sábado, 8 de marzo de 2025

CANTO DEL CHOZO (Valdeteja) 01-03-25

 


2ª ASCENSIÓN AL “CANTO DEL CHOZO”. (Desde Valdeteja por Arroyo Bucioso, Brañarrionda, y Espantagallinas).

01-03-25          (Sábado)

Para este primer día de Marzo teníamos prevista una ruta que tuvimos que descartar en el mismo lugar de inicio de la misma, el puerto de Vegarada. Las condiciones climáticas que nos encontramos al llegar nos hicieron tomar esa sabia decisión, como luego además confirmamos por otros dos compañeros que sí lo intentaron. En su lugar improvisamos otra ascensión en Valdeteja, resultando ésta totalmente satisfactoria, como a continuación se detalla.
A las 8:00 horas, con 1º C de temperatura, salía de Armunia junto a José Carlos para recoger luego a Mª Jesús, José Luis y Juan en los lugares acordados. Con el cielo bastante despejado abandonamos la ciudad por la carretera del Torío hacia Robles de la Valcueva. Allí giramos al Este para llegar minutos después a La vecilla donde hicimos una parada para tomar un café. De nuevo en marcha avanzamos y cruzamos las Hoces de Valdeteja entre sus paredones para pasar luego por Tolibia de Arriba y Valdelugueros. Según avanzábamos hacia el Norte se ponía peor “la cosa”. Las nubes cerraban por completo las cumbres y no tardando incluso la parte baja en forma de niebla. Para más colmo, comenzó a escaparse algo de nieve, aunque en el terreno apenas se veían algunos corros. Con ese panorama llegamos al mesón del puerto de Vegarada a las 10:00 horas.
A esa altitud de 1540 metros nos encontramos con que apenas se veía el paisaje y soplaba un fuerte viento que traía esa ventisca de nieve. No arreciaba, pero el panorama era desalentador del todo. La previsión había mejorado un poco el día antes, pero es cierto que no todo lo deseable. La ruta prevista era salir de allí para coronar las cumbres del pico Llastres, de 2018 metros de altitud, y La Fitona de 2041 metros. Hasta esta última teníamos unos 4,200 km de distancia pasando por el Llastres antes. Como digo, la previsión no era muy halagüeña y el panorama actual tampoco. Tras meditarlo decidimos emprender el regreso mientras pensábamos alternativas donde el sol lucía claro. Hemos llamado a Javi F. que salía de León entonces con otro compañero, Fernando, y le hemos comentado lo que nos encontramos arriba. Por su parte me dijo que lo iban a intentar.
Nosotros mientras fuimos retrocediendo por la misma carretera del Curueño hasta llegar al desvío del valle de Valdeteja hacia donde nos metimos. A este pueblo, donde el sol lucía claro, llegamos a las 10:35 horas. Allí aún estuvimos debatiendo qué ruta hacer. Hay varias cumbres por la zona, entre ellas Sopeñallana, la cual tengo pendiente yo. También el Canto del Chozo, al que hacia seis años que habíamos subido José Luis y yo, y el Bucioso, que podíamos añadir a éste. Al final nos decantamos por el Canto del Chozo, y si cuadraba, el Bucioso. Como era improvisada, no llevábamos ningún track en el GPS como referencia, pero como digo, algunos ya habíamos estado en ella y otros por la zona. El “inconveniente” de esta cima es que se sitúa en una sierra muy irregular llena de hondonadas, algunas simas y paredes verticales que hay que ir sorteando y hay que “cogerla” bien.
Nos preparamos para la ruta y a las 10:55 horas la iniciamos en un aparcamiento de Valdeteja a una altitud de 1230 metros. Cruzamos esta plaza y salimos del pueblo por un camino hacia el Suroeste. Como apoyo llevaba abierta la aplicación del wikiloc en el móvil, y eso consume más batería. Decidí entonces volver un momento hasta la furgoneta a por una batería externa que llevo por si acaso se agota la del móvil. De nuevo con el grupo avanzamos por el ancho camino entre laderas de matorral dejando atrás una fuente y una nave ganadera al otro lado del arroyo Bucioso que bajaba por nuestra derecha. Más arriba este camino lo cruzaba por encima del cauce entubado y luego nos salimos del mismo por una senda que nos llevó a un cercado de alambre de espinos que había que atravesar. Algunos así lo hicieron mientras otros subimos paralelo a ella hasta entrar de nuevo en el camino donde lo hicimos por una cancilla abierta en él. Echando la vista atrás teníamos una amplia vista del Bodón y de Sopeñallana. Ya no era visible Valdeteja, oculto tras las lomas intermedias.
A las 11:55 horas, tras 2,300 km hechos llegamos a un refugio abierto con chimenea y cuatro cosas más dentro. Poco antes nos habíamos desviado del arroyo Bucioso, cuyo cauce bajaba por una vaguada al Oeste desde la falda del pico del mismo nombre. No habíamos descartado de momento subir a éste, pero antes queríamos hacerlo al Canto del Chozo. Un ramal del camino subía por dicha vaguada.
Tras ver el interior de este refugio situado a 1504 metros de altitud continuamos la marcha por el camino que nos llevó a las cercanías de una gran nave ganadera donde decidimos abandonarlo hacia la pradería. En la misma encontramos un abrevadero seco que dejamos atrás para iniciar una fuerte subida por la pendiente ladera hacia un collado superior. Por su parte, Mª Jesús lo hizo más directamente hacia la cima del cerro situado al Este del mismo. Algunos neveros de poco tamaño moteaban esta ladera y alguno más habíamos dejado abajo anteriormente. A las 12:25 horas alcanzamos nosotros este collado sin nombre con una altitud de 1612 metros y habiendo hecho hasta allí 3,300 km.
Emprendimos entonces otra fuerte subida ya por la falda misma de la sierra encontrando ahora más roca en el terreno. Como digo, no llevábamos ningún track de referencia en el GPS, pero comparándolo luego con la ruta hecha en el 2019, subimos por el mismo sitio José Luis y yo salvo algún tramo con pequeños desvíos. El paisaje se fue ampliando mientras ganábamos altura a cada paso. Sorteamos algunas canaletas y llegamos así a la altiplanicie donde se emplazan las formaciones tan irregulares de roca con hondonadas, simas, cortados, etc. En una de estas hondonadas se encuentra una gran sima de la que no se veía el fondo.
Para cruzar este tramo hay que rodear dichas dolinas por el borde de muchas de ellas. Luego volvimos a ascender fuertemente por pedreros y zonas de matorral bajo donde hubo que echar las manos para trepar algunos tramos, sin mayor dificultad por otro lado. En las zonas umbrías se mantenía la nieve que cruzamos o rodeamos según la ocasión. Llegamos así a otra zona más “llana” con más hondonadas desde donde ya veíamos la cresta superior de la sierra. También el pico Bucioso al Noroeste y menos rocoso. Eran las 13:20 horas y estábamos a 1823 metros de altitud. Llevábamos hechos 4,000 km.
El grupo se había dividido. Por un lado estaba José Luis, por otro José Carlos y el resto que íbamos por detrás. Nos tocó bordear de nuevo las hondonadas de esta zona alta intentando perder la menor altitud posible, aunque en ocasiones no quedaba más remedio que bajar, y de hecho fuimos perdiendo metros. Cruzamos un tramo encajonados entre la roca y un nevero en uno de los hoyos. Luego comenzamos a subir ya directamente por terreno más abierto y despejado hasta que alcanzamos la cresta de la sierra a las 13:50 horas y tras 4,300 km hechos. Estábamos a 1800 metros de altitud, menos que en la cota alta anterior.
Desde ese punto contemplamos el paisaje al Oeste con el valle del arroyo Valdecesar bajo nosotros que subía hacia el collado Bucioso. Lo cerraba por la otra vertiente una loma más montana que subía hacia el pico Bucioso y el Sancenas. Tras dicha colina emergía la cumbre del pico Polvoreda o Correcillas y una parte de Peña Galicia. Desde donde estábamos nos quedaban 920 metros en línea recta a la cumbre. Hacia ella nos encaminamos por esta cresta que de nuevo trazaba numerosos altibajos por roca algunos tramos y por pradería en otros. Pasamos algunos destrepes y perdimos altura en colladinas intermedias que volvimos a remontar luego. Teníamos que cruzar las varias cumbres que forman esta sierra, como anoté al comienzo. En este tramo hacia la cumbre divisamos una parte de Valdeteja en el fondo del valle.
A las 14:30 horas, habiendo hecho 5,500 km, alcanzamos la cumbre del Canto del Chozo y sus 1884 metros de altitud. Un pequeño hito de rocas marcaba esta cima con otra piedra rotulada con el nombre y altitud de la misma. Antes de acomodarnos para comer nos hicimos unas fotos de grupo y por mi parte varias más del amplio paisaje contemplado desde esa cima.
Eran muchas las cumbres que se contaban desde esa cota, y enumeraré algunas de las más destacadas. Justo al Sur, en la misma sierra, Peña Valdorria, cuya cima emergía tras otra más cercana y baja. A la izquierda de ambas, por el Este y más lejanos, Peña Corada, Moro, Espigüete, Peñas Pintas, Corral de los Diablos, y una parte de los Mampodres ocultos por las nieblas. Más cercanos, el Prado Llano, Cueto Ancino, Susarón o el Mahón. Algo más al Norte, moteados por algo de nieve, el Cuerna, Redondo y parte del Agujas. Justo delante de éstos, más cercano, el Bodón. También Sopeñallana o La Verde. En la lejanía, al Norte también, las nieblas oscuras ocultaban completamente el paisaje en la zona del puerto de Vegarada donde habíamos estado y del cercano puerto de San Isidro. Sí se veía claro de momento el pico La Morala y el cercano Cueto Cabañas delante. Cerrando el círculo por el Oeste, y no muy lejanos, La Peña del Sumidero, Peña Fucheros y Peña de Las Tablas. El Sancenas, el Bucioso y el Polvoreda cerraban este listado de las mas conocidas y destacados. Hasta el Bucioso teníamos en línea recta 1,600 km, pero el recorrido no era lineal y había que volver a crestear lo hecho y algo más. Por ello ya descartamos llegar al mismo. Como había dicho José Carlos, teníamos que haber comenzado por él subiendo por el arroyo Bucioso y luego venir hasta el Canto del Chozo. Pero bueno, se hizo así.
Además de las cumbres, aparecían en el paisaje algunos pueblos, entre ellos Valdeteja. También Arintero por debajo de la inconfundible Forqueta tras la cual se acertaba a ver un resquicio del pantano del Porma. Un par de pueblos en el valle de Reyero, posiblemente Pallide y el mismo Reyero, aunque no lo confirmo del todo. Al Sur, en la cuenca del Curueño, Otero y algunos más alejados en dicho valle. Hacia esa dirección Sur se distinguían perfectamente los tres valles de las cuencas del Porma, Curueño y Torío. En el del Torío, alejada, podía diferenciarse entre la calima la ciudad de León. Tras dejar retratado todo ello en fotos, me acomodé a comer yo también. Por su parte, José Luis y Juan decidieron emprender ya el descenso poco después. Las nieblas se iban metiendo por el Norte y ocultaban ya algunas cumbres más cercanas.
A las 16:40 horas emprendimos nosotros el descenso, ahora hacia el sur siguiendo de nuevo el accidentado cresteo de la sierra. Por la misma apenas avanzamos 100 metros antes de echarnos hacia la ladera Este por una pendiente canal y un poco a la aventura sin saber lo que en la parte baja nos encontraríamos. De hecho sí pasamos algunos tramos un tanto “delicados” por veredas al lado de paredes con caídas de varios metros. No es que fuese peligroso en sí, pero la precaución en esas zonas tenía que ser más extrema. Había que ir buscando los pasos más cómodos para descender hacia el fondo del valle. José Carlos se había ido más al Sur mientras Mª Jesús y yo seguimos otras veredas más directas.
Dejamos atrás algunos neveros aislados y así llegamos al fondo de la vaguada en la que encontramos un cercado de piedras de un corral y los restos de un chozo del mismo material. Pasamos luego un arroyuelo y subimos unos pocos metros por un camino poco definido antes de emprender la subida hacia un cercano cerro, el Espantagallinas, con la intención de llegar al pico Tapial desde ese punto. Anotar que ese arroyo sin nombre bajaba por el valle al Sudeste para desembocar en el Curueño unos 2,000 km más abajo. También dicho camino descendía casi paralelo al mismo hasta la carretera de esta cuenca.
Nos metimos entonces en una maraña de escobas tupidas que sorteamos como mejor pudimos antes de alcanzar este cerro de Espantagallinas, con una altitud de 1682 m, a las 17:55 horas. Desde el mismo contemplamos lo que nos restaba al pico El Tapial de 1710 metros de altitud. En línea recta teníamos tan solo 260 metros, pero había que bajar a un collado de 1668 metros y algunos tramos se veían también cerrados de maleza, sobre todo cerca de la cumbre. No sabíamos si desde él había otra alternativa de bajada o tendríamos que volver sobre nuestros pasos al camino anterior. Viendo también la hora que era, justo cuando se metía el sol tras la sierra del Canto del Chozo, optamos por descartar dicha subida y retroceder hasta el camino para regresar ya hacia Valdeteja por él.
Bajando por este camino que serpenteaba ahora bajando hacia el arroyo de La Reguera vimos una cavidad en las paredes de la sierra frente a nosotros. En la cabecera de este arroyo encontramos una fuente y una bañera como abrevadero para el ganado. El camino pasaba al lado del mismo y seguía bajando bastante suave hasta llegar a una cerrada curva en la que cambiaba de vaguada. Esta no era otra que en la que se emplazaba la segunda fuente por la que habíamos pasado por la mañana y desde la que atajamos subiendo el tramo empinado de pradera hacia la collada superior. También apareció por delante la nave ganadera y el refugio algo más alejado. Yo atajé una curva del camino por una vereda entre escobas y poco después pasamos a la vera de una lagunilla, que formaba una bonita foto con el macizo del Bodón de fondo. El sol anaranjado del atardecer iluminaba la parte alta de esta sierra y las cumbres cercanas, añadiendo un toque mas guapo al entorno.
Dejamos atrás la fuente y la nave ganadera antes de pasar cerca del refugio y otra lagunilla. Cruzamos el arroyo Bucioso y emprendimos la bajada más directa hacia Valdeteja. Ahora aparecía por delante de nosotros, también iluminada por ese sol vespertino, la Forqueta de Arintero. Mientras caía la tarde fuimos perdiendo altura por el ancho camino hacia el pueblo en el que entramos a las 19:25 horas. Por algunas de sus calles llegamos a la plaza en la que teníamos la furgoneta y donde estaban Juan y su hermano esperando. Eran entonces las 19:30 horas. El GPS nos daba como datos principales 11,300 km y 874 metros de desnivel acumulado.
Mientras nos cambiábamos vimos como una preciosa luna creciente, pero en la mínima expresión, se ocultaba tras las cimas al Oeste. Luego nos hemos acercado a tomar un refrigerio en el bar del pueblo donde estuvimos un buen rato. Eran las 20:30 horas cuando iniciamos el viaje de regreso marcando el termómetro de la furgoneta 0º C. Durante este viaje comentamos la posibilidad de cenar algo en un bar de Robles de la Valcueva. Allí nos detuvimos y tomamos una segunda consumición, pero no tenían sitio para cenar. Por la celebración de los carnavales lo tenían todo ocupado. Lo mismo nos pasó en otro de Garrafe de Torío y al final lo encontramos, aunque por poco, en Palazuelo de Torío. También éste estaba bastante lleno, pero tuvimos mesa para nosotros.
Allí cenamos cómodamente y sin prisa, saliendo a las 23:15 horas. Sin más novedades hicimos el corto trayecto hasta León donde quedaron los compañeros y a las 00:00 horas llegábamos José Carlos y yo a mi casa cerca de la cual tenía su coche. 2º C marcaba el termómetro a esa hora.
Fue todo un acierto el cambio que hicimos, ya que luego supimos que Javi F y Fernando sí intentaron la subida a las cumbres de Vegarada, el Llastres y La Fitona, pero solo llegaron al collado anterior a la primera de ellas. La nieve helada que encontraron hacia necesario el uso de material como crampones y piolet, que no todos habían llevado. Además, la niebla y ventisca no favorecían nada esa ascensión. Por el contrario, nosotros disfrutamos de un día estupendo, algo frío y con viento, pero despejado por completo.

MAPA ESQUEMA

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MAPA RASTER

VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

TRAYECTO



HACIA VEGARADA

PUERTO DE VEGARADA

PICO BODÓN

VALDETEJA (1230 m)








VALLE DEL ARROYO BUCIOSO


REFUGIO


FUENTE

NAVE GANADERA

POR LA PENDIENTE LADERA



HOYAS Y SIMA



TREPADAS POR LA ROCA



EN EL CIRCO SUPERIOR






POR LA CRESTA





CANTO DEL CHOZO (1884 m)


PANORÁMICA AL ESTE

PEÑAS PINTAS Y LLERENES ENTRE OTROS. EL CUETO ANCINO EN PRIMER PLANO

VISTA SUROESTE

EN LA CUMBRE. DE FONDO EL POLVOREDA

VALDETEJA EN LA BASE DE LA PEÑA SAÑONAL Y EL BODÓN DETRÁS

SUSARÓN Y LA FORQUETA CON ARINTERO EN SU BASE

HACIA EL SUR

VALDETEJA DESDE LA CIMA

NIEBLAS AL NORTE


VISTAS AL NORTE

LA MORALA CON EL CUETO CABAÑAS DELANTE

DETRÁS, EL PICO BUCIOSO Y EL SANCENAS

AL NORDESTE

CUETO CABAÑAS, BODÓN, PEÑA SAÑONAL Y VALDETEJA

VALLE DEL ARROYO VALDECESAR POR EL SUROESTE





OTERO DE CURUEÑO

PEÑA SAÑONAL, BODÓN, PEÑALLANA Y VALDETEJA EN EL VALLE

PEÑA LA VERDE, CUETO ANCINO, PRADO LLANO Y PEÑA VALDORRIA

DESCENSO





RESTOS DEL CORRAL Y CHOZO


EL CUETO ANCINO ILUMINADO POR EL SOL VESPERTINO

RESQUICIOS DE LA INMINENTE PRIMAVERA

LOMA DEL ESPANTAGALLINAS

ULTIMO RAYO DE SOL TRAS LA SIERRA

EL TAPIAL Y ESPANTAGALLINAS

SUSARÓN Y FORQUETA DE ARINTERO AL ATARDECER

POR EL CAMINO DE BAJADA

VALLE CON LA NAVE Y EL REFUGIO EN BRAÑARRIONDA

LAGUNILLA CON EL BODÓN DE FONDO

FUENTE

REFUGIO

FORQUETA DE ARINTERO

BODÓN

FIN DE RUTA EN VALDETEJA



LUNA Y VENUS

ANOCHECIDO


ROBLES DE LA VALCUEVA

CENA EN PALAZUELO DE TORÍO

ARMUNIA