EL BLOG DE JAVI GALLEGO: MIRADORES DE SABERO

sábado, 20 de julio de 2019

MIRADORES DE SABERO - 13-07-19

1ª TRAVESÍA “MIRADORES DE SABERO” (Sabero)

13-07-19 (Sábado)

Este sábado de mitad de julio salimos para hacer una sencilla y corta travesía en el valle de Sabero, que ya hemos visitado en más de una ocasión anterior en otras rutas diferentes. El tiempo acompañó y disfrutamos de la misma los cuatro participantes que hemos ido: José Antonio, José Luis, Álvaro y yo.

Tras recoger a José Luis nos dirigimos hasta el Paseo de Salamanca donde completamos el pequeño grupo. De allí salimos a las 8:30 horas para enlazar con la autovía a Valladolid hasta Puente Villarente. La abandonamos para girar hacia Boñar en el que paramos a desayunar unos minutos antes de retomar el viaje. A las 9:35 horas llegamos a Sabero y aparcamos la furgoneta en una calle entre las dos carreteras que llegan a esta localidad, una que la cruza y la variante que la rodea.

Nos preparamos para la ruta con el cielo medio cubierto por brumas y a las 10:00 horas la iniciamos a una altitud de 966 m. Esta ruta está señalizada desde no hace muchos años y transcurre al sudeste de Sabero rodeando y subiendo algunas cimas que se elevan sobre esta parte del valle de Sabero y del adyacente del Esla. Tras cruzar la carretera que rodea Sabero por el Sur entramos en el camino en el que ya encontramos las primeras señales con su distancia completa, 8,800 Km, y la de algunos puntos de la misma. No tardamos en meternos en un bonito hayedo de gran verdor tras cruzar una cancilla para el ganado. Entre las hayas vimos algunos cerezos o guindos, no sabría decir, con frutos que probamos. Fuimos subiendo suavemente a lo largo de 570 m antes de llegar a la fuente de Llaneces, un manantial de agua fresca y pilón de piedra con unos peldaños aledaños por los que luego regresaríamos. Un indicador marcaba 0,500 Km al paraje de Las Ruedonas. Un poco por encima vimos bancos y mesas de un merendero.

Continuamos la marcha por el recorrido en el sentido habitual mientras veíamos parte de Sabero echando la vista atrás. El bosque fue desapareciendo mientras girábamos al Sur y aparecía por delante y arriba el primero de los miradores. En este tramo intermedio encontramos otra bifurcación en la que otro indicador señalaba la ubicación de los restos del Castillo del Aguilar a 0,800 Km. Pues bien, en la ruta que yo llevaba del GPS no marcaba muy claro la ubicación del mismo y si se podía subir desde el tramo final de la ruta. Como en principio yo quería acercarme a él nos desviamos por este ramal unos 250 metros antes de deducir que sí podíamos hacerlo mejor desde esa otra parte de la ruta. Volvimos sobre nuestros pasos al desvío para seguir ahora un sendero más pendiente con dirección al primer mirador de la ruta. La vista se fue ampliando ya hacia atrás viendo todo Sabero, la Camperona y otras cumbres hacia el Noroeste. Bajo un pequeño árbol encontramos un banco con buenas vistas donde algunos nos sacamos unas fotos. En el tramo final había incluso un cable a modo de barandilla para evitar, suponemos, el paso hacia los cortados que a pocos metros teníamos.

A las 10:55 horas llegamos al mirador del Castro tras 1,900 Km. Esta atalaya se emplaza a 1114 metros de altitud con vistas al Nordeste sobre el valle del Esla y de Sabero. Debajo, un poco al Este, podíamos ver las antiguas instalaciones mineras de Vegamediana cercanas a la carretera nacional. También los pueblos de Santa Olaja de la Varga, Sabero y parte de Aleje. El río Esla corría paralelo a la misma carretera anterior así como las cumbres del pico Moro, Campriondo, La Camperona o el Castillón entre varios mas. Un cartel panorámico explicaba e ilustraba todo ello. Una barandilla de madera hacía de protección frente a las verticales caídas. La bandera de León ondeaba cercana. Coincidimos allí con un pequeño grupo que nos sacaron algunas fotos.

Retomamos la marcha descendiendo por las laderas y siguiendo los hitos de la ruta que nos llevaron después de algo menos de 600 metros al segundo de los miradores, el de Vegamediana, cuando eran las 11:20 h. A una altura de 1067 metros, se sitúa justo encima de las ya mencionadas instalaciones del complejo minero homónimo ya abandonado y que servía como taller, lavadero y clasificador de mineral entre otros usos mineros de la zona. Desde este mirador, además de parte del paisaje anterior, podíamos ver la cima de Peña Corada y el mirador de los Rejos. Al contrario que el anterior, que era casi “natural” del todo, éste tenía una plataforma y barandilla metálicas ondeando otra bandera de León sobre las mismas. Nos sacamos unas fotos en el mismo y continuamos la ruta por la senda dejando a un lado otro árbol con banco bajo el mismo. Bajamos un tramo para ascender otro y enlazar con un ancho camino desde el que salía un ramal que atajaba hacia el que habíamos cogido erróneamente antes camino del castillo del Aguilar.

Al poco de emprender otro descenso llegamos al mirador de Vegabarrio, curiosamente a la misma altitud que el anterior, 1067 metros, y habiendo hecho 3,300 Km. Eran las 11:55 h. Desde el mismo vimos Cistierna al Sur así como también el mirador de Los Rejos y Peña Corada. Bajo nosotros había unas lagunillas marcadas en el panel explicativo como balsas de decantación de mineral. Poco antes habíamos visto algunas zapatas de hormigón usadas de base para torretas de líneas eléctricas o teleféricos de transporte de mineral. Este mirador estaba sobre una base también de hormigón con balaustrada de rejilla metálica.

Desde allí se veía el siguiente mirador al otro lado de una vaguada hacia la que comenzamos a descender bruscamente por la senda que se internaba entre algo de arboleda y pegado a una zona rocosa en la que seguíamos viendo restos de instalaciones mineras. Algunas de las lomas que pasamos son artificiales estando formadas por los escombros de las minas. En la parte baja salimos a un camino y llegamos al barranco de Valdetorno, parte más baja de la ruta con una altitud de 979 m. Llevábamos 3,860 Km y eran las 12:20 h.

Desde ese punto emprendimos un fuerte ascenso por otro sendero mientras el sol calentaba fuertemente a pesar de las brumas que había. Cruzamos una valla de palos para el ganado para meternos entre algo de arboleda muy dispersa que apenas mitigaba el calor. José Antonio y Álvaro se habían adelantado y ya estaban en el mirador mientras quedábamos José Luis y yo por detrás. Costaba un poco remontar aquella fuerte pendiente que parecía interminable. En el Esla vimos la presa que embalsa el agua un poco por encima de Cistierna.

A las 12:45 horas llegamos nosotros a este mirador de Retorno que se ha ubicado usando como base el castillete de un remonte cuya maquinaria puede verse también unos metros más atrás con los cables y carretes un tanto oxidados ya. Por una rampa se accede a este mirador que tiene como base una rejilla por la que se ve el suelo varios metros por debajo. Poco paisaje más se ve que desde el anterior. Cistierna y el valle del Esla alejándose al Sur y al Oeste el barranco de Valdetornos que habíamos cruzado abajo y que nace en la base del pico Trespeña, cumbre ascendida hace un tiempo por nosotros. Algunos trepamos por el armazón hasta la parte alta y nos sacamos algunas fotos desde allí. Como si de otra casualidad se tratase, este mirador está a una altura de 1114 metros, como el primero del Castro.

Sobre las 13:10 horas retomamos la caminata por el sendero que subía un tramo de 200 metros hasta los 1121 m de altitud, máxima de la ruta, aunque nosotros la superamos algo después fuera de ella. Yo tuve que retroceder unos metros al dejarme olvidados los bastones en el mirador. Desde este collado vimos la cima del Trespeña y comenzamos a descender hacia el barranco de Valdetornos entre praderías. Dejamos atrás una bifurcación para seguir siempre las señales de la ruta que nos dirigían ahora hacia arriba para cruzar poco después el seco cauce del arroyo Valdetornos en una pequeña vaguadita.

Pasamos al lado de unos reductos de arboleda antes de llegar al desvío del castillo del Aguilar y el atajo que habíamos cogido subiendo y del que habíamos retrocedido. Los restos del castillo se encuentran en la cima que se elevaba al Este con una altitud de 1219 metros. Estábamos ahora a 1098 metros y la pendiente no era nada desdeñable. Por ello, salvo José Antonio, optamos por descartar la subida al mismo y buscar un lugar donde comer cómodamente. Eran las 13:40 horas y llevábamos 5,900 Km.

Continuamos la marcha nosotros por el sendero que rodeaba un cerro cercano al que decidimos subir a comer. En este punto estábamos a la máxima altitud de la jornada, 1132 metros. Eran las 13:50 horas. En la ladera frente a nosotros veíamos subir a José Antonio. Mientras comíamos vimos como el cielo se oscurecía por el Sur cumpliéndose la previsión de posibles tormentas que habían anunciado, y que por suerte se contuvieron. A las 14:30 horas retomamos la marcha bajando al sendero para continuar el ya continuo descenso hacia Sabero. Enseguida vimos el pueblo mientras bajábamos por la loma de una vaguada. Me fui quedando por detrás y me alcanzó José Antonio poco después. Entre pradería y helechales llegamos al Mirador de Las Ruedonas, último de la ruta con vistas a Sabero, la Camperona, etc. Un indicador y un eje con dos enormes ruedas metálicas de alguna maquinaria minera son la identidad de este punto. Eran las 15:00 horas y llevábamos 7,100 Km.

Desde allí entramos al bonito hayedo por el sendero descendente que nos desembocó en la fuente y merendero de Llaneces donde cerramos el lazo a las 15:05 horas. Ya por el camino común de ida nos dirigimos hacia Sabero entre la arboleda. Al lado de este camino vimos algunas setas. Cruzamos la carretera ya fuera del bosque y recorrimos el poco tramo por la calle en la que ya teníamos la furgoneta. A ella llegamos cuando eran las 15:30 horas tras un total de 8,000 Km hechos y un desnivel acumulado de 415 metros. Por cierto, el botón de encendido del GPS, que ya estaba medio roto, se terminó de soltar del todo. Hoy, unos días después, he conseguido “medio” arreglarlo.

Nos cambiamos y minutos después emprendimos el regreso. El cielo seguía cubierto por brumas, pero no tan oscuras. En Boñar paramos a tomar un refrigerio y un termómetro marcaba 38º C. De nuevo en ruta se fue oscureciendo mucho más y comenzó a llover mientras veíamos algunos relámpagos. Llegamos a León a las 17:05 horas. Dejé a los compañeros en los lugares de recogida y llegué yo a casa a las 17:30 horas. El termómetro aquí marcaba 22º C y también llovía.

Buena jornada de ruta tranquila y sencilla pero con bellos paisajes de cumbres y valles de esa zona del Esla y Sabero.

MAPA ESQUEMA