XXXV BELÉN DE CUMBRES.
1ª ASCENSIÓN A LA “PEÑA EL CASTRO”. ( Desde Vega de Gordón por Santa Lucia de Gordón).
14-12-25 (Domingo)
Excepcionalmente, este año he participado en dos belenes de cumbres, el que hace una semana colocamos nosotros y éste organizado por el club Collalampa al que ya tenía pensado acudir desde hace un tiempo. Para ello contacté con nuestro amigo, y compañero en algunas ocasiones, Miguel Ángel, para que me apuntase al mismo y a la comida posterior que se celebró. El viaje hasta el inicio de la ruta en Vega de Gordón era particular de cada participante y solo se concretó una hora de comienzo en dicho pueblo y la de la comida. Tanto el transcurso de la ruta, como la celebración y la comida final fueron, a mi parecer, todo un éxito.
Salía de casa a las 9:05 horas con el cielo soleado por completo, aunque hacia la montaña se podían ver las nieblas cubriendo parte de las cumbres. Por la carretera de Asturias avancé con dicho sol del amanecer acompañándome mientras el valle del Bernesga, al Oeste, se mantenía también cerrado por dicha niebla. Por delante acertaba a distinguir perfectamente las cumbres del Cueto San Mateo, Fontún, Machamedio y del Brañacaballo, éste totalmente cubierto por nieve. Ya en La Robla me metí de lleno en la niebla que se mantuvo durante el resto del viaje, más o menos cerrada, hasta llegar a Vega de Gordón.
A las 9:45 horas llegaba al aparcamiento del restaurante Casa Senén, en el que luego tendríamos la comida y de dónde saldríamos poco después. 1º C marcaba el termómetro de la furgoneta a esa hora. Entré al bar para tomar un café como lo hacían varios de los montañeros que iban a participar en la ruta. Tras el mismo nos fuimos componiendo y echando las mochilas al hombro para iniciar la marcha. Antes de ello, unas fotos del numeroso grupo, unas 50 personas. Varios de los participantes, yo entre ellos, llevábamos gorros o atuendos de navidad en la cabeza para darle el tono festivo que merecía la ocasión.
A las 10:35 horas iniciamos la marcha en ese aparcamiento, situado a 1034 metros de altitud, para meternos enseguida hacia el pueblo dejando la iglesia a nuestra vera. Por las estrechas calle de Vega de Gordón fuimos cogiendo ya algo de altura hacia el Noroeste pasando luego al lado de una bonita fontana emplazada algo por debajo del nivel del suelo. Dejamos atrás las últimas cassas y nos encaminamos hacia un desfiladero por el que baja un arroyo, sin nombre en los mapas. Antes de entrar en el mismo se encuentra un pequeño merendero en el que han colocado un Ramo Leonés. Unas piedras de moler adornan este rincón ya fuera del pueblo. Poco después había una vieja vagoneta de la mina.
El camino se encontraba cementado en este tramo del desfiladero en el que se encuentra la cueva “Las Brujas” a la que me desvié un momento para verla desde la entrada. Seguimos avanzando y ganando altura entre los grandes paredones de dicho cañón viendo aún el pueblo atrás entre nieblas en las que enseguida entramos nosotros. Aparte de a Miguel Ángel, conocía a Susana, que alguna vez salió con nosotros, y a otros más de vista o por las redes sociales. Con algunos de ellos fui charlando en varios tramos de la ruta.
Abandonamos este desfiladero y el camino ya no estaba cementado, aunque seguía siendo ancho. A su vera había un largo pilón de una fuente totalmente seca ahora. El sol no podía aún con la niebla en ese lugar y formaba unos contraluces espectaculares con la arboleda que crecía en las laderas por las que transcurría este trazado. Para situarse un poco, íbamos más o menos paralelos a la carretera, al Bernesga y a la vía férrea, varios metros por encima en la ladera oeste del valle principal por el que transcurre todo ello y con dirección Norte.
Tras recorrer 1,300 km alcanzamos la parte más alta de este primer tramo, llegando a los 1167 metros de altitud. Poco después el grupo hizo una parada para reagruparse todos. Por lo visto, además, alguien había tomado un desvío equivocado más atrás. Estuvimos varios minutos allí parados antes de retomar la marcha ya bajando mientras el sol se colaba entre la niebla. El camino estaba ahora algo embarrado y a su vera se podían ver numerosos arbustos con frutos como brunos, agabanzas o escaramujos. Los robles, ya deshojados casi por completo, abundaban en la zona.
La niebla se elevaba y el paisaje algo más amplio asomaba entre ella creando unos paisajes de postal. Poco a poco comenzó a vislumbrarse la silueta del Cueto San Mateo al Este, ahora frente a nosotros ya que íbamos bajando hacia Santa Lucia en esa dirección aproximada. Una cumbre al sur, creo que los Llamargones aunque no lo aseguro, se veía tapizada por algo de nieve. Nos encontramos con algunas edificaciones en las praderías cercanas al camino, una de ellas de gran envergadura. Desde la misma dicho camino se convertía en calle asfaltada que no tardando entraba en Santa Lucia de Gordón. A las 11:35 horas lo hacía yo y enseguida una nueva parada para reagrupar a la gente. Estábamos a 1099 metros de altitud y llevábamos 2,900 km hechos.
Mientras estábamos allí, un bonito gato nos divirtió jugando con los bastones que le movíamos delante de él o lamiéndose para asearse. Sin meternos mucho hacia el pueblo, nos desviamos por una calle que descendía bruscamente hacia la vía del tren. Pasamos a la vera de un gran edificio cuya ubicación siempre me ha parecido curiosa al quedar justo encima de la carretera nacional. La calle pasa sobre la misma por una amplia pasarela-puente que enseguida se sitúa sobre el Bernesga que se encajona entre unas verticales paredes bajo el pueblo y la Peña El Castro. Nunca había pasado por ese punto y desde la carretera se ve completamente diferente.
Dejamos atrás el cementerio y abandonamos la calle para meternos en un empinado sendero que atajaba hacia la parte baja de un puente por el que la vía férrea franqueaba el río Bernesga. Por uno de los arcos pasa este cauce mientras por otro lo hace un camino que da paso al área recreativa de Faya en la que se pueden ver algunos merenderos en una pradera. Hasta allí llevábamos 3,300 km y estábamos a 1041 metros de altitud.
Iniciamos entonces la subida hacia la cumbre de la Peña El Castro por un camino por el cual, en febrero pasado, bajamos nosotros tras hacer el Cueto San Mateo. En aquella ocasión nos desviamos por un ramal que dejamos a la derecha ahora y que se adentra siguiendo el arroyo Fayabajo hacia las faldas de dicha cumbre. El camino va ganando metros por la vertiente Sudeste de esta Peña El Castro mientras traza algunos zigzag para salvar el fuerte desnivel. En algunas de estas curvas atajé por senderos que se veía más directos. Había que hacer algo de pierna, que la ruta era sencilla y suave.
La vista se ampliaba y ya veíamos de nuevo Vega de Gordón de donde habíamos salido. Por el lado contrario, al Norte, el valle por el que habíamos bajado en la ocasión mencionada antes y donde se encuentran unas balsas de agua de las antiguas minas de la zona. Por cierto, luego supe por Miguel Ángel, que toda la ladera por la que estábamos subiendo era artificial, formada por una escombrera del material desechado de dichas minas. De hecho en la parte de arriba se pueden ver aún algunos restos de maquinaria y artilugios de esos remontes y la misma ladera, aunque ya muy recubierta de vegetación, el terreno se ve negro de carbón. En esas faldas pastaba ahora algo de ganado que nos miraba al paso. Ya muy cerca de la cumbre las encinas poblaban en parte esas faldas de la Peña El Castro a cuya cima llegué cuando eran las 12:35 horas y habiendo hecho 4,900 km.
En esta cumbre de 1239 metros de altitud hay una especie de estructura con forma de pirámide truncada. En uno de los laterales hay un mural con la figura de Santa Lucia y en otro el nombre de la santa con el fondo de la entrada de una mina. Ya había bastante personal en la cima, en la que además hay unas antenas, una caseta de control y la torreta de una línea eléctrica que pasa por allí. En unas rocas habían colocado el bonito y original belén. Sobre una media carcasa de calabaza habían situado unos vegetales enrollados, una hoja y un palito formando fielmente las tres figuras del Belén: el Niño Jesús, la Virgen María y San José. En torno al mismo nos colocamos todos para hacernos una foto de grupo para a continuación degustar los dulces que habían subido para celebrar la Navidad Montañera.
También habían llevado una “chuleta” con villancicos que Miguel Ángel comenzó a entonar......pero con poco atino, para qué negarlo. (Pero bueno, lo que contaba al fin y al cabo era la intención y las ganas de pasarlo bien, sin duda). Me uní a él y a otros más y poco a poco se fue animando la cosa, formando un tren que circulaba por la amplia cima al son de dichas canciones navideñas y de los desafinaos que teníamos. Un poco por encima del belén nuestro había otro colocado con numerosas figuras.
El sol lucía plenamente y el día, aunque fresco, acompañaba de forma inmejorable. El paisaje era amplio desde esa cima de altitud no muy destacable. Al Norte se podía ver el valle del arroyo del Puerto en el que se emplazan las balsas de agua de las minas, cuyos restos se podían ver en las faldas de las cumbres que lo rodean y de otros valles paralelos. Podía verse un pequeño tramo de carretera hacia el Noroeste y algunas casas de Santa Lucia a su vera. Antes de marchar me acerqué hasta el mirador de Santa Lucia, situado unos metros por debajo de la cumbre al Suroeste.
Se trata de una plataforma desde la que se tiene una privilegiada vista de todo Santa Lucia de Gordón bajo ella. La estación con las vías del ferrocarril, el río Bernesga y la nacional atravesando el pueblo de Sur a Norte destacaban entre todo ello. Casi se podía distinguir la totalidad de la ruta hecha desde Vega de Gordón, del que se veían algunas casas a la vera de la carretera. Por encima emergían las cumbres de Los Llamargones, Feliciano, Vega Cercada, etc. etc. Al Noroeste de Santa Lucia corría la sierra del pico Bregón, Cueto Munín y del Caño Viejo. En el valle principal del Bernesga, al Norte, se distinguían algunas edificaciones de La Vid. Aprovechando la estancia de algunas personas allí, me sacaron unas fotos con este bonito fondo. Cuando ya subía de nuevo hacia la cima me llamó Miguel Ángel. Resulta que ya habían empezado a bajar y me había cogido la mochila, que yo había dejado arriba. Ya no necesité subir de nuevo y atajé al camino de bajada, que era el mismo usado anteriormente para subir a la cumbre. Eran las 13:25 horas.
Enseguida me encontré con él y recogí la mochila para seguir el descenso, esta vez sin atajar nada. Aún se levantaba el vapor de las praderas a las que comenzaba a dar el sol a esa hora. Perdimos altura por el ancho camino y llegamos al puente del ferrocarril sobre el mismo y el río Bernesga. Pasamos bajo el mismo arco anterior y esta vez, en vez de comenzar a subir hacia el pueblo por la pendiente senda, continuamos por el camino que seguía paralelo al río con dirección Sur, hacia Vega de Gordón de nuevo. Enseguida nos metimos bajo las verticales paredes de la sierra que se elevaba tras el cauce del Bernesga y en cuya parte superior se emplazan los Chanos, o Llanos, por los que en la ruta mencionada de febrero pasamos ya de regreso a Pola de Gordón. En ellos hace varios años colocamos nosotros un Belén de Cumbres ante la imposibilidad de hacerlo en la cumbre del Cueto San Mateo por la nieve acumulada en la ruta.
El camino estaba escoltado por algo de arboleda entre la que avanzamos mientras serpenteaba siguiendo el trazado del curso del río y de esos acantilados. El sol iluminaba la parte contraria del valle por donde transcurría la nacional bajo otra sierra caliza. Paralelo a la carretera iba otro camino por el que se veían a compañeros de la ruta que habían decidido seguir ese trazado alternativo. Poco a poco nos fuimos acercando a Vega de Gordón y así nos unimos a dicho camino ya cerca del pueblo, que nos quedaba al otro lado de la vía férrea y de la carretera. Por un paso a nivel cruzamos la primera y luego esta nacional justo enfrente del aparcamiento del restaurante.
A las 14:40 horas terminaba yo la ruta a la vera de la furgoneta habiendo hecho 8,900 km y 356 metros de desnivel acumulado. Allí mismo me cambié y entré al local donde ya se reunía bastante personal también participante en la ruta. Pedí una consumición y al poco nos mandaron pasar al comedor superior en el cual nos sirvieron el menú acordado, muy rico por cierto en mi humilde opinión. Degustando el mismo y de charla con los compañeros de mesa se fue pasando el tiempo hasta que fuimos abandonando el lugar. A las 17:20 horas emprendía yo el regreso a León ya con el sol casi oculto. Poco antes de llegar a León se cerró por completo la niebla y así se mantuvo ya el resto del viaje hasta la capital. Antes de llegar a casa fui a echar gasolina y a las 18:15 horas llegaba a Armunia ya casi anochecido por completo y con dicha niebla igual de espesa.
Está sí fue la última ruta del año por mi parte. Resultó una bonita jornada de montaña y celebración navideña culminada con esa comida de fraternidad. A ver lo que depara el año próximo.
MAPA ESQUEMA
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MAPA RASTER
VISTA SATÉLITE
TRAYECTO
APARCAMIENTO CASA SENEN - VEGA DE GORDÓN (1034 m)
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UN CAFETÍN PARA CALENTAR
EL GRUPO PARTICIPANTE
INICIANDO LA RUTA
HACIA EL DESFILADERO
RAMO LEONÉS
VAGONETA DE LA MINA
CUEVA "LAS BRUJAS"
POR EL DESFILADERO
ENTRE VEGA Y SANTA LUCIA
ESPECTACULARES EFECTOS CON LA NIEBLA
LLAMARGONES?
CUETO SAN MATEO
SANTA LUCÍA DE GORDÓN (1099 m)
EL BONITO Y JUGUETÓN MININO
CRUZANDO SOBRE LA CARRETERA NACIONAL
PANORÁMICAS SOBRE EL BERNESGA
PEÑA EL CASTRO
CRUZANDO BAJO LA VÍA FÉRREA
A LA VERA DEL BERNESGA
VEGA DE GORDÓN
VALLE Y SIERRA AL NORTE
ESTAMPA GANADERA
CIMA DE LA PEÑA
VEGA DE GORDÓN
PEÑA EL CASTRO (1239 m)
EL GRUPO AL COMPLETO
EL ORIGINAL BELÉN
CELEBRANDO LA NAVIDAD MONTAÑERA
PANORÁMICA AL NORTE
QUÉ NO FALTE LA DIVERSIÓN Y LOS VILLANCICOS
MIRADOR DE SANTA LUCÍA
DESCENSO
A LA VERA DEL BERNESGA BAJO LOS LLANOS
ENTRE SANTA LUCÍA Y VEGA
VEGA DE GORDÓN
FIN DE RUTA
COMIDA EN CASA SENÉN
EL MENÚ
EN BUENA COMPAÑÍA....
TRAYECTO DE VUELTA
ARMUNIA


























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