1ª ASCENSIÓN AL “CHURROS”. (Desde Abelgas de Luna por el Valle de Piedrafita y el Valle de Valverde).
20-09-25 (Sábado)
Tras un mes desde mi última ruta, vuelvo a retomar la actividad montañera, que este año está siendo muy, muy breve. La baja médica, las vacaciones, etc. etc., han contribuido a que se hayan reducido dichas actividades justo a la mitad de lo que es habitual, de dos por mes de media a una. Elegí esta ruta en el último momento escogiendo una cumbre no ascendida anteriormente por mi parte, el pico Churros, desde Abelgas de Luna. Además, la previsión del tiempo bastante irregular, que terminó cumpliéndose, contribuyó en parte a esa decisión. Después de todo, el resultado no fue ni mucho menos tan mal como esperábamos en ese sentido.
Sobre las 8:00 horas salíamos de Armunia: Silvano, Arancha, Juan y yo en mi furgoneta en busca de José Luis. Los cinco completamos el grupo que íbamos a realizar esta ruta. 12º C marcaban los termómetros a esa hora y con cielos bastante despejados. Salimos por la carretera hacia La Magdalena donde hemos parado a tomar un café antes de continuar el viaje que decidí hacer rodeando el pantano de Luna en vez de tomar la autopista. Tras dejar este embalse atrás nos desviamos hacia Abelgas de Luna por la estrecha y serpenteante carretera a lo largo de los siete kilómetros hasta dicho pueblo. A las 9:45 horas aparcamos en una de las calles del mismo, no lejos de la “moderna” iglesia que tiene Abelgas. 13º C marcaba el termómetro de la furgo.
Nos preparamos allí mismo, y a las 10:05 horas, tras una foto de grupo, iniciamos la ruta a una altitud de 1277 metros. La ruta era circular, ascendiendo por un valle y bajando por otro, teniendo la opción de elegir que sentido coger al comienzo. Estudiando la ruta, había optado por hacerla subiendo por el valle del arroyo de Piedrafita para bajar por el de Valverde. Simplemente por que la subida por el primero era más tendida ya que al contrario, por donde bajamos, la pendiente final era muy pronunciada.
Volvimos por la única carretera de acceso al pueblo dejando atrás una bonita fuente de piedra y la iglesia de estilo “moderno” para un pueblo de montaña como Abelgas, al menos en mi opinión. Luego encontramos otra fuente mucho más antigua y así abandonamos el pueblo donde está el cartel indicador al que le han quitado, literalmente, “de Luna”. Alguien ha serrado el “apellido” del indicador del nombre del pueblo. Pocos metros más adelante nos desviamos hacia un camino por la izquierda, al Noroeste, que nos introdujo entre arboleda paralelos al arroyo de Piedrafita. Enseguida comprobamos como los tonos ocres del otoño, a punto de comenzar, despuntaban en los bosques de las laderas de este valle. Pasamos a la vera de algunas fincas con maquinaria agrícola y ganadera mientras ganábamos altura por el ancho camino en el que encontramos algunas señales de una ruta ciclista de BTT.
Poco a poco fue desapareciendo la arboleda y las escobas pasaron a ser la vegetación dominante a la vera del camino. Cuando llevábamos hechos 4,100 km en total abandonamos ese camino para cruzar el cauce seco del arroyo y salir a una campas un poco por encima del mismo. En ellas encontramos los restos de tapiales de varios corrales por encima de los cuales estaba el refugio que llevábamos marcado en el track del GPS. Al mismo llegamos a las 11:25 horas tras 4,300 km hechos. Estaba emplazado a una altitud de 1625 m.
Se trataba de una caseta de bloques de hormigón, no muy grande, dentro de la cual había un viejo frigorífico con algunos útiles de cocina, cacao, etc. En un rincón hubo en su tiempo una chimenea cuyo tubo colgaba ahora desde el techo. Tras ver el mismo salí y me adelanté para ver por donde seguía la ruta ya que el siguiente tramo se veía bastante cerrado de escobas. Ya nos metíamos directamente en la loma de la cumbre hacia la que íbamos, aunque anteriormente se pasaba por otra más pequeña.
Como digo, enseguida se cerró el terreno por altas escobas entre las que transcurría el track que llevábamos como referencia, aunque poco servía en este tramo ya que no había senda marcada entre todo ello. Como mejor pudimos fuimos sorteando este escobar buscando los claros en el mismo mientras ganábamos altura sobre la campa en la que veíamos claramente los corrales y el refugio. Poco a poco fuimos viendo además como se cerraban las nubes por el Oeste tal y como estaba previsto, comenzando a llover no tardando. Paramos a poner los chubasqueros y capas mientras la pendiente se hacía más pronunciada, aunque llevadera. No tanto por mi parte. Desde hacía varios días sentía un cansancio inusual que ya temía que me pasase factura ese día, como así fue. Ralenticé la marcha al mínimo para poder seguir avanzando por la loma, que afortunadamente se fue despejando de matorral alto, no del todo, pero sí en su mayor parte.
El paisaje se fue ampliando y ya contemplamos parte del valle del arroyo Valverde y las cumbres tras el mismo al Sur, la mayoría coronadas anteriormente y que luego enumeraré. El grupo se había ido disgregando y cada uno lo fue cogiendo por donde mejor le parecía, unos por delante y otros por detrás. A las 12:30 horas llegábamos algunos a la cima de esta primera cumbre secundaria y sin nombre en los mapas. Su altitud es de 1848 metros y es completamente montana, sin roca alguna. Desde ella tuvimos a la vista y por delante la principal, el pico Churros, a algo más de un kilómetro en línea recta. Había dejado de llover, pero hacia el Oeste se mantenía cerrado de nubarrones oscuros, que enseguida volvieron a descargar. Con ese panorama seguimos avanzando ahora perdiendo unos pocos metros antes de remontar de nuevo por la línea cimera siguiendo algunas sendas algo marcadas y por terreno de monte sin apenas roca. Ésta fue apareciendo algo más arriba en pequeños montículos entre los que vimos un gran hormiguero.
A las 13:05 horas, tras 7,100 km, llegamos Juan, Arancha y yo a la cima donde ya estaban José Luis y Silvano, acomodados unos metros por debajo, a la abrigada. En la cima de este pico Churros, con una altitud de 1989 metros, hay un gran hito de piedras apiladas entre las cuales encontré un par de botes, uno de ellos con una tarjeta de cumbres de un grupo de Grado, Asturias. Tengo que puntualizar que el hito no está en la parte más alta de la cumbre, que se emplaza unos metros más al Oeste.
La vista era amplia, aunque condicionada por la climatología con las nubes y nieblas ocultando el paisaje en parte. Aún así se podían distinguir numerosas cumbres conocidas y muchas de ellas alcanzadas por nosotros, como ya adelanté. En la misma sierra, al Oeste, se alzaban los picos, La Legua, Penouta y La Cañada. Al otro lado del valle de Valverde: Peña Piquera, Formigones, Peña Correa, Alto de Las Lagunas, Corralines y Peña Blanca. Un poco más alejado, al Sudeste, la sierra de La Filera. Girando al Norte, ambas Ubiñas, Fontanes, Montigüero, Morronegro, etc. Cercana está Peña Mala, una opción fácil en caso de haber tenido buen día. Como bien digo, la neblina ocultaba buena parte de las cumbres más lejanas y que no me atrevo a identificar. Sí parecía verse el Cornón y algunas cumbres más de esa parte del Puerto de Somiedo. Por el Norte, algo alejado, aunque no mucho, corría el valle de Babia que se dirige a Villablino.
Nos sacamos una foto de grupo, y como dejó de llover, nos acomodamos para comer a la abrigada, en unas rocas un poco por debajo de la cima al Norte. Luego algunos nos tumbamos un buen rato a dormir la siesta. Estaba fresco, para cazadora incluso, ya que soplaba un viento que al menos allí a la abrigada era menos molesto.
Ya eran las 16:00 horas cuando decidimos emprender el descenso, esta vez por la ladera al sur. Como ya anoté, allí la pendiente era mucho más pronunciada hacia el valle del arroyo Valverde que veíamos casi en su totalidad. No tardamos en encontrarnos de nuevo con un buen tramo de matorral cerrado, esta vez mucho más tupido y a una altitud más alta que en la subida. Bajando es más fácil pasar estas zonas en las que muchas veces es mejor “tirarse” directamente sobre el ramaje para aplastarlo e ir sorteándolo. Yo temía casi más por el pantalón y la chaquetilla impermeables que eran muy finas y se podían rasgar. De hecho ya en casa he visto algún pequeño roto en ellos.
Dejamos atrás este tramo y el terreno se abrió algo más. De vez en cuando se escapaba algo de lluvia. Nos encontramos, como también más abajo, algunos caballos pastando en esta pendiente ladera. Ya en la parte algo más baja había sendas, algunas que cruzamos y otras que seguimos algunos metros. De esa forma llegamos al camino de la parte baja del valle a las 17:05 horas y tras 8,700 km hechos. Nos incorporamos al mismo para tomar dirección Este hacia el pueblo, llegando enseguida al cruce con el arroyo Valverde que cruzamos sin dificultad por su mínimo caudal. Precisamente hace algo más de dos años, en marzo de 2023, ascendiendo a Peña Correa y el Alto de Las Lagunas, el gran torrente que bajaba nos impidió pasar este mismo arroyo en ese punto.
Avanzamos ahora bajo las laderas y paredes de la sierra de los dos picos anteriormente mencionados y de Los Corralines que se elevaban al Sur. Echando la vista atrás continuamos viendo la cima del pico Churros. Numerosos caballos pastaban en esta parte baja del valle así como ganado vacuno. Llegamos así al siguiente cruce del arroyo en el que existe una pasarela de cemento peatonal mientras que el camino como tal cruza sin más el cauce. Nos separamos entonces de ese arroyo que en ese tramo rodeaba un montículo por el lado contrario al camino. No tardando nos encontramos con otra gran manada de equinos, varios de los cuales cruzaron el camino estando nosotros allí.
Me fui quedando por detrás y de pronto me encontré con una culebrilla en medio del camino. Pensé que estaba muerta, pero al tocarla con el bastón comprobé que no. Tendría unos 30 cm. de largo y era delgada. La saqué varias fotos y vi como atacaba al acercarle la punta de uno de los bastones. No la quise molestar demasiado y la dejé seguir su camino.
El valle se encajonaba ahora con el arroyo de nuevo cerca del camino, aunque varios metros por debajo por la derecha. Llegué a una especie de colladín en el que había un todoterreno aparcado y un mastín tumbado a su vera. Un cartel sobre el cañón del arroyo prohibía arrojar escombros y basura en la zona. Otro informaba del tipo de fauna aviar de este valle.
Desde ese paso ya se veía parte del pueblo algo más abajo y a algunos compañeros entrando en él. La pendiente se acentuó en este último tramo antes de llegar a las primeras viviendas de Abelgas. Un par de perrines ladraron tras una valla al pasar a su lado y otro subió calle arriba al oírlos. En el GPS vi que marcaba la situación de la Ermita de Los Pastores y me desvié hacia donde me lo indicaba. Pues bien, dado el pequeño error que suele tener, no la encontré donde me lo marcaba, aunque sí cuando ya me encaminaba hacia la furgoneta. Se trata de una ermita de piedra con una campana en la espiga y un crucero al lado de la puerta de acceso. También pasé a la vera de algunas viviendas decoradas con numerosas flores en macetas, algunas de ellas encima de una antigua bicicleta.
A las 18:30 horas terminaba la ruta en la calle donde ya estaban los compañeros. Como si hubiese estado esperando, justo en ese momento comenzó a llover de nuevo mas copiosamente. Resguardados en la furgo, o bajo el portón de la misma, nos cambiamos y 20 minutos después iniciamos el regreso. 17º C marcaba el termómetro de la furgoneta. Habíamos reservado para cenar en el mesón del puerto de Aralla y hacia allí nos desviamos mientras el sol se colaba entre los negros nubarrones creando con sus rayos verdaderas postales. Primero a la vera del pantano y luego en la subida del puerto de Aralla, paré para dejar inmortalizado esos efectos luminosos espectaculares. Ya en el mesón nos acomodamos para cenar mientras ese sol se escondía por completo.
A las 20:50 horas retomamos el viaje bajando esta vez hacia Pola de Gordón. Por la nacional llegamos a León donde fueron quedando los acompañantes, llegando yo a casa a las 22:35 horas. 18º C marcaban los termómetros a esa hora.
Finalizamos de esta forma una nueva ruta de montaña durante una jornada en la que el tiempo al final fue mucho más benévolo del que en principio se preveía. Nos vamos metiendo de lleno en los meses otoñales e invernales de nuevo en los que, si bien la climatología puede llegar a no ser la mejor aliada para hacer rutas, los paisajes tanto otoñales como de nieve son de lo más destacado en el año.
MAPA ESQUEMA
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MAPA RASTER
VISTA SATÉLITE
ARMUNIA
LA MAGDALENA
RESTOS DE LOS INCENDIOS EN GARAÑO
PANTANO DE LUNA
IGLESIA DE LÁNCARA DE LUNA
ABELGAS DE LUNA (1277 m)
VALLE DEL ARROYO PIEDRAFITA
REFUGIO
LADERA ESTE DEL PICO CHURROS
POR LA CRESTA
LLUEVE
MACIZO DE UBIÑA AL NORTE
CHURROS (1989 m)
VISTA AL NORTE. VALLE DE VALVERDE Y SIERRA DE PEÑA CORREA
DETRÁS, PEÑA MALA
VISTA HACIA EL NORTE
COMIENDO
AL ESTE
UBIÑAS
ALGO TRAMAN............
UN AVE RAPAZ SOBRE EL VALLE
EN LA CUMBRE
BAJANDO HACIA EL VALLE DE VALVERDE
PICOS LA LEGUA Y PENÓUTA
DE NUEVO ENTRE ESCOBAS
VALLE DE VALVERDE Y SIERRA DE PEÑA CORREA
CABALLO
LADERA SUR DEL PICO CHURROS
EN EL CAMINO DEL VALLE
CRUCE DEL ARROYO VALVERDE
VISTA HACIA LA CABECERA DEL VALLE Y CUMBRE
UN SEGUNDO CRUCE
MÁS CABALLOS EN ESE VALLE
CULEBRILLA
EL VALLE SE ENCAJONA YA CERCA DEL PUEBLO
COLORES OTOÑALES
BAJANDO A ABELGAS
ME RECIBEN DOS BONITOS CANES
ABELGAS DE LUNA
ERMITA DE LOS PASTORES
IGLESIA DE ABELGAS
HACIA ARALLA
CONTRALUCES EN EL PANTANO
MESÓN DE ARALLA Y CONTRALUCES DESDE EL MISMO
CENANDO EN EL MESÓN
ARMUNIA
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