1ª ASCENSIÓN A LA “LICA DEL
CIELO”. (Montuerto).
16-01-21 (Sábado)
Inauguramos
este año 2021 con una ruta cuyo resultado fue totalmente diferente al
programado, aunque por suerte, positivo. Nuestra intención era la ascensión al
Prado Llano, en Montuerto, sencilla cima en condiciones normales, pero que en
invierno y dependiendo del itinerario escogido, puede torcerse como nos ocurrió
en esta ocasión. La primera sorpresa que nos llevamos fue la ausencia de nieve
suficiente para usar las raquetas, que algunos llevábamos. Salvo en cuatro
lugares puntuales, era innecesarias, y sí lo hubiesen sido los crampones, que
otros sí añadieron al equipo, unos sencillos y elásticos fáciles de colocar
pero efectivos en rutas no muy complicadas. En el relato se pormenoriza el
transcurso de la misma con detalle.
Con
-10º C en el termómetro salía de casa para recoger a Mª Jesús primero y luego a
José Luis. Más tarde se unirían Valentín, Carmen y Terry ya en el pueblo. El
cielo permanecía despejado y el terreno totalmente blanco por la helada que aún
se mantenía. Por suerte la carretera del Torío por la que salimos estaba limpia
de hielo y nieve, la cual comenzamos a ver un poco tras unos cuantos kilómetros
hechos. En Robles de la Valcueva giramos hacia La Vecilla en la que paramos a
coger pan. Las cumbres estaban cubiertas por la nieve, pero tampoco
exageradamente. A las 9:40 horas llegamos a Montuerto, 1051 m, en donde sí
encontramos algunas calles con hielo que de momento no supuso mayor problema
para aparcar. Al final del valle, al Este, podíamos ver el Prado Llano, nuestro
objetivo.
Enseguida
comprobamos que las raquetas no iba a ser necesarias ya que las laderas apenas
tenían nieve, ni incluso en las crestas. En una fuente cercana vimos un curioso
efecto formado por el chorro de la misma que caía por el interior de un tubo de
hielo que se había formado en la base. Carmen, Terry y Valentín habían aparcado
al final del pueblo hacia donde nos dirigimos tras prepararnos para la ruta.
Con mucho cuidado para evitar patinazos con el hielo nos reunimos con ellos en
ese punto en el que nos hicimos una foto de grupo antes de iniciar la marcha
todos juntos a las 10:15 horas.
En
el GPS llevaba varias alternativas de subida, por el fondo del valle,
cresteando por uno de los laterales o por el otro. Las dos veces anteriores que
he subido al Prado Llano lo había hecho por el valle subiendo directamente a la
cima al final del mismo. Esta vez decidimos seguir uno de los track que
ascendía directamente a un collado de la sierra Sur. Hacia ella nos echamos
comprobando enseguida el estado helado de la nieve y la pendiente pronunciada
de este primer tramo. Con precaución e intentando sortear esos tramos ganamos
altura hacia ese collado situado al lado de un peñón puntiagudo al que poco a
poco fuimos llegando todos. La vista se había ido ampliando hacia el Noroeste
con Valdorria en primer plano. Un poco más al fondo y al Norte, el Bodón
también comenzaba a emerger detrás de la sierra que cerraba el valle por esa
orientación.
Iniciamos
desde ese punto emplazado a 1209 metros el cresteo de la sierra que encontramos
muy agreste con matorrales y arbustos que complicaban el avance en muchos
lugares del mismo. La poca nieve que había tapaba los huecos que se convertían
en trampas en las que había que evitar meter “la pata” y mancarse. Pequeñas
trepadas y destrepes se sucedían unos tras otros pasando por ellos o
evitándolos descendiendo algunos metros para ello. Todo ello ralentizaba el
avance hacia nuestro objetivo aún muy distante. El paisaje compensaba el
esfuerzo con un día despejado y vistas espectaculares. Al Sur comenzaba a verse
el valle del Curueño con parte de La Vecilla en él.
En
uno de eso puntos delicados en los que hubo que descender hacia el Sur nos
fuimos dividiendo, y mientras unos pasaban más arriba, otros perdimos algo más
de altura para sortear una zona rocosa. Yo ya iba un poco tocado de energía y
además me comenzaban a dar algunos calambres en las piernas, como en otras
ocasiones me ha pasado también. Este tiempo sin rutas, las Navidades, etc, etc,
pasan factura. Al final me quedé yo solo por la parte baja y entre nieve, que
aunque la capa no era excesiva, contribuía a ese desánimo. No quedaba mucho
para la primera de las cimas que teníamos que pasar anteriores al Prado Llano,
la Lica del Cielo, y quería al menos alcanzar la misma. Por encima veía a Mª
Jesús y a José Luis en la cresta. Se ofrecieron a llevarme la mochila, pero
para lo poco que restaba a esa cumbre prefería aguantar. Me uní a ellos y
pasamos otro tramo rocoso antes de alcanzar dicha cima a las 14:20 horas.
José
Luis, al igual que Valentín, Carmen y Terry, había llegado antes y habían
bajado ya al collado posterior. Yo no tenía intención de hacer más cumbres,
además del cansancio y demás, la hora que era y lo que aún nos restaba al Prado
Llano, me confirmaban la decisión. El tramo posterior de la Peña Corbero era
aún muy abrupto y con algunas subidas y descensos pronunciados. Más suave
parecía el del Prado Llano, 1721 m, aunque como digo, aún restaba un buen
trecho. Lo que no quería tampoco era bajar a comer al collado teniendo las
vistas que teníamos desde aquella cumbre. Al final subieron ellos los pocos
metros desde el mismo y en ella nos acomodamos para comer. Con nosotros estaba
un perrito al que yo no había visto hasta llegar a la cumbre.
La
Lica del Cielo tiene una altitud de 1665 metros y el paisaje desde la misma es
bastante amplio a pesar de no ser tan elevada. Cumbres como Peña Galicia,
Valdorria, Polvoreda o Bodón, emergían por el Norte y Oeste. Por el Sudeste
teníamos cercano el Cueto de Boñar y más alejados, Peña Corada, Moro,
Espigüete, etc, etc. La collada de Valderones divide por esa orientación Sur
los valles que bajan al Curueño y al Porma. Un par de montañeros que llegaron
siguiendo la línea de cumbres desde Boñar por el Cueto comentaron que había
bastante nieve en el camino.
Tras
sacar las fotos de grupo y dejar nuestra tarjeta de cumbres en un bote entre un
monolito de rocas de la cima, a las 15:50 horas emprendimos el descenso hacia
el collado contrario al de subida para seguir desde el mismo la bajada por la
pendiente ladera Norte. Estuvimos debatiendo si era conveniente o no la bajada
por allí, ya que repito, se veía muy pendiente, con algo de nieve, cara Norte y
ladera herbosa en muchos lugares. Por allí ya no llevaba referencia del GPS y
no sabíamos como estaría. Podíamos también hacerlo al valle del Sur a enlazar
con un camino, que tampoco sabíamos como estaba de practicable, y que nos
llevaba al camping de Montuerto.
Al
final nos echamos a dicha ladera Norte sorteando algunos pasos de roca
resbaladiza, neveros de nieve muy dura y algunos destrepes que nos iban
complicando la bajada. Los que iban por delante estudiaban las salidas y
canales más accesibles. En ocasiones tuvimos que remontar algunos tramos para
pasar de unas a otras hasta que por fin entramos en una bastante limpia y
despejada de complicaciones. Por la misma continuamos más cómodamente la bajada
hacia el valle de Requejo en el que se ubica una nave ganadera cerca de un
refugio.
A
ellos llegamos a las 17:20 horas tras pasar algunos neveros también bastante
helados aún. Desde ese punto entramos en el camino, en muchos lugares camuflado
en la misma ladera ya que dicha nieve formaba un mismo plano inclinado. Los
crampones volvieron a ser útiles a los que los llevaban, y algunos hemos
pensado en comprarlos para estas ocasiones. Yo tengo unos para ascensiones y
rutas con nieve dura, hielo, etc. bastante abundante. Pero éstos sencillos,
baratos y fáciles de colocar pueden sacarnos de algún apuro o facilitar el paso
en algunos momentos.
El
sol se ocultó por el Oeste a la izquierda de Peña Galicia, aunque por detrás
seguíamos viendo la sierra y el Prado Llano en ella iluminado por un destacado
color anaranjado. La mayoría se había ido adelantando y quedamos Mª Jesús y yo
por detrás. Entramos nosotros en Montuerto a las 18:20 horas por una calle
totalmente congelada. Para evitar los resbalones y caídas, que alguno sufrió
como luego supimos, caminamos por la nieve acumulada en las márgenes. Así
llegamos al lugar en el que estaban los compañeros y donde tenían el coche
Valentín, Carmen y Terry. De ellos nos despedimos para seguir Mª Jesús, José
Luis y yo el corto tramo que nos restaba a la plaza en la que había dejado yo
la furgoneta. Con mucho cuidado y evitando el hielo cruzamos el pueblo hasta
terminar la ruta en dicho punto a las 18:32 horas. El GPS me daba como datos
principales 7,000 Km hechos y 659 m de desnivel acumulado.
Allí
cerca estaba la iglesia, de la cual saqué unas bonitas fotos iluminada por las
luces del pueblo. El perrito, con cuyo dueño habíamos estado a la entrada del
pueblo, seguía a nuestro lado y allí quedaba cuando emprendimos el viaje de
regreso a las 18:50 horas. Durante el trayecto anocheció por completo y poco
antes de entrar en León se cerró la niebla. He dejado a José Luis y luego Mª
Jesús antes de llegar a casa a las 20:05 horas.
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