EL BLOG DE JAVI GALLEGO: PEÑA LASA, LA CARBONA Y LA CALVA

miércoles, 16 de enero de 2019

PEÑA LASA, LA CARBONA Y LA CALVA - BUSDONGO 13-01-19

2ª ASCENSIÓN A “PEÑA LASA”, “LA CARBONA” Y “LA CALVA” (Busdongo)

13-01-19 (Domingo)

Reanudamos las rutas de montaña en este 2019 con una triple ascensión relativamente sencilla y cercana. Era la segunda vez que ascendía a las tres cumbres, aunque desde diferente punto de inicio, Rodiezmo, y fecha. Peña Lasa en un Encuentro de Montañeros Leoneses y las dos restantes en un Encuentro del club Cumbres de León. Solo cuatro participantes nos animamos a comenzar este año en esta ruta: José Antonio, Álvaro, Valentín y yo.

A las 8:30 horas recogía a José Antonio en casa para hacer lo mismo con Álvaro. Por la carretera de Asturias, con el paisaje blanco por la helada, avanzamos hacia La Robla en la que se uniría Valentín, hermano de José A. Hicimos tiempo tomando un café mientras llegaba para seguir el viaje hacia Busdongo donde llegamos a las 10:00 horas. Aparcamos en una calle cerca de la carretera general, y al lado de un gran charco congelado, ya casi a la salida del pueblo hacia Asturias. Allí nos preparamos para la ruta que iniciamos a las 10:15 horas a una altitud de 1254 m.

Por una calle nos acercamos hasta el arroyo del Valle del Canal que algunos esquivamos por su orilla unos pocos metros hasta salir a otra calle que nos llevó al paso a nivel sobre la vía del ferrocarril. Lo cruzamos para girar a la izquierda por un ancho camino que enseguida viró hacia el Sur por el valle del reguero El Canal. Nos metimos a la sombra y en ella encontramos varios tramos del camino totalmente cubiertos por hielo que fuimos sorteando. Poco a poco ganamos altura con la cima de La Carbona un poco al Oeste, en la parte contraria del valle. Una fina capa de nieve cubría buena parte de este valle al Norte de la sierra.

El paisaje fue abriéndose y contemplamos parte de Busdongo hacia atrás así como algunas cumbres ya asturianas. Por la vía vimos pasar un tren de mercancías en esa dirección. El camino fue trazando algunas “eses” en el valle hasta alcanzar un collado donde giró de nuevo antes de que lo abandonásemos para meternos hacia la misma ladera. En la nieve, que casi podría considerarse escarcha, vimos numerosas huellas de animales. Ya por la loma más pendiente nos dirigimos hacia la cresta de la sierra, a la que yo llegué a las 11:50 horas y a una altitud de 1700 m.

Nos restaban unos 500 metros lineales para llegar a la cima y 87 metros de desnivel. Para llegar a la misma había que seguir algunos senderos que sorteaban las crestas por su parte alta o bordeándolos para evitar algunos cortes abruptos. Cada uno los fuimos pasando por donde mejor lo vimos. Yo decidí perder un poco de altura en vez de crestear una zona que no me parecía muy segura y seguir un sendero más marcado.

A las 12:25 horas llegamos a la cima de Peña Lasa, la mayor cota de la sierra de Peña Laza emplazada entre el Valle de Arbás y el del Bernesga. Esta cumbre tiene 1793 metros de altitud y en ella hay una cruz con buzón y una placa recuerdo en las rocas. La vista desde allí, a pesar de no ser una cima con altitud destacada, es amplia en redondo. Al Suroeste se emplaza los valles de Arbás y La Tercia respectivamente con algunos de los pueblos que en ellos se reparten. Cubillas, Poladura, Rodiezmo o San Martín. En la confluencia con el del Bernesga está Villamanín y algo más al Este, Fontún. Al Norte veíamos parte de Busdongo y Arbás del Puerto. Por encima, el puerto de Pajares y la estación de ski, sin nada de nieve. Este invierno no ha caído prácticamente y ninguna de las estaciones ha podido abrir. Las cumbres también eran innumerables: Brañacaballo, Fontún, Cerro Pedroso, Tres Marías, Barragana, Cirbanal, Ubiñas o Peña Rueda, entre muchas más.

Nos acomodamos para comer mientras veíamos pasar por la parte baja al Sur un cazador con el perro. También vimos algunos incendios de los varios que en este seco invierno se han producido por la provincia. A las 14:15 horas emprendimos el descenso con intención de hacer otras dos cimas principales de la sierra. Durante un tramo seguimos el trazado de subida por la cresta hasta el punto en el que nos habíamos incorporado a ella. En este trayecto nos cruzamos con un joven y un perro que subía. Desde allí seguimos avanzando por entre roca, hondonadas y colladinas hacia la siguiente cima, La Carbona. Pasamos un trecho por un sendero a la sombra de otro picacho antes de encontrarnos poco después con unas crestas un tanto comprometidas. Rodeaban algunos hoyos y cortados nada desdeñables que Álvaro y yo decimos evitar perdiendo altura a cambio de seguridad. Me recordó mucho este tramo al que nos encontramos hace unos meses entre las cimas del Mediodía y Faro en Vegarada.

Bajamos unos 65 metros hacia el Sur para evitar estos pasos antes de remontar el desnivel por un sendero muy marcado hacia la cima de La Carbona. Todavía hubo que rodear otra hondonada antes de enfilar la última subida a esta cumbre a la que llegamos nosotros a las 16:05 horas. En ella solo un montón de rocas con un bote vacío en el que dejamos otra tarjeta nuestra. Nos sacamos la tradicional foto de grupo y no demoramos la marcha. Desde este pico de 1761 metros de altitud se veía mucho más claro y amplio el pueblo de Busdongo.

El atardecer se echaba encima y yo no estaba tan seguro de que mereciese la pena subir a la siguiente cima, La Calva, aunque el desnivel no era mucho. Hacia ella nos dirigimos bajando hasta el collado anterior emplazado a 1690 m. La cumbre tiene 1729 m. Uno de los track que llevaba del GPS subía por esta cima mientras el otro la rodeaba por el Sur. Yo no estaba convencido a subir, y viendo la vaguada al Norte que bajaba transitable, opté por echarme a ella acompañado por Valentín y Álvaro. Estaba bastante pendiente y con la capina de nieve sobre la hierba que resbalaba bastante, por lo que había que bajar con precaución. Yo estrenaba botas en esta ruta y agarraban más o menos bien, y aún así no me ofrecía mucha seguridad. Pues bien, tras bajar 115 metros de desnivel llegamos a un punto donde la pendiente era casi vertical. La hierba y la nieve sobre ella la hacían una pista de patinaje. Valentín se desvió hacia otra vaguada paralela pasando otro tramo nada fácil encontrándose con más desniveles similares. Al final él decidió buscar por allí un paso mientras que Álvaro y yo decidimos remontar el tramo de nuevo hasta la collada. Viendo en ella que era más fácil subir La Calva que rodearla, nos echamos roca arriba hasta alcanzar su cumbre en pocos minutos.

A las 17:12 horas llegamos a esta cima con 1729 metros de altura, en la que nos sacamos una foto rápida antes de emprender el descenso por la parte contraria. Hacia ella, un poco alejado aún, estaba el collado por el que pasaba otro camino que bajaba hacia Busdongo. Rodeando unas cimas intermedias descubrimos unas huellas que podían ser de José Antonio, al que sin embargo no veíamos. En este paso vimos que sí era posible bajar directamente por la vaguada sin peligro alguno y evitando llegar al collado de Los Eros.

Nos echamos ladera abajo y a mitad de ella pudimos ver mirando atrás el bonito Furacón de Peña Calva, un gran agujero pasante en la roca por debajo de la cumbre, al Oeste. La luz anaranjada del atardecer formaba un bello contraste sobre la cresta y el túnel. Allí nos sacamos algunas fotos antes de seguir el descenso hacia el valle. No tardamos en ver a Valentín en la parte baja y subiendo a nuestro encuentro. Nos reunimos poco después y continuamos bajando a la vera del arroyo del Valle del Canal. Algo más abajo estaba José Antonio, que ya había estado en el pueblo y había subido también a nuestro encuentro.

Cerca de una majada enlazamos con el ancho camino por el que hicimos el último tramo hasta cerrar el lazo en el paso a nivel de Busdongo. En pocos minutos recorrimos los escasos metros que nos separaban de la calle en la que teníamos la furgoneta en la que terminamos la ruta a las 18:30 horas. El GPS marcaba un desnivel acumulado de 965 metros y 11,900 Km hechos.

Nos cambiamos mientras anochecía por completo y nos pusimos en marcha. En un bar de La Vega de Gordón paramos a tomar un refrigerio unos minutos antes de seguir el regreso a León. En La Robla quedó Valentín y sin novedades hicimos el resto del viaje. Dejé a Álvaro en casa y seguidamente a José Antonio. A las 20:55 horas llegaba yo a la mía.

Así transcurrió esta primera ruta de 2019. Día espectacular y triple ascensión disfrutando de la montaña. Que continúe el resto del año en la misma línea.

MAPA ESQUEMA