lunes, 25 de febrero de 2002

CASASUERTES - PORTILLA DE LA REINA 24-02-02

 


1ª TRAVESIA "CASASUERTES-PORTILLA DE LA REINA".

24-02-02          (Domingo)

Aunque no incluida dentro del calendario de actividades del club, hemos realizado esta travesía con la intención de estudiarla con miras al IV Encuentro de Montañeros Leoneses que este año organizamos nosotros junto con la Delegación Leonesa de Montañismo. Tras haber concretado un poco el tema de la fiesta el miércoles pasado con Luis, un miembro de la Junta Vecinal de Portilla, este día hemos hecho la marcha entre los dos pueblos. Dado el compromiso de la mayoría de los componentes habituales del club para participar en esta excursión, nos decidimos a alquilar un microbús de 22 plazas de las cuales solo 4 quedaron libres. El resultado fue positivo del todo y el transcurso de la jornada fue como sigue.
A las 7:30 horas llegaba el microbús a la plaza de la Iglesia de Armunia donde estábamos esperando cuatro personas. A partir de aquí recogió a otra frente al Bosco, tres en el Crucero y al resto en Guzmán. Los 18 participantes éramos: Carlos G., José H., Miguel, Antelmo, Angel, Shella, Pepe, Librada, Marisa, Jorge, Sonia, Roberto, Antonio, Omar, Pablo, Cristina, José F. y yo.
A las 8:00 horas emprendimos la marcha hacia Casasuertes, comienzo de la ruta. Como algunos no habíamos cogido pan, decidimos parar en Riaño a comprarlo y de paso estirar las piernas un poco. Pues bien, no encontramos ninguna tienda abierta ya demás allí no hacen pan alguno. Preguntando dónde lo podíamos conseguir, nos indicaron una panadería en Vegacerneja, siguiente pueblo que encontrábamos. Ya en camino paramos en éste y allí conseguimos unas hogazas del día antes, ya que no amasan los domingos. Desde el cruce de la nacional hasta Casasuertes la carretera es bastante estrecha, aunque según el chofer si pueden pasar los autocares grandes.
Pasadas las 10:00 horas llegamos al pueblo donde bajamos del autocar y nos preparamos para la ruta. A las 10:30 horas salimos del pueblo por un camino aliado del río Orza por el valle de Proamayor. De momento la pendiente apenas se notaba e íbamos caminando tranquilamente mientras en las cimas de los picos se cerraba la niebla. Según las instrucciones del libro de rutas, teníamos que atravesar el arroyo pero no había puente alguno. Efectivamente vimos como el camino atravesaba el cauce, pero el caudal era tal que era imposible pasar en aquel punto. Por ello continuamos por otro sendero en busca de un lugar propicio para atravesar al otro lado.
Al fondo del valle se veía como se dividía éste en dos teniendo nosotros que coger el de la derecha, justo al otro lado del río. Pues bien, atravesar el río nos retrasó mas de media hora. Algunos decidimos apilar ramas sobre cauce y con equilibrio lo pasamos. Otros se quitaron las botas y pasaron descalzos por el agua. Otro grupo continuó mas adelante y se metió en el valle que no era. De esa forma tuvieron que pasar el arroyo de esta vaguada y luego el de la otra. Como digo, mas de media hora nos entretuvo el paso de este río. Esperamos que para mayo baje con menos agua o habrá que preparar algún tipo de puente para ese día.
De ese modo nos metimos en el valle de Salceda en el que atravesamos otro arroyo más pequeño y no tardamos en metemos entre un gran hayedo donde la senda apenas se distinguía. La pendiente se comenzó a empinar y bajamos el ritmo de la marcha. Allí nos pasó un guarda forestal que subía también hacia el collado de La Cruz. En el bosque pudimos ver árboles de formas realmente curiosas.
Ya cerca del collado, y echando la vista atrás, pudimos disfrutar de un paisaje verdaderamente bello. A lo lejos se contemplaban todas las cumbres nevadas aunque la mayoría quedaban tapadas por la niebla. Aún así, el contraste era bonito.
A las 12:30 horas llegué al collado donde ya habían llegado algunos antes. Algo por encima de éste había unas rocas donde estaban ellos acomodados, algunos como Ángel ya pinchando un bocado. Allí estaba también el guarda y fue él el que nos recomendó no subir a Las Corcadas ese día ya que arriba abundaba la nieve y la niebla aún cubría la cima. Este collado está a unos 1500 metros.
Tras 20 minutos allí emprendimos el descenso por el medio de otro bosque hacia el fondo del valle del arroyo Corcal que no tardamos en atravesar para comenzar de nuevo a subir por el mismo bosque hacia el collado Del Medio. Aquí vimos la necesidad de marcar bien este tramo para el día del Encuentro de Montañeros ya que la senda apenas se distingue entre las hojas caídas de los robles. De hecho nosotros la perdimos durante un trecho.
A las 13:30 horas alcanzamos el collado Del Medio, situado éste en el medio del bosque y a 1535 metros de altitud. Aún nos quedaba desde allí bajar otra vaguada y subir al último collado, el de Codes, antes de comenzar a bajar hacia Portilla. Siguiendo el sendero entre los árboles vimos que transcurría por una loma trasversal a la vaguada. En ella vimos un gran roble en el que sacamos alguna foto destacando su grosor. Igualmente vimos numerosos acebos de gran tamaño.
Al llegar casi al final de la loma giraba el sendero hacia la izquierda para bajar al arroyo Reguera, que da nombre al valle aquel. Hubo quien había decidido seguir de frente y bajar directamente al arroyo desde allí. El grupo que íbamos detrás lo estuvimos pensando, pero desechamos la idea ya que luego había que subir una pendiente fuerte para alcanzar de nuevo el sendero. Bajando este tramo estuvimos tomándole un poco el pelo a Antelmo, que iba por delante, ya que le hacíamos creer que no encontrábamos el sendero y él nos daba explicaciones desde donde estaba.
En el fondo del valle atravesamos el arroyo Reguera comenzando a ascender hacia el último collado, el de Codes. El sendero estaba allí bien marcado, y hasta la mitad de la ladera habíamos llegado Carlos y yo el miércoles pasado. (Ver resumen anterior.) En el fondo de la vaguada se veía una caseta y un camino que llegaba a ella.
A las 14:15 horas alcanzamos la collada de Codes donde habíamos decidido parar a comer y donde lo habíamos hecho Carlos y yo ese día. Acomodados en la pradera nos pusimos con ganas a reponer fuerzas. Hubo quien se decidió a subir hasta alguno de los picachos cercanos mientras otros nos tumbamos a descansar. Desde aquella altitud, 1522 metros, teníamos una vista perfecta de Los Vallines y otros picos de la zona de San Glorio. Incluso creemos que se veían Peña Prieta, el Tres Provincias o el Coriscao.
Carlos, Antelmo y Antonio decidieron adelantarse y se llevaron con ellos un walkie dejando el otro con nosotros. A las 15:45 horas emprendimos el descenso el resto. Allí comenzaba ya una pista que continuaba con nieve al igual que el miércoles. Transcurre ésta por una zona llamada Valdeoscuro, con bastante pendiente, y por ella llegamos directamente a la confluencia con el valle que Vallorza que baja de Las. Corcadas. En este desvío se encuentra la Majada Vieja, una especie de refugio. Ahora teníamos el pico espejado del todo.
A Antonio le habíamos pillado, y por delante iban Carlos y Antelmo. Íbamos probando los walkies ya que el día del encuentro tendremos que usarlos. Así nos metimos de lleno en el valle de Vallorza siguiendo el camino al lado del río. La pendiente era pronunciada a trozos y muy suave en otros. Hubo que atravesar el arroyo al lado contrario para llegar poco después al puente que lo volvía a franquear. En ese punto, conocido como La Hoz, se estrecha el valle entre grandes rocas y la pendiente es fuerte.
Tras unos metros de acentuada bajada se suavizó el camino y llegamos sin novedades a Portilla cuando eran las 17:00 horas aproximadamente. Carlos y Antelmo estaban en la carretera al lado del autocar, según nos comunicaron con el walkie. Nada más entrar en pueblo llamé por teléfono a Luis, el de la junta vecinal, ya que tenía que devolverle el libro de rutas que nos había dejado el miércoles a Carlos ya mí. Nos encontramos y estuvimos charlando un poco. Como el libro lo tenía en el autocar nos dijo que ya se lo daríamos la próxima vez que fuésemos.
Pasamos al lado de la plaza donde se puede celebrar la fiesta sin problema alguno, siempre que el día esté bueno claro, lo cual esperamos de verdad. Por la misma calle salimos a la carretera donde estaba el microbús aparcado. Allí nos cambiamos tranquilamente mientras se nos acercaban algunos perros del pueblo. Un rebaño de cabras bajó por la ladera hasta el pueblo y también vimos algunas vacas.
Alrededor de las 17:40 horas emprendimos el regreso hacia León. Tras pasar por Riaño y dejar atrás el pantano llegamos a Cistierna donde habíamos quedado en parar. En un bar estuvimos media hora escasa y reemprendimos la marcha mientras iba anocheciendo. Así llegamos a Mansilla donde cambiamos de carretera y nada más pasar por el Puente Villarente encontramos la caravana retenida. Nos extrañaba un poco ya que aún no es época en la que la gente sale de fin de semana masivamente. La razón la encontramos en Valdelafuente al ver un coche volcado al lado de la carretera. A partir de aquí, y tras media hora de retraso, entramos en León sobre las 20:30 horas. Hicimos una parada en Santa Ana, otra en Guzmán, en El Crucero y la última en Armunia donde bajamos el resto.
Y con ello dimos por finalizada esta jornada que resultó optima en todos los sentidos. Ahora, tras conocer la ruta entera, nos queda ir concretado el resto: la fiesta, señalización, tiempos etc. Tenemos tres meses para ello y ánimo no nos falta tras ver que es posible sin dificultad alguna























jueves, 21 de febrero de 2002

PORTILLA DE LA REINA - COLLADO DE CODES - PORTILLA DE LA REINA 20-02-02

 


1ª TRAVESÍA  “portilla de la reina-collado de codes-portilla de la reina”.

20-02-02         (Miércoles)

Incluyo esta salida dentro de las de montaña ya que, a pesar de no ser especialmente relevante y además casi improvisada, no dejó de ser una pequeña travesía por una bonita zona montañosa. Apuntar igualmente que el objetivo principal de la misma no era la travesía en sí, sino otro completamente diferente.
Este año el club se ha comprometido a organizar, junto a la Delegación de Montañismo de León, el VI Encuentro de Montañeros Leoneses. Nuestros principales cometidos son: elegir la ruta adecuada, estudiar que los lugares de comienzo y final sean amplios para los autocares que vayan, buscar un lugar apropiado para la fiesta en el pueblo final y aportar la música para la misma.
Para ello nos decidimos a estudiar la travesía "Casasuertes- Portilla de la Reina" y nos pusimos en contacto con la Junta Vecinal del último pueblo para el tema de la fiesta. Aprovechando las vacaciones mías y las de Carlos Gil, nos decidimos este día a acercarnos hasta allí y tratar todo ello con un miembro de esta Junta Vecinal.
Sobre las 9:15 horas pasé a recoger a Carlos en San Andrés. Sin más salimos de León y nos dirigimos hacia Mansilla donde cogimos el desvío a Riaño por el que pasamos antes de llegar a Portilla sobre las 11:00 horas. Con el móvil nos pusimos en contacto con Luis, el miembro de la Junta Vecinal, y nos encontramos en pocos minutos.
En un despacho de la casa del pueblo le expusimos el tema ampliamente teniendo por su parte completo apoyo al proyecto. Nos dejó un libro con la ruta especificada y nos ofreció una sala de dicha casa para celebrar la fiesta en el caso de tener mal tiempo ese día. Lo malo de la misma es lo reducido del espacio para todos los participantes que, se esperan. Igualmente recorrimos el pueblo y vimos la hermosa plaza que tienen donde sí es posible hacer la fiesta sin problema alguno. También comentamos el tema de la conexión eléctrica para el equipo de música que se lleve. No habría mucho problema tirando alargaderas de cable. En definitiva, no nos puso mas que facilidades para realizar esta fiesta del montañismo leonés.
Tras concretar más o menos lo anterior y quedando en ponernos en contacto antes del evento que se celebrará el 26 de mayo, nos decidimos a emprender la marcha para hacer al menos parte del recorrido pero al contrario.
Sobre las 12:20 horas salimos de Portilla por una pista entre rocas altas siguiendo el curso del arroyo Vallorza que da nombre al valle por el que baja y por el que nosotros subíamos. El cielo se mantenía seminublado pero no amenazaba lluvia. Pocos metros después del pueblo pasamos una cancilla para el ganado y algo más adelante vimos los restos de un coche al lado del camino.
Tras un fuerte repecho llegamos a un puente entre rocas donde el arroyo formaba pequeñas pero bellas cascadas y allí sacamos una foto. En un arbusto habían colocado el hueso de la cabeza de una vaca. Continuando valle arriba tuvimos que atravesar varias veces más el arroyo, esta vez sin puente alguno, aunque sin mucha dificultad. Por la derecha de la pista salía otra que ascendía hacia el lado contrario ladera arriba. Nosotros continuamos por la misma y así llegamos a una pequeña vega donde vimos un refugio, Maja Vieja (Majada Vieja), que por cierto estaba cerrado. Desde la misma teníamos una amplia vista del macizo de las Corcadas, donde se emplaza la cumbre de La Panda y Calar de las Corcadas, esta última será una alternativa para el que deseé hacer una ascensión.
Allí el valle se dividía en dos, teniendo nosotros que seguir por el de la izquierda que se dirigía hacia el collado de Codes. Atravesamos algunos arroyos mas y comenzamos a subir más pronunciadamente por entre bosque de hayas. No tardamos en encontrarnos nieve en el camino y cada vez más abundante. Lo bueno era que no estaba ni muy blanda ni muy dura y se caminaba bien. Sobre las 13:45 horas llegamos al collado de Codes con 1522 metros de altitud. Portilla se encuentra a 1231 metros.
La vista desde allí era espectacular. Hacia detrás teníamos Los Vallines, cumbre ya ascendida por nosotros. No veíamos ahora Las Corcadas ya que quedaban detrás de una loma. Tras pensarlo un poco, nos decidimos a seguir unos metros más, ahora por el sendero que se metía en el valle de Reguera. Queríamos intentar ver la siguiente collada, la Del Medio, pero tras bajar unos 200 metros vimos que descendía mucho la senda y luego había que subir de nuevo por la otra parte, además de tener que regresar. Por ello optamos por darla vuelta y comer en la primera collada.
Acomodados unos metros por encima de ésta repusimos energías mientras corría una fresca brisa. Disfrutando del bello paisaje estuvimos una media hora antes de emprender el regreso a Portilla. Siguiendo el mismo camino, nos arrepentimos de no haber llevado plásticos para habernos tirado con ellos por la nieve del mismo. En pocos minutos llegamos a la confluencia con el otro valle y en uno de los arroyos encontró Carlos una visera verde.
Sin más novedades volvimos a pasar los arroyos y el puente y sobre las 15:45 horas llegamos de nuevo a Portilla. Allí nos encontramos con Luis y charlamos un rato con él antes de emprender el regreso. En Riaño paramos a tomar un café en un bar y continuamos el viaje hacia León donde llegamos alrededor de las 18:00 horas. Fui a dejar a Carlos a San Andrés y estuve un rato allí antes de venir para casa.
Y así transcurrió esta jornada en la que más o menos concretamos el tema de la fiesta y vimos parte de la ruta. Apuntaré también que el domingo que viene el. club tiene pensado hacer la travesía completa, para lo cual hemos contratado un microbús que nos deje en Casasuertes y nos recoja en Portilla. A ver como resulta.










lunes, 11 de febrero de 2002

BURBIA - CAMPO DEL AGUA - BURBIA 10-02-02

 


1ª TRAVESÍA “BURBIA- CAMPO DEL AGUA Y REGRESO”.

10-02-02         (Domingo)

La primera salida de este mes de febrero la hemos realizado a la bella comarca de los Ancares leoneses, concretamente en la zona de Burbia y Campo del Agua. Dicha ruta ya la había recorrido yo hace unos años, pero en el coche, ya que transcurre por una buena pista toda ella. Esta vez lo hicimos andando y pudimos disfrutar de los hermosos valles de ese rincón de nuestra provincia. Acompañados por un excelente día, el mismo transcurrió como sigue:
Desde casa salí con la furgoneta acompañado por Juli y Miguel. Tras comprar el pan, recogimos a Pepe y seguidamente a José F. Nos dirigimos los cinco hacia Las cercanías de “E. Leclerc” donde no tardaron en llegar Jorge, Sonia, Pablo y Omar en el coche de este último.
Poco pasadas las ocho emprendimos el viaje por la misma carretera de hacía dos semanas habíamos ido también. El cielo se veía despejado de momento aunque la niebla nos envolvió durante algunos tramos. Así llegamos a Astorga y entramos en la autovía por la que avanzamos hasta salir en el desvío a Toreno por el que pasamos minutos más tarde. En Berlanga tomamos dirección a Vega de Espinareda donde nos detuvimos para que algunos compraran pan. Tras buscar una panadería para ello, continuamos el viaje hacia Burbia, final del trayecto.
Alrededor de las 10:15 horas llegamos a este bonito pueblo situado al final de aquella carretera. El cielo se había despejado por completo y prometía un buen día. Atravesamos parte del pueblo y preguntamos a un lugareño por la salida hacia Campo del Agua. Nos indicó la misma y la distancia a la que quedaba, unos 12 ó 13 kilómetros, cosa de la que yo no me acordaba ya y que me parecieron algo excesivos.
Al lado de unas casas aparcamos los coches y nos preparamos para la marcha. Sobre las 10:45 horas comenzamos la ruta por un amplio camino que nos llevó poco después a un puente de piedra sobre el río Burbia. Atravesamos dicho puente y continuamos por el camino que transcurría por la parte baja de la falda de varios picachos. Arriba se veía una mina o los restos de ella. El hombre nos había indicado un atajo que pasaba a la otra parte de aquel macizo evitando el rodeo por la pista, pero no lo vimos claro y optamos por seguir.
De sea forma llegamos a un cruce donde dudamos unos minutos por donde seguir. Consultando el mapa nos decidimos a girar a la derecha para entrar en el valle. Habíamos perdido bastante altitud en el último tramo y ahora vimos que comenzaba a subir la pista. Durante otro trecho fuimos ascendiendo hasta volver de nuevo a perder altura. Varios motoristas nos pasaron en ese tramo del camino. Por encima de nosotros vimos varias colmenas cuya presencia se avisaba con un cartel en el camino.
El valle se fue cerrando y llegamos al extremo de la “V” donde tuvimos que pasar el riachuelo que bajaba de los picos que teníamos enfrente. El camino daba allí un giro de casi 360 grados para comenzar a subir por la ladera contraria del valle haciendo varios zigzag. Al lado del camino íbamos encontrando algunos indicadores con el tiempo restante para llegar a Campo del Agua. En el primero de ellos, a la salida de Burbia, marcaba 3:15 horas.
La pendiente de aquel tramo era considerable e intentábamos tomarlo con calma, aunque no sé por que razón nos acelerábamos. A la orilla de la pista vimos algunos bloques y tubos de hormigón que estaban usando para encauzar los varios regueros que la atravesaban y la estropeaban. Al final del valle vimos, algo por debajo de nosotros, un trozo de la antigua pista que se usaba para subir hasta allí.
Algo más adelante vimos también las tres o cuatro edificaciones de otro antiguo pueblo, Las Algueiras. Quedaban unos metros por debajo de la pista y no bajamos a ellas. Aproximadamente nos quedaba la mitad del recorrido según el mapa. A partir de allí la pista subía más o menos suave siguiendo la forma de las pequeñas vaguadas que bajaban al valle. En una de estas vimos una bonita cascada donde paramos unos minutos.
Ya con ganas de llegar al final continuamos ascendiendo mientras disfrutábamos del estupendo día que estábamos teniendo. Así alcanzamos una collada donde el camino se dividía en dos pistas. De nuevo dudamos cual era la buena y me acerqué hasta un borde de la ladera para ver el valle y situarnos un poco. Tras esto y estudiar el mapa unos minutos vimos que era el de la derecha el bueno ya que se veía claramente que subía por la ladera al igual que en el mapa. Por su parte, Sonia, se iba quejando de que la dolía una pierna, pero eso sí, siempre iba la primera de todos.
Desde aquella altitud ya disfrutábamos de unas amplias vistas de los picos cercanos con las cumbres aun nevadas. Los ocupantes de un todoterreno que se cruzó con nosotros nos indicaron que solo nos faltaban unos metros para ver ya el barrio de Las Valiñas, el primero de los dos que forman Campo del Agua. No tardamos en divisarlo a unos 300 metros de nosotros y algo por debajo.
Sobre las 13:30 horas entramos en este primer barrio donde vimos algunas de las pallozas típicas de Los Ancares. Varias ya se encuentran en ruinas, mientras que otras continúan en pie. Además de estas hay varias casas arregladas recientemente, algunas de ellas totalmente desentonantes en el paisaje. Por encima del camino que atraviesa el poblado vimos un merendero.
Apenas sin detenernos pasamos este lugar para dirigirnos al segundo barrio situado unos 500 metros más adelante y tras una curva. Antes del mismo vimos las ruinas de lo que antiguamente fue una ermita o iglesia que bien podía servir para los dos barrios debido a su emplazamiento casi equidistante. Al igual que el anterior, en este poblado abundaban los restos de casas y pallozas junto a otras aún en pie. Tanto en uno como en otro vimos a varias personas dedicadas algunas de ellas al cuidado del ganado.
Para comer, algunos decidimos subir hasta una collada de paso hacia otro valle contiguo mientras otros quedaban en el mismo pueblo. Allí nos acomodamos en unas grandes piedras mientras disfrutábamos del paisaje y del día tan iluminado que teníamos. Estábamos a una altitud de unos 1300 metros habiendo partido de unos 800 m.
Tranquilamente comimos sentados en aquellas grandes moles en medio de las escobas. A unos 400 metros se veía una cruz en lo alto de un pequeño cerro hacia el cual nos dirigimos después de terminar. Se trataba de una cruz con el Cristo y daba la impresión de tratarse de un lugar de celebración de alguna romería de la zona. Desde allí se podía contemplar a lo lejos parte de Ponferrada y las chimeneas de la central de Compostilla. Igualmente los picos de la zona del Morredero, el Teleno etc. Abajo en el valle parecía verse una pista asfaltada, aunque no se apreciaba bien con los prismáticos.
Visto todo ello bajamos hacia el pueblo para acercarnos hasta una cascada que antes habíamos observado desde la collada. Resultó no ser tan espectacular como parecía ya que se trataba de varias cascadinas en la ladera. Por el camino llegamos a la curva entre barrios y bajamos unos metros hasta las ruinas de la ermita. Aquí estuvimos viéndolo y sacando unas fotos. Por su parte, Miguel, Jorge, Sonia, José y Juli ya se habían adelantado y se les veía a la salida del pueblo.
Sobre las 15:40 horas emprendimos el regreso hacia Burbia. Mientras ellos ya iban delante, quedamos Omar, Pablo, Pepe y yo por detrás. Atravesamos Las Valiñas y salimos por el camino hacia la collada del cruce de pistas. Como suele suceder, aunque se va por el mismo trayecto, el paisaje se va viendo desde otra perspectiva. Incluso el cambio de las sombras del atardecer lo varían considerablemente. Antes de llegar a la collada cogimos un atajo por una especie de cortafuegos que nos evitó unos metros de curva. Al resto ya ni se les veía ni delante ni detrás, como podían haber quedado al atajar nosotros.
No tardamos en encontrar un desvío hacia lo que era el antiguo camino que unía Burbia con campo del Agua. Sin más dilaciones nos metimos en él y acertamos por completo. Nos metió entre la vegetación y vimos que era más bonito el paisaje que por la pista de arriba, donde por cierto vimos a los otros aunque no ellos a nosotros. Durante unos metros incluso fuimos por delante, pero el sendero comenzó a retroceder por una vaguada y perdimos ventaja.
Justo al lado del sendero pudimos contemplar algo curioso y realmente bello. Las raíces de un árbol formaban una especie de pequeña cueva donde el agua había formado incluso pequeñas estalactitas y formaciones de barro que era digno de ver. Mas adelante, en el cruce de un arroyo, nos encontramos con varios motoristas que subían sendero arriba, dejando por cierto un fuerte olor con los humos. Este sendero nos llevó a través de subidas y bajadas hasta las cercanías de Las Algueiras. Las dos o tres casitas en medio de una verde pradera me parecieron un bonito cuadro para sacar una foto.
Así llegamos al comienzo del valle en “V” y vimos al resto por delante de nosotros a unos 300 metros en la pista nueva. Como vimos que el camino viejo continuaba, nosotros seguimos por él quedando ellos con la duda de donde iríamos. Este sendero comenzó a bajar mas bruscamente entre la vegetación a la vez que atajaba ya que no llegaba hasta el final del valle para luego retroceder. En el fondo del valle nos encontramos con un obstáculo que no esperábamos y que al final superamos.
Resultó que del puente antiguo solo quedaban dos traviesas de lado a lado, no muy anchas, bastante separadas, y sobre una altura de unos tres metros. Además el arroyo venía bastante caudaloso, por lo que era difícil de salvar. El sistema para pasar que usamos fue, con las dos piernas abiertas y avanzando con cada pie en cada traviesa. Claro, como había que ir mirando para los pies, se veía también la caída, por lo que les llevábamos de corbata.
Tras este mal trago salimos por fin a la pista casi enfrente de las colmenas. Ahora sí que estábamos casi seguros de haberles adelantado, aunque con alguna duda. A la izquierda del camino salía otro que podría ser la continuación del antiguo, pero vimos que subía demasiado y optamos por seguir ya el de ida. Así llegamos al final del valle y tuvimos que girar casi otro 360 grados para enfilar ya el último tramo de unos dos kilómetros hacia Burbia.
Entre prados y huertas avanzamos estos últimos metros antes de llegar al puente cercano al pueblo. Vimos que éste estaba completamente cubierto de enredaderas por los laterales y como casi se sostenía de forma natural sobre la roca de las orillas del río. Aquí paramos un poco y a los cinco minutos aparecieron los otros cinco, por lo que vimos que no les llevábamos tanta ventaja.
Sobre las 18:10 horas llegamos donde habíamos dejado los coches. Aquí nos cambiamos y abrimos una botella de sidra y otra de vino dulce que habían sobrado del Belén de Cumbres y que llevamos ese día. Claro, los que teníamos que conducir tuvimos que controlarnos un poco por sí acaso.
Sobre las 18:45 horas emprendimos el regreso hacia León. Decidimos quedar en parar en Vega de Espinareda a tomar un café y así lo hicimos. Por allí había mucho personal de carnaval y música en una plaza. Nosotros estuvimos tomando algo en una cafetería antes de continuar de nuevo el viaje. Antes de salir del pueblo paramos ya que Omar tenía que llenar el depósito del coche.
Luego, ya de noche, salimos por una carretera que creíamos nos llevaba a Toreno y resultó ser la que iba hacia Ponferrada por Cabañas Raras. Decidimos no rectificar y continuar por ella hasta que empalmamos con la nacional y ya más adelante coger la autovía. Sin novedades llegamos a Astorga donde dejamos ésta para seguir de nuevo por la anterior ya con dirección a León donde entramos sobre las 21:30 horas. En Guzmán dejé a José y luego a Pepe frente al Bosco. Por último bajamos Juli, Miguel y yo al llegar a casa.
Y de esta forma dimos por concluida otra salida mas del club de montaña dentro del calendario previsto para este año con la satisfacción de haber disfrutado de una jornada excelente en todos los sentidos.