EL BLOG DE JAVI GALLEGO: PEÑA FUCHEROS Y PEÑA DE LAS TABLAS

viernes, 14 de enero de 2022

PEÑA FUCHEROS Y PEÑA DE LAS TABLAS - (Collada de Valdeteja) 08-01-22

1ª ASCENSIÓN A LA “PEÑA FUCHEROS” Y A LA “PEÑA DE LAS TABLAS”. (Collada de Valdeteja).

10-01-22 (Sábado)

Tras el periodo navideño, hemos retomado de nuevo las rutas del grupo en este nuevo año. Dado que la climatología había estado un tanto revuelta los días anteriores, e incluso tras la tregua que se anunciaba para esa jornada, volvía a alterarse, escogí una sencilla ruta no muy lejos de la capital, en el valle de Valdeteja. Desde la collada del mismo nombre habíamos previsto ascender a varias cumbres de la sierra situada al Sur, quedando reducidas finalmente a dos. A pesar de ello, la jornada no pudo resultar más placentera y satisfactoria en todos los sentidos.
A las 8:05 horas, aún de noche y con -6º C, salí de casa para recoger a Mª Jesús y a José Luis y dirigirnos hacia el punto de encuentro en León. Allí nos reunimos con el resto de compañeros, salvo Tiquio, al que recogimos poco después. A las 8:30 horas salimos los 7 participantes: Mª Jesús, Tiquio, José Luis, Juan, Silvano, Alex H. y yo, repartidos en mi furgoneta y el coche de Silvano por la carretera del Torío hasta Robles de la Valcueva. Solo algunas nubes surcaban el cielo y sobre las cumbres se podía ver un bello efecto anaranjado con los primeros rayos solares. En La Vecilla giramos hacia el valle del Curueño para cruzar luego las Hoces de Valdeteja y desviarnos a este valle poco después. A las 9:40 horas aparcamos en un prado medio nevado al lado de la carretera en la Collada de Valdeteja que une este valle con el que baja a Cármenes. Nos preparamos allí mismo y nos sacamos una foto de grupo antes de iniciar la marcha a las 10:10 horas a una altitud de 1375 m.
Al Sur se elevaba la sierra hacia la que nos dirigíamos con las cumbres visibles de la Peña Fucheros, la del Mediodía y las Vizarreras en primer plano. El track de la ruta bajaba unos metros por la carretera hacia el Oeste para coger un camino que se dirigía a dicho macizo, aunque optamos por atajar por las praderías para evitar perder altura. Nos metimos de lleno en la nieve, aunque la capa era muy fina allí abajo. Como apunte anotaré que este día estrenaba un pantalón adecuado para protegerse de ella.
No tardamos en cruzar el arroyo Valverdín y enseguida enlazamos con el ancho camino que seguía subiendo dirección Sur. La pendiente se hizo más pronunciada en el siguiente tramo en el que entramos a la sombra y donde la nieve estaba más dura aún. En ella encontramos numerosas huellas y excrementos de pequeños animales. Este camino va siguiendo la ruta señalizada de Cuatro Valles, “De Ubiezo a Sancenas” que sube desde la collada hacia los puertos de Sancenas.
A las 10:55 horas, y tras 1,600 km hechos, llegamos a las cabañas de Fonfría, bajo las paredes de la sierra. En este lugar nos encontramos con un par de pequeños refugios, uno de piedra y otro de hormigón, con varios enseres en ellos, pero muy mal conservados ambos. No lejos hay una gran nave ganadera y los restos de un chozo. Nos sacamos una foto allí, con el Bodón y el Cueto Cabañas de fondo al Nordeste, mientras unas brumas bastante tupidas cubrían el sol en esos momentos. Tiquio decidió quedar allí y no subir más mientras el resto retomamos la marcha por el camino que se metió a la vera de las escarpadas paredes norte de la Peña Fucheros.
Abandonamos luego durante un tramo el camino para subir un poco por la ladera contraria del valle en el inicio de la loma que sube a las Vizarreras y el Alto de la Rasa. Desde esa altura ya tuvimos una amplia vista al Norte con el pico La Morala destacando en medio. Cruzamos una alambrada para seguir un sendero por encima del camino principal, que lo hacía por el medio de la vaguada algo más cargada de nieve. Íbamos rodeando la Peña Fucheros y otras cimas más bajas por su cara Este para atacarla por el Sur siguiendo el track del GPS. Yo había subido por allí una sola vez hacía muchos años al Sancenas. Las demás veces lo habíamos hecho desde el valle de Rodillazo.
Enlazamos de nuevo con el camino durante un breve tramo antes de abandonarlo y meternos directamente a la ladera Sur de todo ese macizo de cimas sorteando las rocas entre las que se acumulaba la nieve. El track seguía por el fondo del valle, por el camino, pero improvisamos echándonos a dicha loma rocosa. Es habitual encontrarse huecos ocultos entre ellas y había que tener precaución de no meter las piernas y hacerse daño por ello. Fuimos rodeando una de las cimas hasta que nos situamos algo por encima de un collado y frente a la cara Sur de la Peña Fucheros. Eran las 12:48 horas y llevábamos 3,600 km. Estábamos a 1791 m de altitud.
José Luis se había separado anteriormente y venía cresteando las cumbres que nosotros habíamos rodeado, uniéndose a nosotros en ese punto. De nuevo decidimos variar la ruta del GPS, que subía por una canal más al Oeste, mientras nosotros optamos por hacerlo directamente por la Este que se veía menos vertical, aunque aún así lo estaba. Además, ya veíamos más al Oeste las antecimas de la Peña de Las Tablas.
Bajamos unos metros por la roca hasta los 1780 m antes de iniciar la subida por la loma que ahora sí se empinaba entre piedra y nieve y donde de nuevo hubo que ir esquivando los huecos ocultos en ella. En algunos tramos había que echar las manos para ayudarse, aunque en ningún momento había gran peligro. Es verdad que también estaba el riesgo de resbalar en la roca con la nieve, y el hielo, que según ganábamos altura era más abundante sobre ella. En algunos puntos nos hundíamos bastante y en ocasiones era complicado salir. Ya cerca de la cima se suavizó algo dicha pendiente y cómodamente llegamos a ella a las 13:35 horas tras 4,100 km.
La Peña Fucheros tiene una altitud de 1891 metros, y aunque la misma no es muy destacable, las vistas son amplias en redondo. Al Norte teníamos numerosas cumbres cargadas de nieve hacia la zona de Vegarada y San Isidro. Destacaba hacia esa orientación el pico La Morala, tras el macizo del Bodón en el que, además del mismo algo más al Nordeste, estaba el Cueto Cabañas, Peña de Los Picos, Peña del Rubio, el Peredilla o el Bodón de Cármenes, entre otros. Por el Este y Sudeste, Peña Valdorria, Sancenas o Polvoreda. Siguiendo al Oeste, los cercanos Cueto Calvo o Las Tablas. En esos momentos algunas brumas cruzaban el cielo y la temperatura, aunque fría, era soportable. Nos sacamos unas fotos y dejamos la tarjeta de cumbres en un bote entre un pequeño monolito de rocas que había en la cima.
A las 14:12 horas iniciamos el descenso retrocediendo unos metros hasta situarnos frente a una pendiente vaguada al Sur por la que nos echamos, de nuevo con la precaución por la nieve y los hoyos ocultos. Descendimos por allí hasta llegar a la cota de los 1804 metros iniciando la subida a la Peña de las Tablas. La pendiente tampoco era desdeñable allí, pero se subía con comodidad. Nos situamos en la cresta desde la que advertimos las verticales paredes y cortados que hacia el Norte se precipitaban. En el valle de esta orientación que baja a Cármenes divisamos Genicera bajo nosotros. Anterior a la cima principal pasamos por alguna más de menor altura y separadas por collados de escasos metros de desnivel. En ellos la nieve se había moldeado por el viento creando unas bonitas formas. Durante un tramo caminamos a la vera de una alambrada antes de descender al ultimo collado e iniciar la subida final a la Peña de las Tablas.
A las 15:25 horas alcanzamos esta cima de 1912 metros de altitud y habiendo hecho 5,200 km desde el inicio. Tampoco allí había signos destacables de cumbre y fue cuando dudamos si realmente era otra muy cercana algo más al Oeste. Hacia ella nos encaminamos y la alcanzamos en pocos minutos, comprobando que su altitud era muy poco más pequeña, 1909 m. Soplaba ahora un vientecillo frío del Noroeste y acordamos comer allí mismo a la abrigada de unas rocas. Teníamos a algo más de 300 metros en línea recta al Noroeste, la cima de la Peña del Mediodía, y al Oeste, a unos 460 metros, el Cueto Calvo. Ambos los teníamos previstos en la ruta, aunque la hora que era y el esfuerzo ya hecho hasta allí por la nieve, nos hicieron desistir de su ascensión. Las vistas iban a ser similares a lo que ya estábamos contemplando, por lo que decidimos aplazarlos para otra ocasión. Desde allí veíamos ahora parte de Lavandera, también en el mismo valle que desciende a Cármenes. Al Oeste emergía la siempre imponente Peña Ubiña y al Este, muy lejano, el Espigüete. Tanto una como el otro son un referentes visibles desde un número muy elevado de cimas de la Cordillera Cantábrica. Por el Noroeste vimos como algunos nubarrones iban ocultando las cimas de esa orientación.
Tras la comida pasamos hacia la cima principal para hacernos una foto y dejar una nueva tarjeta de cumbres en ella. A las 16:30 horas iniciamos el descenso echándonos ahora hacia los valles del Sudeste. El sol del atardecer, medio oculto por algunas brumas, se reflejaba en la nieve moldeada por el viento creando verdaderas postales. Eran también curiosas las formas circulares que la nieve había creado en torno a numerosas matas de escobas que tapizaban el terreno. Nos fuimos metiendo al valle entre la sierra antes ascendida y algunas de las muchas cumbres más bajas situadas algo más al Sur. Por encima vimos como las nubes corrían veloces movidas por el frío viento del Noroeste.
Fuimos perdiendo altura y así nos cruzamos con la ruta de subida en la parte baja de la Peña Fucheros. Más o menos por allí comenzamos a subir hacia un collado por el que atajaríamos al camino de subida evitando de nuevo el rodeo a la peña que anteriormente había subido José Luis, el cual nos confirmó que era factible el paso por dicho collado. En el fondo del valle estábamos a 1774 metros y ascendimos hasta los 1806 metros que tenía el mismo. Divisamos entonces el camino en la parte baja por el que habíamos subido. La nieve se acumulaba en esta ladera por la que perdimos altura rápidamente hasta incorporarnos al camino a una altura de 1743 m. Eran las 17:25 horas y llevábamos hechos 6,900 km.
El cielo se había ido cubriendo de nubarrones entre los que se colaba el sol iluminando en esos momentos las cumbres del Bodón y el Cueto Cabañas, formando una bella postal. Fuimos metiéndonos en la vaguada bajo las verticales paredes de la sierra y cruzamos de nuevo la alambrada. En ese punto nos detuvimos unos minutos ya que de nuevo los rayos solares entre los negros nubarrones se reflejaban en las cumbres frente a nosotros creando unos efectos sorprendentes. En algunos puntos parecía que el cielo estaba en llamas.
Mª Jesús, que en el collado anterior se había desviado por otra vaguada, nos había alcanzado poco antes. Por detrás quedamos entonces ella, Alex y yo disfrutando de esos paisajes. La lluvia, en forma de agua-nieve, no tardó en aparecer, aunque no por mucho rato. Al resto de compañeros les habíamos oído ya en el refugio hacia el que iniciamos nosotros la bajada ya con el cielo nublado por completo. Eran las 18:10 horas cuando llegamos a la altura de las cabañas y la nave. Las dejamos atrás para seguir bajando por el ancho camino que perdía altura con dirección al final de la ruta en el Collada de Valdeteja. Trazamos de nuevo algunas curvas hasta que por fin divisamos los coches cerca de la carretera. No tardamos en abandonar el camino para meternos hacia los praderas siguiendo las mismas huellas de subida. Cruzamos el arroyo Valverdín y minutos después, cuando daban las 18:40 horas, finalizábamos nosotros tres la ruta donde ya estaban los demás compañeros. Tiquio había estado buena parte del día donde las cabañas y las había incluso adecentado un poco. El GPS nos marcaba 9,600 km hechos con un desnivel acumulado de 737 m.
Nos cambiamos ya anochecido casi por completo y a las 19:00 horas iniciamos el regreso a León. En Robles de la Valcueva nos desviamos hacia La Estación de Matallana donde paramos a tomar un refrigerio en un bar para retomar el viaje a continuación. A las 20:30 horas llegamos a León donde dejé a algunos compañeros antes de llegar yo a casa cuando daban las 20:50 horas y con 4º C de temperatura exterior.
Buena ruta la de este comienzo de año montañero. Sin ser cumbres de gran altura, la nieve y los paisajes de los que disfrutamos la hicieron destacable. La climatología también nos acompañó, y salvo las temperaturas algo frías y las cuatro gotas finales, nos respetó durante la jornada. Esperamos que sea la primera de las muchas rutas que queremos hacer a lo largo de este recién estrenado 2022.

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