EL BLOG DE JAVI GALLEGO: PICO LA MURA

miércoles, 5 de septiembre de 2018

PICO LA MURA - 01-09-18

1ª ASCENSIÓN A LA “MURA” (Boca de Huérgano)

01-09-18 (Sábado)

Iniciamos este mes de septiembre con una ascensión al pico La Mura desde Boca de Huérgano. Desde hace bastante tiempo lo tenía en cumbres pendientes y por fin la he programado. Tan solo José Luis y yo nos decidimos a realizarla, y aunque en algunos momentos se nos complicó un tanto, alcanzamos dicho objetivo.

Alrededor de las 8:30 horas le recogí para emprender el viaje hacia Boca de Huérgano. Por la autovía de Valladolid llegamos a Mansilla tras la reciente apertura de un nuevo tramo de la misma. Allí enlazamos con la nacional hacia Cistierna, localidad que bordeamos por la variante, para continuar hacia Riaño. Cerca de la presa del pantano nos detuvimos a sacar unas fotos antes de continuar la marcha hacia Boca de Huérgano, punto de inicio situado a 1110 metros de altitud. Aprovecho para anotar que estrenaba cámara de fotos, una similar a la anterior que he comprado de segunda mano.

A las 10:00 horas llegábamos a este pueblo aparcando al lado de la carretera general. Allí nos preparamos para la ruta con el cielo despejado por completo y ya calentando. Aparte de la cantimplora, quería llenar una botella con más agua, pero no había fuente cercana. Una vecina se ofreció a llenármela en casa, lo cual le agradecí.

A las 10:25 horas emprendimos la marcha por un camino hacia el Norte pasando cerca de la iglesia del pueblo. En un prado cercano preparaban sillas para celebrar un corro de lucha leonesa. Poco a poco fuimos girando hacia el Oeste mientras ganábamos altura entre matorral y robles. De nuevo viramos al Norte para meternos en el valle del arroyo Remuela desde donde ya vimos la cumbre de La Mura, aunque en esos momentos no sabíamos que lo era. Con el sol ya calentando bien avanzamos hacia el collado que da paso al valle contiguo qua baja hacia Villafrea. Antes de llegar al mismo nos adelantó un joven que llevaba buen paso.

A las 11:15 horas, tras 2,500 Km, alcanzamos este punto de la ruta emplazado a 1341 metros y desde el cual se bifurca un ramal hacia el Roblón del Sestil de la Mata, un enorme ejemplar al hace unos años nos acercamos antes de volver a este collado y bajar por al valle contrario ya mencionado. A este significativo roble hay 400 metros de distancia y decidimos que a la vuelta podíamos acercarnos si nos cuadraba. Por el ramal superior seguimos la marcha mientras nos encontrábamos cada vez más robles de troncos considerables. No tardaron en emerger al Oeste varias cumbres como la del Yordas, Peñas Pintas, Llerenes, etc. Al lado del camino vimos numerosos rollos de vallado y tubos plásticos usados para las plantaciones. Anteriormente habíamos visto varios pinos.

Poco a poco nos fuimos metiendo en un reducto de robles de gran verdor y belleza con troncos muchos deformados y torcidos. Allí se terminó el ancho camino y enlazamos con una senda más pendiente entre la arboleda y matorral tupido y paralela a una alambrada que cruzamos en algunas ocasiones y que subía por la cresta entre valles. Al Oeste fue apareciendo el pantano de Riaño bajo las cumbres antes mencionadas. Entre la arboleda, y al Sudeste, emergió también el Espigüete, que para mi vergüenza y durante un buen rato, equivoqué con el Calar de Las Corcadas, cuando la orientación, altitud, forma, etc, etc, son inequívocas.

Continuamos por aquel sendero siguiendo un track del GPS viendo como poco a poco la maleza lo invadía y lo hacía infranqueable. De pronto vi que nos habíamos desviado de dicho track algo más abajo e intentamos rectificar sin perder altura. Imposible. Ni con machete se podía avanzar por allí. No muchas veces he peleado con los matorrales como en esos momentos. Ni hacia abajo se hacía factible. Después de un buen rato luchando contra esa jungla volvimos al sendero para rectificar la dirección. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que había perdido el reloj. Por supuesto inútil intentar buscarlo.

Retomamos la marcha siguiendo la ruta del GPS por otro sendero que para nuestra sorpresa se volvió a perder de nuevo entre todo el matorral, aunque esta vez sin desviarnos del mismo. Como pudimos salimos de allí hacia una vaguada más abierta por la que veíamos una especie de senda bastante pendiente, pero despejada. Por ella retomamos la subida cuando eran las 13:10 horas y estando a 1589 metros de altitud. La cumbre tenía 1973 m. En esta pendiente encontramos algún regato con algo de agua que apenas corría.

Ganamos altura rápidamente hasta encontrar un sendero trasversal que cogimos para dirigirnos hacia la cresta que antes habíamos abandonado entre el matorral. Las escobas no eran tan tupidas, aunque no se hacía del todo cómodo la subida. No tardamos en divisar la cumbre de La Mura ya no lejana. En línea recta teníamos demasiadas escobas, por lo que había que subir hacia la cumbre que teníamos de frente para crestear luego. A la sombra de unas rocas paramos unos minutos y tomamos un tentempié. Eran las 14:20 horas y estábamos a 1795 m de altitud.

Unos 20 minutos después retomamos la marcha hacia esa primera cima que no llegamos a coronar rodeándola por la izquierda entre grandes rocas. Ya en la cresta entre cumbres se suavizó la pendiente hasta el último tramo pedregoso que subimos muy cómodamente llegando a la cima del pico La Mura a las 15:35 horas tras 8,100 Km hechos. La altitud de esa cima es de 1973 metros y en ella encontramos un monolito de piedras sin señal alguna ni tarjetas dejadas anteriormente.

A la poca sombra al Este nos acomodamos para comer disfrutando del amplio paisaje que divisábamos en redondo. Por citar algunas cumbres: Espigüete, Peña Corada, Las Pintas, Yordas, Murcia, Tres Provincias, Vallines, Calar de las Corcadas, Peña Ten, así como parte de los tres macizos de Picos de Europa. Veíamos Riaño y algún pueblo cercano. En las praderías de la parte baja pastaban vacas y caballos. Algunas nubes habían ido apareciendo ocultando el sol durante breves momentos. Algunas de ellas formaban un bello cuadro sobre el Espigüete.

Nos sacamos unas fotos en la cumbre y dejamos nuestra tarjeta antes de emprender el descenso a las 16:35 horas. Pasamos el tramo de grandes rocas y ya en la pradería vio José Luis una pequeña culebrilla que pude fotografiar en parte antes de esconderse entre los matojos. De nuevo rodeamos la cima siguiente para seguir bajando paralelos a la alambrada. De casualidad vi una telaraña con una araña considerable en medio y que me la llevaba por delante de pleno. Nos volvimos a desviar a media altura hacia la vaguada de subida por la que descendimos más o menos bien hasta salir al ancho camino de por la mañana. El calor era considerable y se nos terminó el agua a ambos. Él había llevado dos litros y una lata y yo uno y medio y otra lata. Al menos ya era todo bajada, salvo un pequeño tramo.

Continuamos el descenso por el camino hacia el collado dejando a un lado un ramal que comunicaba con el valle de Villafrea. Abandonamos la idea de acercarnos a ver el Roblón del Sestil dado el calor que hacía y sin agua. A las 18:10 horas llegamos al collado desde el cual se sube un pequeño tramo antes de emprender el descenso definitivo. Echando la vista atrás vimos la cumbre ahora ya identificada. Tras un doble giro del camino divisamos Boca de Huérgano bajo nosotros. Ya con ganas de terminar hicimos este último tramo antes de entrar en el pueblo a las 18:38 horas. Escasos cinco minutos después terminábamos la ruta en la furgoneta. El GPS daba estos datos: 14,600 Km hechos y 1012 metros acumulados de desnivel.

Nos cambiamos y nos acercamos al bar a saciar la sed. Estuvimos luego unos minutos sentados en un banco cercano de relax. A las 19:05 h emprendimos el regreso a León. Sin novedades hicimos este trayecto y a las 20:35 horas dejaba a José Luis en casa llegando a la mía 10 minutos más tarde.

Una nueva jornada más de montaña en la que he sumado una cima a mi lista que va aumentando mes a mes, conllevando con ello los paisajes desde ellas disfrutados, que al fin y al cabo es la finalidad principal de su ascensión, al menos por mi parte.

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