viernes, 13 de mayo de 2016

PEÑA CORADA - CISTIERNA - 08-05-16

5ª ASCENSIÓN A “PEÑA CORADA” (Cistierna)

08-05-16                  (Domingo)

Este domingo hemos marchado hasta Cistierna para ascender a Peña Corada, otra cumbre muy conocida por los montañeros leoneses. Yo la he subido en 4 ocasiones anteriores, la última de ellas nocturna. La climatología fue pésima, como ya esperábamos, con lluvia casi constante, niebla y bastante frío en la parte alta.
A las 9:00 horas nos juntamos en Guzmán tres de los cuatro participantes de la ruta: Álvaro, Piedad y yo, mientras que en Cistierna se nos uniría Tomás, un amigo de ella. Acompañados por la lluvia salimos de la ciudad por la carretera de Santander hacia Barrio de Nuestra Señora donde giramos a Boñar. Antes de entrar a éste volvimos a cambiar de dirección para pasar el valle de Sabero y salir a la nacional 2 kilómetros por encima de Cistierna.
En una hora entramos en esta localidad aparcando en la plaza del Ayuntamiento de donde hacía pocos minutos había salido una carrera ciclista de montaña que rodeaba el macizo de Peña Corada. Allí estaba Tomás y juntos tomamos un café en un bar cercano. Luego nos preparamos en un soportal cercano antes de acercarnos con la furgoneta hasta el paraje de la Fuente de San Guillermo donde aparcamos para comenzar la ruta sobre las 11:00 horas. En ese punto estábamos a 980 metros de altitud.
Por el asfalto seguimos la calle hasta llegar a un edificio de pisos rodeándolo hacia la parte trasera. Allí vimos que se terminaba la calle y que habíamos dejado atrás el desvío, por lo que retrocedimos hasta un sendero por la ladera de pradería donde encontramos una señal con la inscripción “Ruta 4 – Perimetral Peña Corada”. Por dicha senda fuimos ascendiendo paralelos a un arroyo hasta que vimos como giraba hacia el lado contrario al que queríamos ir y cambiamos de dirección. Yo llevaba la ruta metida en el GPS y queríamos enlazar con ella cuanto antes. Tuvimos que remontar un tramo de fuerte pendiente hasta salir al ancho camino que debíamos seguir. Por el mismo habíamos ascendido la última vez de noche en el 2006.
No tardamos en encontrarnos estacas con banderillas rojas marcando el circuito de los ciclistas, que iban a bajar por allí. Nos metimos entre pinares de rectos y altos troncos a ambos lados del camino. Nos pasó en este tramo un todoterreno de la organización de dicha carrera poco antes de llegar a la bifurcación de la ermita de San Guillermo por la derecha. La lluvia seguía constante y el camino embarrado con ella. Poco a poco fuimos metiéndonos en la niebla y cruzamos un badén cercano a un murete de cemento del que caía un chorro de agua. Un nuevo vehículo nos rebasó hacia la parte alta antes de llegar a la bifurcación del mirador de Los Rejos, situado a 1,600 Km, y al que en alguna ocasión anterior hemos subido. Hasta este punto llevábamos 3,000 Km y la altitud era de 1243 m.
Un indicador de madera señalaba este punto y en el ramal derecho, Peña Corada y Tejo de Peña Corada. El siguiente tramo entre pinares lo hicimos pisando una gran alfombra mullida de hojas en el camino a cuya vera comenzamos a ver las primeras hayas de esta parte del bosque. Algunas tenían troncos descomunales y de formas retorcidas. A las 12:10 horas llegamos al cruce con el arroyo Redimora donde abandonamos el camino para meternos por un sendero de fuerte inclinación paralelo al cauce. En éste vimos una pequeña presa con un cartel que indicaba la captación de aguas “El Travesal”. Seguía la lluvia y había tramos donde el barro del sendero patinaba como hielo. Hicimos una parada para tomar un tentempié antes de llegar poco después a una fuente con pilón situada a 1397 metros de altitud. Eran las 12:35 horas y llevábamos 3,800 Km.
Escasos 30 metros por encima se encuentra el collado de Redimora donde una alambrada dividía las dos vertientes. La visibilidad era casi nula por la niebla limitándose a unos 200 ó 300 metros. El sendero se empinaba aún más en este siguiente tramo donde el barro nos hacía dar un patinazo tras otro. Los pinos y las hayas se mezclaban en el paisaje. Algunas pinturas amarillas y señales de madera nos iban indicando la ruta. Sin éstas y el GPS la orientación se podría complicar mucho.
Ya bastante arriba fuimos cambiando la dirección hacia el Este para alcanzar la parte alta de la sierra a una altitud de 1640 metros cuando eran las 13:30 horas y tras 5,000 Km. Aún nos restaban 2,000 Km hasta la cumbre y 200 metros de desnivel, aunque con las subidas y bajadas, eran más.
En esa parte alta la lluvia venía con viento fuerte y bastante fresco. En algunos puntos el GPS nos fue de gran ayuda ya que algunos picachos laterales de la sierra nos podían desorientar. Sí encontramos algunas señales más que también ayudaban. Rodeamos varias de esas antecimas, casi todas por el Sur, y subimos y bajamos otras. Llegó un momento en que no sentía las manos y hasta me dolían. Aunque sabía que iba a llover mucho, no pensé que la temperatura fuese tan fría y no había llevado guantes. Gracias a Álvaro que llevaba otro par de ellos en la mochila recuperé un poco la temperatura. El viento contribuía a subir la sensación de frío.
A las 15:00 horas alcanzamos la cumbre de Peña Corada con una altitud de 1835 metros y tras 7,300 Km caminados. En la cima hay un par de buzones con placas y un punto geodésico. La visibilidad era nula por la niebla cerrada, pero al menos apenas llovía en ese momento. Nos sacamos una foto de grupo y nos metimos a la abrigada para comer. Mientras lo hacíamos vimos como se iba abriendo el paisaje hacia el Sur pudiendo distinguir varios pueblos del valle de la Guzpeña.
Dejamos nuestra tarjeta en uno de los buzones antes de emprender el descenso a las 16:15 horas. Entre la niebla que aún se cerraba al Norte vimos un pequeño nevero unos metros por debajo. Seguimos el mismo sendero hasta que en un punto nos desviamos por la parte contraria a la de subida, aunque siguiendo senderos bastante marcados. Además ahora nos orientábamos mejor ya que poco a poco fue abriendo también hacia el Norte dejándonos disfrutar de una panorámica impresionante después de tanta “ceguera”. Eran numerosas las cumbres que contábamos hacia esa orientación: Susarón, Mampodres, Yordas o Peñas Pintas, y más cercanas, Moro, Peña Rionda o Cerroso entre unas cuantas más. Algunas muy alejadas de la zona de Riaño o San Glorio estaban cubiertas por la niebla, así como el macizo del Espigüete y Murcia. En los valles más cercanos veíamos Fuentes de Peña Corada o La Mata de Monteagudo y el valle de Sabero prácticamente en su totalidad.
Llegamos a una zona de hoyos donde a la subida la niebla nos hubiese despistado de no llevar el GPS. En uno de ellos vimos ahora una lagunilla que dejamos a nuestra derecha, cerca de un sumidero pegado a la roca. Subimos unos metros para salvar el desnivel de esta hondonada hasta meternos de nuevo en la cresta, aunque de continuo nos desviábamos de ella siguiendo el sendero que las rodeaba en varias ocasiones.
No tardando, pasando una zona de rocas un tanto afiladas, me ocurrió la primera incidencia. Rocé el pantalón impermeable con una de ellas haciéndole un gran “7” en la pernera. Me fastidió mucho ya que hace cuatro días que lo había estrenado y no me salió barato que digamos. De todas formas fue un poco por imprudencia al no llevarlos debajo de las polainas. Dejamos atrás este risco y enseguida emprendimos el fuerte descenso por el sendero resbaladizo y empinado hacia el collado Redimora. Con mucho cuidado para no patinar fuimos perdiendo altura viendo al poco otro sendero que bajaba más perpendicular por la derecha. Pues bien, Álvaro y yo, que íbamos un poco por detrás, nos desviamos hacia éste. No habíamos recorrido ni 50 metros cuando resbalé y me di un fuerte golpe en el muslo izquierdo provocándome además herida, que ya vi cuando me cambié abajo. Para colmo, caí sobre la cremallera de la pernera del mismo pantalón y rompió algún diente de la misma. Sin comentarios. Ahora, unos días después, he conseguido hacerle unos arreglos con cinta americana por el interior y ajusté la cremallera quitando algún diente. A ver lo que me dura.
Llegamos al collado a las 18:30 horas y nos metimos a la vaguada del arroyo Redimora. Tras varios metros recorridos nos dimos cuenta que íbamos por el camino en vez de por el sendero de subida. Los dos iban paralelos, aunque éste daba un poco más de rodeo. Al subir nos habíamos guiado de la ruta del GPS sin dar cuenta de este camino. A la vera del mismo encontramos más árboles de bellas formas y retorcidos troncos, pero lo que me pareció bonito de verdad fue ver la ladera contraria del valle tapizada por las hayas de color verde claro y rodeadas totalmente por pinos más oscuros. La panorámica que saqué de ello es realmente destacable.
No tardamos en escuchar los truenos de una tormenta que había oscurecido el cielo totalmente hacia el Oeste. Durante la bajada se mantuvo sin lluvia la mayoría del tiempo salvo algunos ratos aislados. Tras una curva del camino llegamos al cruce del arroyo donde por la mañana nos habíamos desviado a la vaguada. Nos metimos entre los altos pinos y el firme alfombrado de hojas hasta llegar a la bifurcación del mirador de Los Rejos. A partir de allí vimos en el barro del camino las marcas de las rodadas de los ciclistas que ya habían bajado hacia Cistierna. En el siguiente desvío tomamos el ramal hacia la ermita de San Guillermo, distante 1,000 Km. La primera mitad de este tramo se hace por camino dejando atrás un antiguo corral antes de que un indicador nos desviara hacia una senda entre el pinar. A través de las hileras de troncos vimos parte de Cistierna en la parte baja.
Pasamos cerca de algunos riscos aislados de roca de la que salían varios árboles entre las grietas. El último tramo estaba muy empinado y han colocado tablillas de madera a modo de escalones. Tomás y Piedad ya estaban en la explanada de la ermita, pero nosotros decidimos subir hasta el mirador situado justo encima de la misma. A las 19:40 horas llegamos a esta atalaya con bonitas vistas de Cistierna y emplazado en la vaguada del arroyo Vertiente de San Guillermo. Al final subieron ellos dos también y picamos un tentempié allí mismo.
Tras unos minutos emprendimos el descenso hacia la ermita, aunque la definiría mejor como capilla. Está integrada en la roca y dentro hay un altar con la imagen del santo. Fuera hay una explanada adoquinada de piedra y protegida del valle por una valla metálica lo largo de la cual hay una inscripción troquelada. A un lado de la ermita hay una fuente y algo por detrás una caseta de aguas. Vimos todo ello y retomamos el descenso por un camino muy adecentado con barandilla de madera y varios desagües trasversales para evitar su deterioro. El mismo nos sacó directamente donde teníamos los coches, cerca de la fuente y una explanada cementada con un tendejón de madera en medio. Un letrero en él rezada “Plaza Amable de Dios”. A las 20:10 horas finalizábamos la ruta tras 15,000 Km recorridos y un desnivel acumulado de 1000 metros.    
Allí mismo nos cambiamos y en el arroyo cercano lavamos las botas y polainas un poco. Fue cuando vi la herida que me había hecho al caer. Ya cómodos bajamos con los coches hacia el centro y en otro bar de la plaza del Ayuntamiento tomamos unas consumiciones mientras charlábamos un rato. Piedad, que tiene familia en Cistierna, quedaba allí con Tomás, mientras Álvaro y yo emprendíamos el regreso a las 21:15 horas.
Durante el trayecto tuvimos ratos en los que la lluvia arreciaba tanto que nos hizo bajar la velocidad al mínimo. Volvimos de nuevo por Boñar y en Barrio nos desviamos por la carretera de Santander. A las 22:30 horas llegamos a Guzmán donde me despedí de Álvaro llegando a casa minutos más tarde con la lluvia incesante aún.
Aunque la climatología no fue la mejor aliada en esta jornada, los ratos despejados nos hicieron disfrutar más si cabe de la misma.                      


MAPA ESQUEMA

ENLACE RUTAGPS:

ARMUNIA
LEÓN
TRAYECTO A CISTIERNA

CISTIERNA
EL DILUVIO UNIVERSAL
PLAZA DEL AYUNTAMIENTO
COMIENZO DE LA RUTA
SENDERO DE ENLACE AL CAMINO

ANCHA PISTA


BIFURCACIÓN
ENTRE PINARES

ARROYO REDIMORA




EN LA CRESTA



CUMBRE DE PEÑA CORADA






VISTA AL SUR
PANORÁMICA AL OESTE

ZONA DE HONDONADAS


FUENTES DE PEÑACORADA Y CUMBRES CERCANAS

SABERO
BORRASCA SOBRE EL VALLE DE SABERO
EL PANTALÓN HECHO UN "SIETE"
VISTA AL NORTE
FUENTES DE PEÑA CORADA CON EL MORO Y PEDROSO DETRÁS
COLLADO REDIMORA
TORMENTA AL OESTE
BELLA VISTA DEL VALLE
EN LA PISTA



CISTIERNA ENTRE PINARES

DESDE EL MIRADOR

ERMITA DE SAN GUILLERMO




TRAMO FINAL DE LA RUTA


"HERIDA DE GUERRA"
CISTIERNA

SIGUE LLOVIENDO EN LEÓN


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