasta volver de nuevo a perder altura. Varios motoristas nos pasaron en ese tramo del camino. Por encima de nosotros vimos varias colmenas cuya presencia se avisaba con un cartel en el camino.
El valle se fue cerrando y llegamos al extremo de la “V” donde tuvimos que pasar el riachuelo que bajaba de los picos que teníamos enfrente. El camino daba allí un giro de casi 360 grados para comenzar a subir por la ladera contraria del valle haciendo varios zigzag. Al lado del camino íbamos encontrando algunos indicadores con el tiempo restante para llegar a Campo del Agua. En el primero de ellos, a la salida de Burbia, marcaba 3:15 horas.
La pendiente de aquel tramo era considerable e intentábamos tomarlo con calma, aunque no sé por que razón nos acelerábamos. A la orilla de la pista vimos algunos bloques y tubos de hormigón que estaban usando para encauzar los varios regueros que la atravesaban y la estropeaban. Al final del valle vimos, algo por debajo de nosotros, un trozo de la antigua pista que se usaba para subir hasta allí.
Algo más adelante vimos también las tres o cuatro edificaciones de otro antiguo pueblo, Las Algueiras. Quedaban unos metros por debajo de la pista y no bajamos a ellas. Aproximadamente nos quedaba la mitad del recorrido según el mapa. A partir de allí la pista subía más o menos suave siguiendo la forma de las pequeñas vaguadas que bajaban al valle. En una de estas vimos una bonita cascada donde paramos unos minutos.
Ya con ganas de llegar al final continuamos ascendiendo mientras disfrutábamos del estupendo día que estábamos teniendo. Así alcanzamos una collada donde el camino se dividía en dos pistas. De nuevo dudamos cual era la buena y me acerqué hasta un borde de la ladera para ver el valle y situarnos un poco. Tras esto y estudiar el mapa unos minutos vimos que era el de la derecha el bueno ya que se veía claramente que subía por la ladera al igual que en el mapa. Por su parte, Sonia, se iba quejando de que la dolía una pierna, pero eso sí, siempre iba la primera de todos.
Desde aquella altitud ya disfrutábamos de unas amplias vistas de los picos cercanos con las cumbres aun nevadas. Los ocupantes de un todoterreno que se cruzó con nosotros nos indicaron que solo nos faltaban unos metros para ver ya el barrio de Las Valiñas, el primero de los dos que forman Campo del Agua. No tardamos en divisarlo a unos 300 metros de nosotros y algo por debajo.
Sobre las 13:30 horas entramos en este primer barrio donde vimos algunas de las pallozas típicas de Los Ancares. Varias ya se encuentran en ruinas, mientras que otras continúan en pie. Además de estas hay varias casas arregladas recientemente, algunas de ellas totalmente desentonantes en el paisaje. Por encima del camino que atraviesa el poblado vimos un merendero.
Apenas sin detenernos pasamos este lugar para dirigirnos al segundo barrio situado unos 500 metros más adelante y tras una curva. Antes del mismo vimos las ruinas de lo que antiguamente fue una ermita o iglesia que bien podía servir para los dos barrios debido a su emplazamiento casi equidistante. Al igual que el anterior, en este poblado abundaban los restos de casas y pallozas junto a otras aún en pie. Tanto en uno como en otro vimos a varias personas dedicadas algunas de ellas al cuidado del ganado.
Para comer, algunos decidimos subir hasta una collada de paso hacia otro valle contiguo mientras otros quedaban en el mismo pueblo. Allí nos acomodamos en unas grandes piedras mientras disfrutábamos del paisaje y del día tan iluminado que teníamos. Estábamos a una altitud de unos 1300 metros habiendo partido de unos 800 m.
Tranquilamente comimos sentados en aquellas grandes moles en medio de las escobas. A unos 400 metros se veía una cruz en lo alto de un pequeño cerro hacia el cual nos dirigimos después de terminar. Se trataba de una cruz con el Cristo y daba la impresión de tratarse de un lugar de celebración de alguna romería de la zona. Desde allí se podía contemplar a lo lejos parte de Ponferrada y las chimeneas de la central de Compostilla. Igualmente los picos de la zona del Morredero, el Teleno etc. Abajo en el valle parecía verse una pista asfaltada, aunque no se apreciaba bien con los prismáticos.
Visto todo ello bajamos hacia el pueblo para acercarnos hasta una cascada que antes habíamos observado desde la collada. Resultó no ser tan espectacular como parecía ya que se trataba de varias cascadinas en la ladera. Por el camino llegamos a la curva entre barrios y bajamos unos metros hasta las ruinas de la ermita. Aquí estuvimos viéndolo y sacando unas fotos. Por su parte, Miguel, Jorge, Sonia, José y Juli ya se habían adelantado y se les veía a la salida del pueblo.
Sobre las 15:40 horas emprendimos el regreso hacia Burbia. Mientras ellos ya iban delante, quedamos Omar, Pablo, Pepe y yo por detrás. Atravesamos Las Valiñas y salimos por el camino hacia la collada del cruce de pistas. Como suele suceder, aunque se va por el mismo trayecto, el paisaje se va viendo desde otra perspectiva. Incluso el cambio de las sombras del atardecer lo varían considerablemente. Antes de llegar a la collada cogimos un atajo por una especie de cortafuegos que nos evitó unos metros de curva. Al resto ya ni se les veía ni delante ni detrás, como podían haber quedado al atajar nosotros.
No tardamos en encontrar un desvío hacia lo que era el antiguo camino que unía Burbia con campo del Agua. Sin más dilaciones nos metimos en él y acertamos por completo. Nos metió entre la vegetación y vimos que era más bonito el paisaje que por la pista de arriba, donde por cierto vimos a los otros aunque no ellos a nosotros. Durante unos metros incluso fuimos por delante, pero el sendero comenzó a retroceder por una vaguada y perdimos ventaja.
Justo al lado del sendero pudimos contemplar algo curioso y realmente bello. Las raíces de un árbol formaban una especie de pequeña cueva donde el agua había formado incluso pequeñas estalactitas y formaciones de barro que era digno de ver. Mas adelante, en el cruce de un arroyo, nos encontramos con varios motoristas que subían sendero arriba, dejando por cierto un fuerte olor con los humos. Este sendero nos llevó a través de subidas y bajadas hasta las cercanías de Las Algueiras. Las dos o tres casitas en medio de una verde pradera me parecieron un bonito cuadro para sacar una foto.
Así llegamos al comienzo del valle en “V” y vimos al resto por delante de nosotros a unos 300 metros en la pista nueva. Como vimos que el camino viejo continuaba, nosotros seguimos por él quedando ellos con la duda de donde iríamos. Este sendero comenzó a bajar mas bruscamente entre la vegetación a la vez que atajaba ya que no llegaba hasta el final del valle para luego retroceder. En el fondo del valle nos encontramos con un obstáculo que no esperábamos y que al final superamos.
Resultó que del puente antiguo solo quedaban dos traviesas de lado a lado, no muy anchas, bastante separadas, y sobre una altura de unos tres metros. Además el arroyo venía bastante caudaloso, por lo que era difícil de salvar. El sistema para pasar que usamos fue, con las dos piernas abiertas y avanzando con cada pie en cada traviesa. Claro, como había que ir mirando para los pies, se veía también la caída, por lo que les llevábamos de corbata.
Tras este mal trago salimos por fin a la pista casi enfrente de las colmenas. Ahora sí que estábamos casi seguros de haberles adelantado, aunque con alguna duda. A la izquierda del camino salía otro que podría ser la continuación del antiguo, pero vimos que subía demasiado y optamos por seguir ya el de ida. Así llegamos al final del valle y tuvimos que girar casi otro 360 grados para enfilar ya el último tramo de unos dos kilómetros hacia Burbia.
Entre prados y huertas avanzamos estos últimos metros antes de llegar al puente cercano al pueblo. Vimos que éste estaba completamente cubierto de enredaderas por los laterales y como casi se sostenía de forma natural sobre la roca de las orillas del río. Aquí paramos un poco y a los cinco minutos aparecieron los otros cinco, por lo que vimos que no les llevábamos tanta ventaja.
Sobre las 18:10 horas llegamos donde habíamos dejado los coches. Aquí nos cambiamos y abrimos una botella de sidra y otra de vino dulce que habían sobrado del Belén de Cumbres y que llevamos ese día. Claro, los que teníamos que conducir tuvimos que controlarnos un poco por sí acaso.
Sobre las 18:45 horas emprendimos el regreso hacia León. Decidimos quedar en parar en Vega de Espinareda a tomar un café y así lo hicimos. Por allí había mucho personal de carnaval y música en una plaza. Nosotros estuvimos tomando algo en una cafetería antes de continuar de nuevo el viaje. Antes de salir del pueblo paramos ya que Omar tenía que llenar el depósito del coche.
Luego, ya de noche, salimos por una carretera que creíamos nos llevaba a Toreno y resultó ser la que iba hacia Ponferrada por Cabañas Raras. Decidimos no rectificar y continuar por ella hasta que empalmamos con la nacional y ya más adelante coger la autovía. Sin novedades llegamos a Astorga donde dejamos ésta para seguir de nuevo por la anterior ya con dirección a León donde entramos sobre las 21:30 horas. En Guzmán dejé a José y luego a Pepe frente al Bosco. Por último bajamos Juli, Miguel y yo al llegar a casa.
Y de esta forma dimos por concluida otra salida mas del club de montaña dentro del calendario previsto para este año con la satisfacción de haber disfrutado de una jornada excelente en todos los sentidos.




















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