martes, 24 de octubre de 2023

HAYEDO DE CANSECO Y PICO PEREDILLA - 21-10-23

 


4ª TRAVESÍA POR EL “HAYEDO DE CANSECO”. 3ª ASCENSIÓN AL “PEREDILLA”.

21-10-23        (Sábado)

Hemos salido en esta ocasión para disfrutar de uno de los paisajes otoñales más bonitos de nuestra provincia, el hayedo de Canseco. Aunque el recorrido por el mismo no es muy extenso, salvo internándose ya fuera de sendas y caminos, su belleza queda reflejada durante dicho trayecto. Ya avanzo que, contrariamente a lo que yo pensaba, el colorido aún no se mostró todo lo espectacular que cabía esperar, manteniéndose la arboleda demasiado verde. Ampliamos esta travesía con la ascensión al pico Peredilla y el resto de ruta circular por la base de la sierra del mismo.
Con 4º C en el exterior salía de casa a las 8:15 horas para recoger a los dos compañeros que iban conmigo, José Luis y Juan, tras la baja de última hora de otros dos participantes. Por su parte, Javi F. lo haría más tarde en su coche. Algunas nubes cubrían el cielo hacia el Norte mientras avanzamos por la carretera del Torío. Emergía por delante el pico Polvoreda bajo el cual las nieblas ocultaban su falda y ya cerca de Robles de la Valcueva nos envolvieron las mismas durante un pequeño tramo. Nos detuvimos en La Estación de Matallana a tomar un café en un bar que vimos abierto y que resultó no tener servicio de cafetería en esos momentos. Con las mismas continuamos la marcha dejando atrás Vegacervera y cruzando las impresionantes hoces hasta llegar a Cármenes donde sí tomamos ese café. De nuevo en ruta avanzamos por la carretera hasta llegar a Pontedo donde nos desviamos a Canseco por la estrecha vía que llega a dicho pueblo tras 4,000 km desde ese desvío. Eran entonces las 9:50 horas y el termómetro de la furgoneta marcaba 3º C.
Aparcamos en la plaza, al lado de una zona verde, y enseguida nos vimos rodeados de varios perros, entre ellos un bonito mastín, que acompañaban a un vecino con el que conversamos un rato. Con ellos rondando nos preparamos para la ruta, y tras una foto de grupo, iniciamos la misma a las 10:10 horas y a una altitud de 1243 metros. Dejamos atrás la Capilla Blanca de San Roque, una bonita ermita con facha de dicho color, y salimos de Canseco por la misma única carretera que llega a este pueblo. Al poco vimos llegar a Javi F. con el que hablamos un momento y que continuó para aparcar en el pueblo y seguirnos.
El sol aparecía por el Sudeste iluminando los verdes prados. Enseguida entramos en el estrecho desfiladero rocoso en el que se encajona la carretera y el río De Torío sobre el cual vimos un primer puente de piedra que lo cruzaba. Por nuestra derecha se elevaban los paredones rocosos con numerosos huecos y estratos veteados de color. Tras recorrer algo menos de 1,500 km llegamos a un segundo puente por el que teníamos que cruzar y donde alcanzamos a un grupo de cuatro personas que seguían la misma ruta, por lo que veíamos.
Entramos en un ancho camino ascendente que se fue desviando de la carretera para meterse hacia el valle del arroyo del Monte Bodón. Pasamos al lado de unas torretas del tendido eléctrico y seguimos subiendo mientras girábamos un poco a Sur. Por delante teníamos una loma cubierta por pinares que destacaban por su verdor. Poco a poco fueron apareciendo en ese paisaje las hayas, comprobando ya lo que adelanté antes, que el colorido aún no era otoñal del todo. Otras especies sí tenían la hoja más amarillenta, pero no las hayas en las que apenas se notaba dicho tono ocre. Cubrían la falda de la sierra en la que se emplaza el pico Bodón, de Cármenes, que teníamos frente a nosotros ahora, y el Peredilla, más al Este.
Llevábamos 2,500 km cuando entramos en el hayedo y el camino se tapizó de hojas caídas. Algunos corros de hayas estaban más amarillentas que el resto, que se mantenían verdes. El sol se colaba entre todo ello creando bonitas postales. No faltaban en ese cuadro los enormes troncos retorcidos de los ejemplares más viejos que el musgo además cubría por su verde manto. Grandes rocas moteaban igualmente el suelo de este bosque por el que bajaba el arroyo del Monte Bodón paralelo al camino que seguía ganando altura. Poco a poco fueron apareciendo en el suelo las setas, una de las especies vegetales más típicas del otoño, encontrando diferentes variedades de las mismas. Durante un rato fuimos a la par del grupo que habíamos encontrado anteriormente hasta que se adelantaron en una parada que hicimos. Las nubes seguían cruzando movidas por el viento y cuando tapaban el sol el bosque se oscurecía bastante.
Nosotros llevábamos un par de tracks en el GPS, uno con la ruta que habíamos hecho hace unos años en la que recorrimos este hayedo y subimos a las cumbres del Bodón de Cármenes y el Peredilla, y otra de alguien que había hecho una circular por el hayedo sin las cumbres y por la falda de la sierra. Aquí anoto que por mi parte aún no me había recuperado por completo del malestar físico que me había impedido realizar completamente la ruta anterior y que persistía, si bien no tan acentuado por las medidas tomadas y el tratamiento hecho. Incluso había atrasado ésta ruta una semana. Al comienzo de la marcha sí había notado ese cansancio, aunque poco a poco fui recuperando, incluso para animarme a subir a la cumbre alcanzada, y que llevábamos como opcional. Por otro lado, Javi F. aún no nos había alcanzado, aunque más tarde, y por una aplicación del móvil de seguimiento en vivo que activó, supimos por donde estaba. Se había desviado un poco hacia la falda del Bodón por el medio del bosque, rectificando el rumbo más adelante sin llegar a dicha cumbre. Nosotros, disfrutando de todo ese espectacular paraje del hayedo, fuimos ganando altura y terminamos saliendo del mismo a una altitud de más o menos 1545 metros, cuando eran las 11:45 horas y habiendo hecho 4,000 km.
El paisaje se abrió hacia atrás apareciendo la “cercana” cumbre del pico Majao y varias más lejanas de la zona alta entre el Torío y el Bernesga que luego detallaré. Habíamos abandonado ya el ancho camino y llegamos a un punto ya algo por encima del collado que comunica el valle del arroyo del Monte Bodón con el del arroyo de Farónlla. La primera ruta que hice por este hayedo fue invernal con nieve y bajamos por dicho arroyo, que más abajo se encajona, y que nos dificultó el paso teniendo que trazar altibajos para sortear el cauce en ese tramo angosto.
Nos metimos ahora por veredas de la falda Nordeste del Bodón con dirección al collado entre esta cumbre y el Peredilla al que nos dirigíamos. Divisamos desde esa zona las numerosas pistas recientes que han abierto en los valles y por las que hace algo más de un mes caminamos en la ruta desde Redilluera a la Peña Constante, el Rubio, etc. Luego bajaríamos a ellas también. En un par de lomas vimos de hecho maquinaria parada.
Ladeamos por veredas o campo a través ganando altura hacia el collado al que llegamos a las 12:20 horas y tras 4,900 km. Desde este paso de 1701 metros divisamos el valle al Sur con Pedrosa en él. Iniciamos entonces la subida directa a la cumbre por la pendiente loma echándonos al Sur siguiendo sendas y veredas. En la parte alta ya veíamos el vértice geodésico. La cima del Peredilla es rocosa y no tardamos en meternos en la caliza. Sin ofrecer una dificultad destacada para cualquier montañero algo habituado, sí tiene pequeñas trepadas que hay que superar ayudado por las manos. Ahora vemos de nuevo en el valle Sur el pueblo de Genicera medio oculto por la ladera de la sierra.
A las 12:50 horas, tras 5,500 km, llegamos a la cumbre del pico Peredilla con sus 1812 metros de altitud. Sin ser una cima de destacada cota, las vistas son bastante amplias. La sierra en la que se emplaza cruza desde el Curueño al Torío y divisamos todas las cumbres desde ese punto. El Bodón de Lugueros, Cueto Cabañas, Peña de Los Picos, Peña del Monte, Peña del Rubio, Peredilla y Bodón de Cármenes. Solo me queda por subir de todas ellas la Peña del Monte, que nos quedó pendiente hace dos salidas. Este año hemos subido cuatro de ellas en tres rutas.
Por el Sur, tras el valle que baja desde la Collada de Valdeteja a Villamanín, se alza la sierra con cumbres como el Cueto Calvo, Cueto Las Palomas, Peña Las Tablas, Sáncenas, etc. Un poco más al Suroeste vemos el Machamedio y el Machacao o Fontún. Parte del Valle de Arbás también aparece con algunas cumbres del mismo como las Tres Marías, Barragana o las Peñas de Prado entre otras. Por el Oeste, Los Currillines, Brañacaballo, Aguazones, o el piramidal Estorvín. Detrás, más alejadas, las Ubiñas cubiertas ya por una blanca capa de nieve y una boina de nieblas. Más próximos, por el Norte, el Majao, Morala, Canales, Albazosa o Palombero. Al Este se acertaba a ver la Forqueta de Arintero y Lugueros en la base Norte del Bodón. Al Sur de éste, parte del valle de Valverde y Valdeteja. Desde la cumbre teníamos ahora Lavandera justo bajo nosotros también en esa orientación.
Unos 20 minutos después de llegar nosotros lo hizo Javi F. Como no tenía intención de parar mucho tiempo, nos hemos sacado unas fotos de grupo en el vértice geodésico y continuó la marcha bajando por la arista Este. El resto nos hemos acomodado a la abrigada para comer. Estaba muy fresco con viento que traía incluso algunas chispas de nieve de los nubarrones que cruzaban rápidos por encima. Pudimos ver durante un momento el arco iris al Norte. Antes de emprender el descenso hemos dejado una tarjeta en un bote entre piedras del que recogimos otra de un grupo asturiano.
A las 14:00 horas iniciamos el descenso nosotros. Mientras que los dos hermanos se echaban a la arista Este, yo me decanté por hacerlo por la canaleta al Sur por donde había subido Javi y luego rodear la roca por su base. Ya juntos de nuevo avanzamos por una senda de la línea cimera en la que encontramos algunos mojones de hormigón que delimitan montes, municipios o pueblos. Fuimos perdiendo altitud muy gradualmente por la misma hasta que ya comenzó a descender más bruscamente hacia el collado de Las Arenas, 1582 m, anterior a la Peña del Rubio. Nos echamos desde el mismo hacia la cercana pista que pasaba por el Norte de la sierra, incorporándonos a ella en pocos minutos a una altitud de 1577 m.
Ya por el camino, bajo la Peña del Rubio, ganamos algo de altitud hacia el collado siguiente, el de Trancosa, 1583 m, desde el cual iniciamos hace mes y medio la subida a esta peña. Seguimos la pista hacia el Norte rodeando un pequeño cerro que nos llevó al collado bajo la Peña Constante al que habíamos llegado tras bajar de la misma en esa ocasión. En ese punto, a 1561 metros, el camino daba un brusco giro para meterse al valle del arroyo Foceoscura. Dicho arroyo desemboca en el de Cascaro, valle por el que íbamos a bajar, pero el paso entre uno y otro se veía bastante cerrado.
El track que llevábamos como referencia rodeaba la Peña Constante por su cara Oeste y así nos metimos a la loma, de momento campo a través entre algunas escobas y matorral bajo. Subimos unos metros y enlazamos enseguida con una senda a media ladera que fue circunvalando dicha cumbre mientras se escapaban ahora algunas gotas de agua. Los nubarrones se cerraban al Sur con cortinas de lluvia mientras al Norte los cielos estaban más despejados. Hacia esta orientación rodeamos la peña y apareció a la vista el refugio de pastores situado bajo el collado de Canseco, en el valle del arroyo Cascaro. Se emplazaba en un altozano de este valle con verde pradera en la que había varias vacas tumbadas en la hierba. Hacia él nos encaminamos bajando más bruscamente hasta llegar a su vera cuando eran las 15:40 horas y tras un total de 9,400 km hechos.
Este pequeño refugio se emplaza a 1470 metros de altitud y se trata de una caseta de pastores dentro de la cual hay una chimenea, camastros y algunos enseres. Apenas nos detuvimos allí antes de seguir la ruta, que según el track seguía un tramo hacia el Oeste, dirección al collado de Canseco que veíamos desde allí a escasos 700 metros y a unos 70 metros por encima. Por la loma de la Peña Constante vimos bajar a un montañero que se metió hacia el valle. Nosotros cruzamos entre el ganado y también nos echamos al fondo del valle por una pequeña canal medio rocosa que nos llevó al ancho camino que baja del collado y ya se dirige a Canseco. Eran entonces las 16:00 horas, estábamos a 1413 metros de altitud y llevábamos hechos 9,800 km.
Pusimos entonces rumbo al Oeste, hacia el pueblo, marchando por el camino paralelo a un pequeño regato que poco después se une al principal, el arroyo Cascaro, que baja de las faldas del pico La Morala, al Norte. En el valle pueden verse grandes praderías en las que pastaba una manada de caballos con algunos potrines no lejos de un cercado metálico a modo de corral. El camino estaba encharcado y embarrado en algunos puntos. La arboleda no era muy abundante, y al igual que el bosque de hayas, el estado “otoñal” de la misma era muy irregular.
Cruzamos más adelante el cauce por un puente cementado y encontramos un pequeño remolque a la vera del camino. El valle se había encajonado un poco y vimos una pequeña pasarela que cruzaba el arroyo. Tras la misma seguía un camino entre bajos tapiales hacia un desfiladero que subía bajo las paredes rocosas del Sur. Cruzamos nosotros una cinta electrificada para el ganado y tras una curva del camino vimos ya las primeras viviendas del pueblo. A las 16:50 entramos en Palomera, el barrio alto de Canseco, y entre las viviendas avanzamos hacia la parte baja. Yo me desvié un momento para sacar unas fotos de la iglesia de San Pedro, ubicada en un recinto ahora cerrado y con vistas al valle principal. Ya solo retomé la marcha bajando hacia el barrio principal en el que teníamos la furgoneta. Dejé atrás una bonita fuente de piedra y crucé el puente sobre el río De Torío antes de terminar la ruta a las 17:03 horas en la plaza donde ya estaban los dos compañeros. 13,800 km marcaba el GPS con un desnivel acumulado de 698 m.
En un banco pegado a un caserón nos cambiamos cómodamente mientras rondaba por allí el mismo mastín de por la mañana. A las 17:30 horas iniciamos el regreso a León haciendo una parada en Cármenes a tomar un refrigerio y otra más adelante en la Estación de Matallana. Sin novedades seguimos el viaje hasta entrar en León a las 19:00 horas. Tras dejar a los compañeros, llegué a casa cuando daban las 19:35 horas. 12º C marcaba el termómetro de la furgoneta.
Bonita ruta otoñal con bellos paisajes de bosque y panorámicas. En el hayedo, con algo más avanzada la estación, hubiese sido ya perfecto. Aún así, ninguna pega hay que poner a la ruta de esta jornada.

MAPA ESQUEMA


ENLACE RUTA WIKILOC:



VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

GATO MADRUGADOR.....

TRAYECTO






CANSECO


INICIO DE RUTA (1243 m)

CAPILLA BLANCA DE SAN ROQUE


BONITO CONTRALUZ



PUENTE SOBRE EL RÍO DE TORÍO




POR EL VALLE DEL ARROYO MONTE BODÓN

SIERRA DEL BODÓN DE CÁRMENES

EN EL HAYEDO











VISTA DEL VALLE ENTRE EL BOSQUE






VALLE DEL ARROYO MONTE BODÓN

VALLE DEL ARROYO FARÓNLLA Y PICO PEREDILLA

PEDROSA




PEQUEÑAS TREPADAS



PEREDILLA (1812 m)

PANORÁMICA AL NORTE

GENICERA

ARCO IRIS

EN LA CIMA

MIRANDO AL ESTE

COMIENDO - ORIENTACIÓN OESTE

MACIZO DE LAS UBIÑAS NEVADO

LAVANDERA

CUMBRES DEL VALLE DE ARBÁS

VALLE Y CUMBRES AL SUR

BRAÑACABALLO Y OTRAS CIMAS DEL ALTO BERNESGA

VALLE NORTE





DESCENSO

POR LA CRESTA


GENICERA Y CIMAS AL SUR

CARA OESTE DE LA PEÑA DEL RUBIO

POR LA PISTA

VALLE DE FOCEOSCURA Y CUMBRES



RODEANDO LA PEÑA CONSTANTE

VALLE DEL ARROYO CASCARO

REFUGIO DE PASTORES EN EL PRADO PALOMBERA


COLLADO DE CANSECO AL FONDO



VALLE DE CASCARO


BONITA ESTAMPA



OTOÑO EN EL VALLE





BARRIO DE PALOMERA


IGLESIA DE SAN PEDRO





BARRIO PRINCIPAL DE CANSECO

BUENA SIESTA




FIN DE RUTA



BODÓN DESDE CÁRMENES

ARMUNIA


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