lunes, 20 de mayo de 2024

ALTO DE SAÑEDO Y ALTO DE LOS REFOYOS (Mirantes de Luna) 11-05-24

 


2ª ASCENSIÓN AL “ALTO DE SAÑEDO”.

1ª ASCENSIÓN AL “ALTO DE LOS REFOYOS”. (Mirantes de Luna).

11-05-24            (Sábado)

Voy a iniciar este relato con un apunte sobre una de las cimas alcanzadas durante la ruta, el Alto de Sañedo. Como se puede leer en el título, se trata de una segunda ascensión al mismo, aunque en ningún otro resumen anterior figura que haya una primera ascensión. Eso es debido a que en aquella primera ocasión, en febrero de 2016, no la consideré como una cumbre “importante” y erróneamente la obvié. También coronamos aquel día el cercano Alto de la Ensancha, al que equivocadamente, y no encontrando dicho nombre en los mapas, lo denominé con el de la zona, Corrales Viejos. Como de sabios es rectificar, así lo hago en esta ocasión con la primera, y en algunas otras más que van surgiendo con errores cometidos antaño. Aclarado este punto, relato a continuación esta jornada inolvidable por la climatología soportada durante la misma y que luego detallaré. Cinco componentes nos animamos en esta ocasión: Juan, José Luis, Arancha, Javi F. y yo. Javi F., como veces anteriores, iba por su cuenta y marchó más tarde de León.
Salí de casa sobre las 8:05 horas con 13º C en el exterior. Tras recoger a los tres compañeros que iban conmigo en los lugares acordados, emprendimos el viaje por la carretera comarcal hacia La Magdalena. El cielo se mantenía despejado casi por completo, salvo alguna brumas esparcidas. En esta localidad paramos a comprar pan antes de acercarnos a Canales donde hicimos una nueva parada a desayunar en el bar habitual. De nuevo en marcha tras unos minutos allí, retrocedimos ese kilómetro para coger la carretera hacia el pantano de Luna en el que hice una breve parada para sacar algunas fotos del mismo. Un “graciosillo” me quiso dejar allí y entonces subí atrás para ir de pasajero el ya escaso trayecto que nos restaba a Mirantes de Luna, donde comenzaríamos la ruta y donde llegamos a las 9:40 horas.
Aparcamos frente al Club Náutico de León, al otro lado de la carretera, y nos preparamos para la marcha a una altitud de 1118 metros. Tras una foto de grupo, iniciamos la ruta a las 10:00 horas por la misma carretera que habíamos llegado, pero en sentido contrario. Ya hacia el Norte comenzaban a formarse nubes cumunolimbos, las habituales en las tormentas que la previsión meteorológica habían anunciando. Por la vera del embalse, que nos ofrecía bonitas postales con sus claros reflejos, avanzamos trazando las curvas de la carretera desde la que se podía ver el complejo náutico entre algo de arboleda.
Así recorrimos 850 metros antes de llegar al desvío señalizado hacia el valle de Borbusende por el que transcurren algunos senderos homologados, entre ellos el “PR-LE 71 Borbusende”. Nos metimos entonces al ancho camino con dirección Este entre arboleda encontrando más adelante un cartel informativo de esta ruta. Además de la descripción, tenía un mapa de la misma que transcurre entre Mirantes de Luna y Los Barrios de Luna y cuyo primer tramo íbamos a recorrer nosotros también. En ese lugar nos encontramos con un trecho cementado en curva y pendiente destacada. Entre un claro de la arboleda distinguimos Mallo de Luna a la vera contraria del pantano.
Seguimos subiendo por el ancho vial que nos metió ahora entre algunos pinares. Tras dejarlos atrás se abrió un poco el valle, acertando a ver ahora el afilado cordal de Los Montes Tijera, a dos de cuyas cumbres teníamos intención de coronar, el Alto de los Refoyos y la principal, Montes Tijera, además de el Alto de Sañedo algo más separado de dicha sierra. Las laderas del valle ofrecían una verdadera postal primaveral con las escobas y otros matorrales floridos y las praderías de un verdor extremo. Estábamos subiendo de momento por la ladera del valle del arroyo Mirantes, que corría bastante abajo por nuestra izquierda.
Las nubes al Noroeste seguían creciendo y formando figuras realmente guapas. Unos taludes de tierra escoltaron el camino durante un trecho hasta alcanzar un colladín con un monolito de cemento similar a una columna de un vértice geodésico a la vera del mismo. Llevábamos hasta ese punto 2,500 km y estábamos a 1268 metros de altitud. Eran las 10:43 horas.
Este pequeño collado nos dio paso al Valle de Borbusende por el que baja el arroyo Del Monte o de La Ensancha. Descendimos un pequeño tramo hasta situarnos a la vera del cauce que corría por la derecha nuestra y en sentido contrario, para comenzar de nuevo a ganar altura hacia la cabecera del valle. Enseguida llegamos a una bifurcación de la ruta marcada del PR. Unas señales marcaban la distancia a tres lugares por dos ramales diferentes. A La Forcada 1,200 km por el Sur y 5,900 km por el Este. A La Villerma 3,500 km por el Sur y 8,200 km por el Este. Y a Los Barrios de Luna 7,000 km por el Sur y 11,700 km por el Este. Por otro lado, a Mirantes marcaba 2,100 km, aunque el GPS me daba 2,900 km ya recorridos.
Continuamos subiendo y no tardando llegamos a la altura de un pequeño refugio de bloques de cemento al que no llegamos a acercarnos. No sabemos si estaba cerrado o abierto. A la vera de una de las paredes había un montón de leña y más adelante encontramos algunos troncos cortados en la orilla del camino. Antes de llegar a otra bifurcación del camino nos cruzamos con un vehículo que bajaba y nos adelantaron unos motoristas con motos de trial. En este cruce de caminos vimos una señal de la ruta de Cuatro Valles “Entre Portilla y Sagüera” que por nuestra parte ya hemos recorrido en alguna ocasión anterior. Tomamos el desvío de la izquierda, al Norte, que nos metió en pocos minutos a las Vegas del Palomar donde vimos una fuente con gran pilón. Sí tenía agua éste, pero del tubo no salía nada. En esta vega el camino daba un brusco giro al Noroeste y allí lo abandonamos hacia un sendero que se dirigía a la cabecera del valle. Eran las 11:50 horas, estábamos a 1546 metros de altitud y llevábamos hechos 6,200 km.
Esta vega está cerrada por el Norte por la sierra de los Montes Tijera y las cumbres que la componen. Por la vaguada que íbamos ganando altura bajaba el arroyo Del Monte o de La Ensancha, que nacía en la parte alta. En los mapas viene marcada esta zona como Corrales Viejos, nombre que yo había dado en aquella ocasión a la cumbre que se eleva al Sudeste y cuya verdadera denominación es Alto de la Ensancha. El sendero se perdía en la verde pradera algunos tramos, aunque no suponía mayor problema. Las nubes iban creciendo en tamaño y cubrían buena parte del cielo mientras se oscurecían por encima de nosotros. No lejos de la collada, el resto de compañeros hizo una parada mientras yo prefería seguir hasta este paso y descansar en él.
A las 12:15 horas alcancé este collado de 1729 metros de altitud, sin nombre en los mapas, y tras 7,000 km hechos. Se emplaza el mismo entre las cumbres del Alto Sañedo al Nordeste y el Alto de la Ensancha al Suroeste. A la vez, comunica el valle del que veníamos, la Vega del Palomar, con el valle que baja hacia Los Calderones del Diablo y Piedrasecha. Ya desde esa cota se veían varias de las cumbres que se elevaban por encima del mismo y que luego detallaré. Comí algo de fruta y mientras llegaron los compañeros, Juan y Arancha, ya que José Luis había atajado por la ladera más al Norte y estaba encaramado a unas rocas ya por delante.
Los tres retomamos la marcha por terreno más rocoso, pero cómodo, hacia la cercana cumbre del Alto Sañedo. Avanzamos hacia la misma mientras los negros nubarrones ya cubrían buena parte del cielo sobre nosotros y comenzamos a escuchar los primeros truenos al Norte. Para alcanzar esta cumbre hay que hacer una pequeña trepada, sin mayor importancia para cualquier montañero con un mínimo de práctica, pero con su “cosa”. A las 12:45 horas llegué a esta cima de 1792 metros de altitud y habiendo hecho 7,400 km. José lo había hecho poco antes mientras que Juan y Arancha llegaron algo después.
Aunque la altitud de esta cima no es muy destacada, la vista desde ella es amplia con numerosas cumbres y valles. Hacia el Suroeste teníamos el valle que antes comenté del arroyo de Los Calderones. Al Este, el del arroyo Meleros que baja hacia la carretera del puerto de Aralla por debajo de Geras. Al Oeste, el valle por el que habíamos subido desde las Vegas del Palomar. Entre las cumbres más destacadas y cercanas podemos nombrar, El Feliciano, Llamargones, Alto del Palomar, Santiago, Alto de la Biseca, Alto de la Ensancha, Montes Tijera, Alto de los Refoyos, Vega Cercada o La Silla, entre otros. No voy a nombrar los más lejanos, que no eran pocos, pero difuminados por la bruma y nubes que se iban cerrando.
Estando en esta cumbre vimos a otros tres moteros que comenzaban a subir por la senda de la sierra de Los Montes Tijera. No había ninguna señal de cumbre en esta cota y no dejamos tarjeta alguna. Sí hicimos una foto de grupo antes de emprender la bajada a las 13:05 horas por el mismo lugar que habíamos subido destrepando ahora esos pasos un poco “delicados”. Seguíamos escuchando truenos y de vez en cuando se veían los relámpagos. Llegamos al paso anterior a la sierra de los Montes Tijera, la Collada Sañedo de 1775 m, y nos metimos al sendero que comenzaba a ganar altura por terreno algo más rocoso de la cara Sur. Vimos un nevero bajo una pared en un hoyo y subimos por una campa más verde donde encontramos el cercado de un antiguo corral. Nos habíamos desviado del track del GPS que llevábamos y eso nos supuso ganar altura inútilmente para volver a perderla más adelante.
Pasamos entonces a la cara Norte del macizo mientras comenzaban a escaparse gotas de lluvia y los truenos y relámpagos ya eran muy constantes. Los nubarrones, aunque con formas realmente “guapas”, daban respeto. Nuestro siguiente objetivo era el Alto de los Refoyos, otra de las tres cimas principales de esta sierra junto con el Alto Sañedo y Montes Tijera. José Luis se había desviado y se metió por la misma cresta, llena de trepadas y destrepes poco recomendables. El resto seguimos la ruta normal por algunos senderos bajo las paredes de la cara Norte y por encima de los Corrales del Conde. Trazamos altibajos siguiendo la orografía del terreno hasta pasar por debajo de la misma cima para atacarla desde el Oeste. Ascendimos un último tramo más pendiente a la cresta desde la que coronamos la cumbre del Alto de los Refoyos, donde ya estaba José Luis, a las 14:10 horas y tras 9,100 km hechos.
Desde esta cima de 1858 metros tuvimos una amplia panorámica oscurecida por los negros nubarrones que cubrían prácticamente todo el cielo. Tan solo al Sur y al Oeste se abrían claros, pero lejanos. Se veían rayos muy de continuo acompañados por fuertes truenos y la lluvia seguía cayendo, cada vez más fuerte. Por ello no nos entretuvimos ni a sacar foto de grupo ni a dejar tarjeta de cumbres alguna y emprendimos el descenso de nuevo al Norte, hacia una hoya que se veía con las paredes haciendo un poco de techo. En esos momentos vimos llegar a Javi, del que sabíamos que había llegado al Alto Sañedo por un vídeo que había subido al grupo anteriormente. Ya ni intentó llegar a esta cima y se encaminó como nosotros hacia el resguardo inferior.
Creo que a pocas inclemencias climatológicas tengo yo tanto temor en la montaña como a las tormentas. Me dan realmente respeto, por no decir miedo. Los rayos que veíamos cercanos, por encima mismo de nosotros, me tenían en tensión y solo quería llegar a esa hondonada. Llovía además con fuerza en esos momentos. Por suerte apenas había 50 metros de desnivel hasta ese lugar al que fuimos llegando todos para meternos pegados a la misma pared rocosa que hacía un poco de techo, pero muy poco. Es cierto que tampoco es que sea muy seguro estar pegados a la roca en caso de tormenta, pero ya no estábamos en parte alta que es donde hay mucho más peligro.
Como mejor pudimos nos fuimos acomodando pegados a la pared para evitar la lluvia, que por otro lado ya se colaba entre las grietas de la roca o resbalaba por la misma. Durante un rato la lluvia se convirtió en fuerte granizada. Mientras, seguíamos viendo los relámpagos y rayos con los siguientes truenos, algunos de tremenda magnitud. Frente a nosotros, al Sur, teníamos la cumbre del Alto de los Refoyos de la que habíamos bajado. Como ya iba siendo hora, nos pusimos a comer en ese abrigo mientras que poco a poco amainaba la tormenta y la lluvia. Javi decidió marchar antes mientras el resto terminábamos de comer. Viendo el panorama climatológico que teníamos, descartamos por completo intentar coronar la tercera cumbre prevista, los Montes Tijera, de 1875 metros de altitud, no muy lejana, pero teniendo que subir de nuevo esos 75 metros.
A las 15:30 horas nos decidimos a salir aprovechando que llovía menos y la tormenta se había alejado al Sur. Luego supe que en León se habían oído algunos truenos también. Abandonamos la hondonada subiendo unos pocos metros para salir a la ladera y comenzamos a bajar hacia el fondo de la vaguada de Los Corrales del Conde rodeando las peñas en las que nos habíamos resguardado por su cara Este hacia la Norte. Tras llegar al fondo de este valle a 1754 metros de altitud, nos tocaba remontar un pequeño trecho hacia el collado de su cabecera. Por pradería ganamos altura entre algunas escobas no muy altas ni tupidas hasta que alcanzamos el Puerto de la Cuencha, como así se llama este collado de 1788 metros de altitud. Unos 20 minutos nos había llevado desde la hoya donde habíamos comido. Desde este collado tuvimos a la vista una pequeña parte del embalse de Luna distinguiéndose uno de los pilares del puente colgante sobre el mismo.
Seguía lloviendo cuando nos echamos al Este, hacia el valle del arroyo Tijera, por un sendero más o menos marcado y limpio de maleza, aunque embarrado. Este valle lo cierra por el Sur la sierra de Los Montes Tijera y por el Norte las laderas del pico Vega Cercada y del Lamazo, ambos ya coronados en otras ocasiones por varios de nosotros. Perdimos altura por el sendero entre las paredes rocosas, y en muchos lugares verticales, de estas cumbres. Pasamos a la vera de un recinto circular con un bajo murete de rocas y ya vimos por delante un refugio hacia el cual nos encaminamos. Estaba en la ladera del valle, algo por encima del fondo del mismo, y vi entonces que un sendero se dirigía a media altura hacia el collado por el que luego teníamos que pasar. Mientras el resto ya se había adelantado y seguían bajando, yo tomé esa senda sin perder altitud y al pasar a la altura del refugio me desvié solo unos pocos metros hasta llegar donde se encontraba a las 16:30 horas. Los compañeros tuvieron que remontar un pequeño tramo tras haber bajado algo más de lo debido por el valle de Tijera, que luego se encajonaba hacia el Sur para terminar directamente en Mirantes de Luna. Como anotación, luego supimos que Javi se había metido por ese desfiladero y tuvo que retroceder al encontrarlo muy cerrado, enfangado y con mucho agua.
El Refugio de Tijera, como así se denomina, se emplaza a una altitud de 1405 metros y hasta allí llevábamos hechos 13,100 km. Se trata de una caseta en muy buen estado con paredes de piedra y cubierta de tejas. Una piedra labrada en la fachada principal indica el nombre del mismo y una fecha, “2010”, posiblemente de la de su reforma. Dentro encontramos una mesa, bancos, chimenea y un camastro. Todo ello, incluida la estancia misma, en buenas condiciones habitables. Nos acomodamos en el interior del mismo mientras poco a poco dejaba de llover en el exterior. Estuvimos descansando y de charla casi una hora y a las 17:15 horas retomamos la marcha encontrándonos varias vacas en las cercanías.
Teníamos que subir ahora hacia el Oeste un pequeño tramo de unos 150 metros hasta el siguiente collado de 1032 metros y sin nombre en los mapas. Desde el mismo nos echamos al valle del arroyo Ojo de la Fuente cerca del cual encontramos a una pareja que intentaba subir con un todoterreno hasta dicho collado, sin conseguirlo finalmente. El barrizal del camino y la pendiente hacían que el vehículo patinase sin avanzar, por lo que desistieron. Más ganado pastaba por esas praderías altas.
Abandonamos poco después el camino que daba más rodeo para atajar por un sendero directo al fondo del valle, aunque volvimos al mismo más abajo. Pasamos un pequeño reducto de bosque, y tras bajar hasta los 1250 metros a lo largo de 1,600 km desde el collado, llegamos a una bifurcación del camino con unos indicadores de la ruta señalizada como “BL SD 08 Xinebral de Mirantes”. El indicador que marcaba el ramal que seguía bajando por el valle informaba de la distancia a Miñera de Luna, 1,400 km, y a la Mina de cinabrio (no visitable), a 0,600 km. Por otro lado, hacia una vaguada que subía al Suroeste nos marcaba a Mirantes de Luna, 1,800 km y al Fortín de la Guerra Civil, 0,800 km.
Tomamos nosotros este último para subir entre praderas y escobas floridas unos 25 metros de desnivel hasta un altiplano por el que seguía el camino, ya convertido casi en senda, antes de llegar al desvío al fortín. Un nuevo indicador marcaba la distancia al mismo, 350 metros. Yo sí quería conocerlo y tan solo Arancha se animó a acercarse también. Subimos suavemente un pequeño tramo antes de comenzar a bajar también muy tendido. Tras recorrer más o menos la distancia indicada en el cartel llegamos a este lugar. Eran las 18:15 horas, llevábamos 15,700 km y estábamos a 1271 metros de altitud.
Los restos de este fortín lo componen varios muretes de piedras de más o menos medio metro de altura media en diferente estado de conservación, aunque sí está claramente definido. Algunas partes se elevan hasta el metro de altura. Por un lado está el muro semicircular externo y otro paralelo algo más interno. En el interior, otro recinto rectangular pegado a un muro recto que une ese semicírculo. Esta pared recta “mira” hacia el pantano de Luna, situado justo debajo. Al otro lado del mismo, y casi enfrente de este lugar, se puede ver Mallo de Luna. En las laderas se aprecia el gran bosque de sabinas que cubre buena parte de esta zona del pantano. Un cartel informativo con una ilustración describe la historia y función de este fuerte de defensa usado durante la Guerra Civil Española en los años 1936 y 1937.
Estuvimos unos minutos viendo este recinto y la bonita panorámica desde el mismo antes de emprender el regreso al sendero principal. Éste pasaba luego unos metros por debajo el fortín, pero como no sabíamos como estaría la ladera de cerrada hasta el mismo, era mejor no arriesgarse a atajar. Desde el cruce se comenzaba a bajar hacia Mirantes, ya cercano en línea recta, pero no siguiendo el sendero que daba un buen rodeo por la ladera. Al poco de comenzar a bajar nos encontramos a Juan y su hermano esperándonos. Ya los cuatro continuamos perdiendo altura mientras trazábamos un par de zigzag cerrados. Al Oeste se puede ver desde ese sendero la cantera situada en la ladera de uno de los valles.
No muy lejos del final de la ruta comenzamos a ver los primeros restos de las edificaciones del pueblo de Mirantes de Luna, del cual detallaré una breve información. Este pueblo tenía unas 38 viviendas, escuela, cementerio y la iglesia de San Mamés. Los habitantes vivían principalmente de la agricultura, ganadería, pesca y la caza en el valle de Luna. En 1956, con la construcción del pantano para el riego de las comarcas del Órbigo y Páramo, el valle quedó abnegado por sus aguas, y con ello todos los pastos, huertas y campos de labor del pueblo. Aunque éste en sí se libró de quedar bajo las aguas al estar por encima del nivel del pantano, la destrucción de esos recursos y muchos de los caminos de comunicación con otras localidades, terminó por provocar la despoblación total de Mirantes de Luna. El Club Náutico de León, que se emplaza a la vera del pantano, se creó en los años setenta, siendo un club privado para la práctica de deportes náuticos en el embalse.
Nos encontramos, como apunté, con los primeros restos de las edificaciones del pueblo, todas de piedra y medio engullidas por la maleza. Ya cerca de la carretera se encuentran las ruinas de la iglesia de San Mamés con parte de los muros y la espadaña en pie. Delante de la misma se puede ver un enorme tejo al que se le calculan unos 300 años, datándose la iglesia de 1888. Escasos metros nos separaban de la explanada donde teníamos la furgoneta y donde terminamos la ruta a las 19:05 horas. 17,500 km recorridos con un desnivel acumulado de 1018 metros daba como datos principales el GPS.
Desde que abandonamos el refugio de La Tijera había ido despejándose el cielo casi por completo de nubes y ahora lucía el sol, favoreciendo poder cambiarnos cómodamente. En la fuente cercana limpiamos un poco las botas, polainas, etc. antes de emprender el viaje de regreso a las 19:35 horas con una temperatura de 20º C. Rodeamos el pantano hasta llegar a la presa del mismo parando en el bar que hay allí cerca. Sin entrar en detalles, nos tomamos una consumición, ya por que habíamos entrado y pedido, y continuamos el regreso. En un tramo anterior a La Magdalena nos encontramos los restos de una fuerte granizada en la carretera y terreno colindante. Anteriormente ya me había dicho Javi por teléfono que él se había encontrado totalmente blanco el asfalto cuando pasó. Ahora apenas quedaban algunos rastros de dicha granizada, que luego supimos, había provocado incidencias también en la autopista cercana.
Nos desviamos un poco hacia Canales donde paramos de nuevo a tomar otro refrigerio, o dos, en el bar habitual, y sin comparación con el anterior. La primera ronda la tomamos en la terraza, pero se ponía fresco y entramos. No había mucha prisa y la estancia en dicho lugar se alargó hasta las 21:50 horas, que ya a estas alturas del año era aún de día. 12º C marcaba el termómetro de la furgoneta. Sin novedades hicimos el viaje de regreso y llegamos a León donde fueron quedando los compañeros, llegando yo a Armunia a las 22:55 horas. 13º C marcaba ese mismo termómetro a esa hora.
Una nueva ruta de nuestro grupo de montaña, en esta ocasión con la fuerte tormenta como circunstancia a destacar, pero con resultado fructífero y disfrutada en gran parte.



MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTA WIKILOC:

Powered by Wikiloc

MAPA RASTER


VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

LEÓN

DESAYUNO EN CANALES


LUNA


MIRANTES DE LUNA (1118 m)





DESVÍO HACIA EL VALLE DE MIRANTES

PANTANO Y MALLO DE LUNA



PRIMAVERA


COLLADO ENTRE VALLES


VALLE DE BORBUSENDE

REFUGIO DE BORBUSENDE





VEGAS DEL PALOMAR Y MONTES TIJERA




HACIA EL COLLADO

VEGAS DEL PALOMAR Y COLLADO




HACIA LA PRIMERA CUMBRE

VEMOS EL ALTO DE SAÑEDO

VALLE DEL ARROYO DE LOS CALDERONES AL SUR


PANORÁMICA DESDE EL ALTO DE SAÑEDO AL SUR

LLEGAN LOS COMPAÑEROS

ALTO DE SAÑEDO (1792 m)

VISTA Y TORMENTA AL NORTE


DESTREPANDO

NUBARRONES

COLLADO DE SAÑEDO

POR LOS MONTES TIJERA



SE OSCURECE

CORRAL BAJO LAS CUMBRES


PANTANO DE LUNA Y MALLO DE LUNA

POR LA FALDA NORTE






ALTO DE LOS REFOYOS (1858 m)





REFUGIO EN LA HOYA

JAVI BAJANDO A LA HOYA

LA CUMBRE DESDE EL ABRIGO

COMIENDO

FUERTE TORMENTA

SALIMOS DEL REFUGIO ROCOSO


CORRALES DEL CONDE


COLLADO PUERTO DE LA CUENCHA

VALLE DE TIJERA







REFUGIO DE TIJERA




COLLADO ENTRE VALLES

VALLE DEL ARROYO OJO DE LA FUENTE




DESVÍO

FUENTE



FORTÍN









BAJANDO A MIRANTES DE LUNA




CLUB NAÚTICO ENTRE ARBOLEDA


RUINAS DE MIRANTES DE LUNA



IGLESIA DE SAN MAMÉS





TEJO CENTENARIO


FIN DE RUTA


REGRESO


UN MERECIDO REFRIGERIO EN CANALES

LUNA EN ARMUNIA

ARMUNIA


No hay comentarios:

Publicar un comentario