jueves, 13 de julio de 2023

GABANCEDA (Carretera de Pandetrave) 08-07-23

 


2ª ASCENSIÓN AL “GABANCEDA”. (Carretera Puerto de Pandretrave).

08-07-23                   (Sábado)

Nueva ruta estival de nuestro grupo de montaña, en esta ocasión para ascender a la cumbre del pico Gabanceda, buena atalaya desde la cual se divisa gran parte de los Picos de Europa. Por mi parte era la segunda vez que la alcanzaba, aunque tengo que añadir un apunte sobre la denominación que en aquella ocasión le di. Por un mal entendido lo nombré como “Cabanceda”, con “C”, en el relato de aquella ruta y en varias descripciones más, incidencia que ya he rectificado en lo que buenamente ha sido posible. En aquella ocasión comenzamos la ruta en el mismo puerto de Pandetrave y la terminamos en Posada de Valdeón, ya que era organizada por otro grupo de montaña y con autocares.
Tras algunas bajas de última hora, cuatro fuimos los animados en esta ocasión: Juan, José Luis, Álvaro y yo, reuniéndonos todos en las cercanías de Mercaleón de donde partimos en mi furgoneta a las 7:05 horas. Poco antes de esa hora hemos tenido un impresionante amanecer con unas nubes teñidas de colores rojizos espectaculares. 16º C marcaba un termómetro en esos momentos.
Por la autovía avanzamos hacia Puente Villarente donde nos incorporamos a la comarcal con dirección a Boñar. Aquí hicimos la parada habitual para tomar un desayuno rápido antes de retomar la marcha por el valle de Sabero hacia la nacional 625 por la que continuamos con rumbo a Riaño. Dejamos atrás éste y seguimos bordeando el pantano por la sinuosa carretera hacia Portilla de la Reina donde tomamos el desvío hacia Valdeón y el puerto de Pandetrave. Poco después del kilómetro 4 de esta carretera LE 2703 nos detuvimos para retroceder un pequeño tramo hasta coger un desvío a un camino en el que comenzaba la ruta. Eran las 9:10 horas.
A la vera de este camino, cerca de un puente sobre el río Puerma, aparcamos para seguidamente prepararnos mientras llegaba otra furgoneta con una pareja que lo hacía al otro lado de dicho puente. Nos sacamos una foto de grupo y a las 9:35 horas iniciamos la marcha a una altitud de 1300 metros. Cruzamos el puente para seguir caminando por el ancho camino entre prados de alta hierba un breve tramo antes de llegar a un segundo puente sobre el arroyo Ceranzo que poco después desemboca en el río Puerma. Enseguida divisamos un pequeño chozo circular en una campa algo por encima y en otra loma alta de la parte contraria, un refugio pegado a una mole rocosa. La luna menguante aparecía hacia el Suroeste por encima de las cimas de esa orientación.
Tras algo más de un kilómetro hecho llegamos a una pasarela de madera elevada sobre el cauce del arroyo Ceranzo con unas bases de piedra a modo de escalones. Tras la misma vimos un enorme hormiguero cubierto por una marabunta de hormigas. Entramos luego a la sombra de un bosque, de hayas en su mayor parte, entre las cuales subía el camino en el cual cruzamos luego un paso canadiense para el ganado. No mucho más adelante llegamos a un cuarto puente, peatonal y similar a la pasarela anterior, en el cual nos hicimos una foto de grupo. El cauce del río cruzaba el camino para los vehículos.
Adelantamos luego a la pareja que había llegado en la furgoneta y que estaba sacando fotos a las pequeñas y bonitas cascadas que se formaban en el curso del arroyo. Así llegamos a la bifurcación del valle en la cual una nueva pasarela cruzaba ese cauce. Eran las 10:20 horas, estábamos a 1435 metros de altitud y llevábamos 2,700 km hechos. El camino se dividía hacia los dos ramales del valle, el de Ceranzo por la izquierda y el de Gabanceda a la derecha. En medio de ambos, en una pradera algo elevada, se veía un refugio de piedra y teja, rodeado por un gran rebaño de vacas y terneros que se amamantaban de las madres. En esos momentos un gran ave rapaz nos sobrevoló pudiéndole sacar una foto bastante nítida en el vuelo.
Tomamos el camino del valle Ceranzo que subía algo más pronunciadamente entre esas praderas y arboleda. A la vera de una gran roca, casi creciendo de ella, vimos un solitario árbol. Poco a poco fuimos cogiendo altura y llegamos a Las Hoyas del Quemado, los puertos situados al Norte del pico Calar de las Corcadas, cumbre que divisamos desde allí y hacia la cual se dirigía la pareja, según nos habían dicho. Hace 15 años lo habíamos subido nosotros siguiendo esta misma ruta que hoy llevábamos hasta ese punto.
No tardamos en ver venir hacia nosotros un manso mastín que nos acompañó hasta un cercano corral donde había un segundo tumbado en la pradera. Desde ese lugar ya divisamos la cima del Gabanceda al Norte y hacia ella retomamos la marcha sin retrasos. Cruzamos el arroyo y subimos por unas camperas hasta enlazar con un sendero por encima del cauce para seguir ganando altura por el mismo cómodamente. No tardamos en meternos en un reducto de hayedo entre el cual había más ganado. En un retorcido tronco medio caído nos sacamos una foto antes de continuar.
Hasta ese lugar íbamos siguiendo un track del GPS que iba más o menos por el medio de la vaguada. Pues bien, viendo que el sendero se bifurcaba hacia la parte alta de la misma y que estaba bastante marcado, de momento, optamos por desviarnos hacia él. Sí nos metió en algunos tramos entre muchas escobas, maleza y demás, aunque lo sorteamos sin mucha complicación. Echando la vista hacia la cima del Gabanceda vimos emerger por detrás de él unas cimas más rocosas y aparentemente más altas, por lo que me hicieron dudar si alguna de ellas era la cumbre principal y no la que veíamos primero. A las 11:50 horas alcanzamos un pequeño collado en el cual pastaban algunas reses. Estábamos a 1725 metros de altitud y llevábamos 6,200 km hechos.
Nos restaba a la cima una loma en la que veíamos más matorral y hacia allí nos encaminamos. Cruzamos una cinta electrificada para seguir ganando altura a la vez que nos metíamos entre dichas escobas que molestaban un poco. Ya no había senda definida e íbamos sorteando la vegetación como mejor se podía. Ladeamos un poco hacia el Oeste por evitar dicha “selva” y al final nos encontramos con más de lo mismo. Juan y José Luis se había adelantado un poco mientras Álvaro y yo quedamos un pequeño trecho por detrás. El tramo final estaba además bastante empinado y costaba un poco más avanzar. Dejamos atrás esta maraña de escobas y la roca apareció en el terreno, aunque no era abundante. Esta cumbre del Gabanceda no es muy caliza por esta orientación, aunque por el Norte sí caen paredes verticales, como luego comprobamos.
A las 12:55 horas alcanzamos Álvaro y yo la cumbre del Gabanceda y sus 2042 metros de altitud tras 7,500 km hechos. Como apunté, al Norte se precipitaban caídas verticales de las cuales había que alejarse prudentemente. Las vistas eran indescriptibles. Destacaban “a tiro de piedra” el Macizo Central y el Occidental de Picos de Europa justo al Norte mientras parte del Oriental asomaba al Nordeste. Entre medias de los dos primeros, el tajo de la garganta del Cares. Cercano se veía el alto del puerto Pandetrave del cual sale la pista hacia el Collado de Remoña, punto clave en el que se comienzan muchas de las rutas por el Macizo Central. Varios vehículos estaban aparcados en el puerto.
Aparte de los Picos de Europa podíamos divisar infinidad de cumbres conocidas y muchas ya ascendidas. Enumeraré una mínima parte de ellas girando desde el Norte y en sentido contrario a las agujas del reloj. Peña Beza y Canto Carbonero, Laconia, Peña Ten, Pileñes, Pozúa, Mampodres, Peñas Pintas, Redondo, Espigüete, Murcia, Tres Provincias y Peña Prieta, Vallines o el Coriscao, entre muchos más. En la misma sierra del Gabanceda, al Oeste, el Gildar y el Cebolleda, no hace mucho hechos por nuestro grupo, al igual que el Calar de las Corcadas, al Sur tras el valle por el que habíamos subido. Desde la cumbre veíamos las cimas que antes nos parecían más altas al Norte y que nos quedaban bastante por debajo ahora. Lo que hace la perspectiva. Eran las cimas del pico La Silla, el Miradoiro y la Peña Gulugas, con algo más de 100 metros de diferencia con ésta. Estas cumbres ocultaban a la vista el valle de Valdeón en el que podría haberse visto Posada seguramente.
En la cumbre había un hito de rocas sin más entre el cual dejamos luego nuestra tarjeta. Nos acomodamos para comer disfrutando de toda aquella maravilla visual mientras por el Oeste se iba cerrando por algunos nubarrones. Las nieblas cubrían algunas cumbres de los Picos de Europa y corría además una brisa fresca que nos hizo abrigar un poco. Mientras los compañeros se tumbaron cómodamente un rato, yo sacaba fotos del paisaje, preparaba la tarjeta de cumbre, etc. etc. No faltaron las fotos de grupo que habíamos hecho anteriormente.
A las 14:55 horas iniciamos el descenso por la misma loma de subida, pero echándonos algo más al Este. Íbamos a bajar ahora por el valle contiguo al de Ceranzo y que en esa primera zona alta no tiene nombre el arroyo que lo forma. El arroyo Gabanceda va paralelo y se une ya cerca de la confluencia con el de Ceranzo. Atravesamos una vaguada cargada con mucha roca suelta bajo un espolón de la sierra y nos metimos en unos prados de hierba muy alta que cruzamos hasta llegar a una cinta electrificada dentro de la cual había ganado. Entre matorral alto bajamos unos metros y enlazamos con una senda que nos llevó al interior de un bonito hayedo. En el mismo nos encontramos con algunos ejemplares de troncos retorcidos, gruesos, cargados con musgo y varios más caídos.
Me quedé un poco rezagado y hubo un momento en el que dudé por donde seguir, a pesar del track del GPS. Veía muy cerrada la bajada que me marcaba, aunque luego no era tanto y salí al arroyo cerca del cual esperaban los compañeros. Retomamos la marcha juntos para seguir a la vera del arroyo, sin nombre en los mapas, y en el que poco después se formaba una pequeña pero bonita cascada hasta la cual bajó José Luis. No mucho más abajo se unía a este cauce el arroyo Gabanceda, que bajaba algo más al Este, para seguir al encuentro del de Ceranzo. Hacia ese punto nos dirigíamos nosotros también por un camino que cruzó dicho cauce en un determinado punto. No había puente en él y con mucha agua igual es complicado pasarlo. Las laderas del valle estaban cubiertas por arboleda, en su mayor parte hayedo.
Divisamos ya por delante el refugio que estaba en la confluencia de valles a la que llegamos nosotros a las 16:40 horas y tras 11,200 km hechos. Nos incorporamos entonces al tramo común ya con dirección a la carretera y la furgoneta. Avanzamos por el ancho camino contemplando el bonito hayedo bajo la falda Este del Calar de las Corcadas. El verdor del mismo destacaba con el sol del atardecer creando una bonita postal con la caliza encima. Cruzamos el primer puente del regreso y seguidamente entramos entre la arboleda para llegar poco después al paso canadiense. El sol se colaba entre el bosque dándole un bello efecto de color.
Tras cruzar una segunda pasarela dejamos el arroyo a nuestra derecha y paralelo al mismo, muy cerca, bajaba un pequeño reguero que anteriormente había desviado el agua del principal, suponemos que para el riego de las praderías más altas. Llegamos así a la altura del chozo circular y algunos subimos a verlo de cerca. Estaba vallado con una cerca de madera y una entrada “cruzada” que no permitía el paso de animales grandes.
Retomamos la marcha viendo ya la carretera tras la cual, en un gran prado, había gente con maquinaria recogiendo hierba y empacando. A la vera del camino vi ahora una señal de la Ruta Vadiniense de Picos de Europa. Esta ruta forma parte de los varios itinerarios existentes del Camino de Santiago. Pasamos un ancho puente sobre el arroyo Ceranzo a cuya vera se veían los resto de un antiguo canal ahora derruido. Entre prados recorrimos el último tramo antes de pasar el puente a cuya vera estaba la furgoneta aparcada. A las 17:27 horas terminábamos la ruta en ese punto tras haber hecho 14,000 km con un desnivel acumulado de 790 metros, según el GPS.
En unos 15 minutos nos cambiamos y emprendimos el regreso por la angosta carretera hasta Portilla de la Reina. Poco después de pasar por este pueblo nos encontramos con un accidente en el que estaban implicados una furgoneta y un motorista al que ya estaban atendiendo. Camino de Riaño disfrutamos de unos contraluces espectaculares de cimas como el Gilbo, las Pintas, Yordas, etc. etc.
Llegamos a Riaño sobre las 18:15 horas y entramos al mismo para tomarnos un merecido refrigerio....o dos. La localidad estaba abarrotada de moteros y sus máquinas ya que por lo visto había una concentración ese día. Una media hora estuvimos en dicho pueblo antes de retomar el viaje. Nos desviamos hacia Boñar de nuevo por el valle de Sabero y en éste hacia Puente Villarente donde enlazamos con la autovía. A las 20:05 horas entramos en León donde fueron quedando los compañeros. Unos 20 minutos después llegaba yo a Armunia donde el termómetro marcaba 27º C a esa hora.
Jornada disfrutada a tope con una climatología perfecta, sin mucho calor, que nos permitió deleitarnos de los paisajes y parajes de esta bonita ruta.


MAPA ESQUEMA


ENLACE RUTA WIKILOC:


VISTA SATÉLITE

ARMUNIA

TROBAJO DEL CAMINO




RIAÑO


PORTILLA DE LA REINA


INICIO DE RUTA (1300 m)


CHOZO DE PASTORES





VALLE DE CERANZO







CONFLUENCIA DE VALLES

BELLA ESTAMPA CAMPERA

RAPÁZ SOBREVOLANDO EL VALLE



BONITO MASTÍN

LA CUMBRE A LA VISTA

EL CALAR DE LAS CORCADAS POR DETRAS


HAYEDOS




HACIA LA CRESTA



POR LA LOMA ENTRE ESCOBAS

VISTA AL SUR


HACIA EL NORDESTE CERCA DE LA CUMBRE


GABANCEDA (2042 m)

PAREDES VERTICALES AL NORTE


VISTA AL NORTE...

....AL OESTE....
... Y AL SUR.

EL CALAR DE LAS CORCADAS DE FONDO

PANORÁMICA AL SUR


CON EL MACIZO CENTRAL DE PICOS DE EUROPA DETRÁS...

...Y EL OCCIDENTAL





REPONIENDO FUERZAS


RELAX



DESCENSO









EN EL HAYEDO










POR EL VALLE DE GABANCEDA






DE NUEVO EN LA CONFLUENCIA DE VALLES


ESTRIBACIONES DE LA SIERRA DEL CALAR DE LAS CORCADAS





ENORME HORMIGUERO


YA QUEDA POCO



FIN DE RUTA



RIAÑO




ARMUNIA


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