EL BLOG DE JAVI GALLEGO: VALDECEBOLLAS-CUETO MAÑÍN-PEÑA SESTIL 11-05-14

viernes, 16 de mayo de 2014

VALDECEBOLLAS-CUETO MAÑÍN-PEÑA SESTIL 11-05-14

1ª ASCENSIÓN A LOS PICOS “VALDECEBOLLAS” Y “PEÑA SESTIL”

Y 2ª ASCENSIÓN AL “CUETO MAÑÍN” (Desde Refugio de Golobar - Palencia)

11-05-14 (Domingo)

Después de un mes sin salir a la montaña, por temas familiares, he vuelto a incorporarme a las rutas del club. En esta ocasión nos hemos marchado hasta Palencia, concretamente a Brañosera, en la zona de Alto Campoo, para ascender al Valdecebollas, cumbre que alcanzamos junto con otras dos del mismo cordal, el Cueto Mañín y la Peña Sestil. El Cueto Mañín ya hacía unos años lo había ascendido desde la otra vertiente saliendo de Santa María de Redondo, otra de las opciones para alcanzar esta sierra pasando por la Cueva del Cobre, nacimiento del Pisuerga, a la que dos compañeros bajaron en esta ocasión también.

A las 7:30 horas nos reunimos en Guzmán los cinco componentes de la salida: Miguel Ángel, Carmen, Nati, Álvaro y yo. En mi furgoneta salimos por la LE-11 hasta enlazar con la autovía de Burgos. El cielo casi despejado de León se fue cubriendo mientras avanzábamos hacia Osorno donde nos incorporamos a la de Santander. Ya por ella comenzó a llover considerablemente y vimos como la niebla cubría las cumbres de la montaña hacia la que nos dirigíamos.

En Aguilar de Campoo hemos abandonado la autovía y en dicha localidad paramos a tomar un café cuando eran las 9:00 horas. Allí no llovía ya, pero se mantenía nublado. En 20 minutos tomamos el refrigerio y retomamos el viaje hacia Brañosera, a unos 20 Km. de allí. En dicho pueblo paramos y quedó Nati. En una fuente cargamos agua antes de seguir el trayecto por otra carretera que nos llevó hasta el refugio de Golobar, un proyecto fallido de parador en obras abandonadas situado a 1756 metros de altitud. Desde el pueblo hay 9 Km.

A las 10:00 horas llegábamos a dicho punto con la niebla cerrada, aunque no llovía, solo el chirimiri de ésta. Nos preparamos para la ruta y 20 minutos más tarde nos poníamos en marcha por un camino entre brezo hacia el Oeste que seguía ascendiendo por la ladera del valle de Canal que caía hacia nuestra izquierda. Según ganábamos altura se abría más la niebla y vimos el collado al que teníamos que llegar. Se terminó el ancho sendero y nos metimos por sendas a la vera de otro arroyo secundario del valle cruzándolo en algunas ocasiones. No tardamos en pisar el primer nevero de la ruta, y casi el único, ya que apenas si encontramos más.

En la parte alta cruzamos algunas camperas y cuando eran las 11:00 horas alcanzamos el collado Sestil con una altura de 2027 m desde donde vimos el Valdecebollas. La niebla había abierto algo y entre ella vimos algunas cumbres lejanas de la zona del Curavacas, Espigüete, y Fuentes Carrionas. Por la derecha corría la sierra con la Peña Sestil, El Cueto Mañín, Cuchillón, Tres Mares y Peña Labra.

Por un sendero al Suroeste retomamos la marcha pasando por la falda de otra cumbre mientras subíamos muy suavemente hacia el Valdecebollas que teníamos muy cercano. Pasamos otro collado antes de enfilar la corta ladera de esta cumbre a la que llegamos a las 11:30 horas. En dicha cima encontramos un enorme hito de piedra con una cruz y un vértice geodésico encima y varias placas en sus lados. También encontramos un par de belenes en algunos de los huecos del mismo y otros dos en otro de las varios monolitos que moteaban dicha cumbre montana. La altitud de la cima es de 2144 metros y habíamos caminado 3,100 Km.

Nos hicimos varias fotos encaramados al hito, que tenía unos peldaños metálicos para subir, y dejamos una tarjeta en el buzón. Acercándose un poco al borde del altiplano se podía ver Santa María de Redondo al Oeste. También se contemplaban los riscos en los que se emplaza la Cueva del Cobre, aunque no la entrada de la cueva. Poco más de media hora después nos pusimos en marcha por el mismo sendero de llegada. En él nos encontramos de frente a un grupo que también iba de León con los de “Gueko”.

El siguiente objetivo era el Cueto Mañín, que según el GPS estaba a 5 Km. en línea recta. Por su parte, Carmen y Miguel Ángel decidieron ir hacia la Cueva del Cobre, que se sitúa a unos 1620 metros de altitud bajo las laderas del mismo pico. Nos separamos entonces y ellos se metieron más hacia el fondo de la vaguada mientras Álvaro y yo, en vez de subir de nuevo al collado, comenzamos a bordear la Peña Sestil por la loma Oeste encontrándonos poco después un manantial de aguas claras donde bebí.

Por senderos medio marcados y de ganado fuimos bordeando dicha cumbre hasta alcanzar el collado Norte de la misma conocido como Sel de la Fuente, al igual que la laguna que podíamos ver en la parte baja al Oeste. Eran las 13:00 horas cuando llegábamos a dicho punto emplazado a 1857 metros y habiendo caminado un total de 5,800 Km.

Desde allí comenzamos a subir al lado de una alambrada que ya en ese lugar dividía las provincias palentina y cantabra. Por debajo vimos a los compañeros que seguían un rumbo paralelo hacia la cueva. Ganamos nosotros altura más o menos suavemente encontrándonos enormes rocas entre las que pasamos mientras la niebla nos envolvía en algunos tramos. Veíamos como la sierra hacía de parapeto a la misma quedando la parte cantabra totalmente cerrada a la vista mientras la palentina se mantenía más o menos despejada.

Tras cruzar este tramo suave llegamos a la ladera de la cumbre anterior al Cueto Mañín y que no tiene nombre en los mapas. La pendiente se hizo más evidente y comenzamos a ascenderla. Estábamos ahora justo enfrente del valle de Santa María de Redondo, pueblo que veíamos al fondo del mismo. Ya bastante arriba hemos cogido un sendero que comenzó a bordear la cima por la parte Oeste sin alcanzarla. En esos momentos vimos de nuevo el Cueto Mañín, para el que aún nos restaba un buen tramo.

Por aquella loma encontramos numerosas sendas que íbamos tomando sin perder altura, e incluso cogiéndola a ser posible. Íbamos dejando en la parte alta algunos neveros que procuramos evitar. Tras dejar atrás la cima anterior a la principal, alcanzamos la cresta y en pocos minutos llegamos al Cueto Mañín cuando eran las 14:35 horas. En el GPS marcaba 2142 metros de altitud y 10,300 Km recorridos, 7 desde el Valdecebollas.

Desde aquella atalaya vimos de nuevo varias cumbres entre las nieblas al Oeste. Ahora claramente veíamos alineados en la sierra el Cuchillón, Tres Mares y Peña Labra, esta última también ascendida hace algunos años por mí. Nos sacamos unas fotos y dejamos una tarjeta en una bolsa entre el hito de rocas de la cima. A la abrigada de la loma Este nos sentamos a comer Álvaro y yo mientras la niebla seguía parapetada por esa parte sin visibilidad alguna hacia ella. En algún momento habíamos visto la cima de un pico por encima de ella sin poder localizar cual podía ser.

Por el móvil conseguimos hablar con Miguel Ángel, que ya estaban subiendo hacia la cima. Les dijimos que nosotros a más tardar a las tres y media nos poníamos en marcha ya que el regreso era largo y había que subir la Peña Sestil, lo que era más cómodo que rodearla de nuevo hacia el otro collado por las vaguadas que había y que antes habíamos pasado.

Diez minutos más tarde de esa hora prevista emprendimos el regreso por el mismo trayecto de llegada. En línea recta al coche había 5,930 Km. según el GPS. Entre la niebla vimos ahora claramente la pirámide del Espigüete. Al llegar casi a la segunda cima nos encontramos con Carmen y Miguel que subían. Nos cruzamos y continuamos nosotros rodeando la cumbre unos metros por encima de lo que antes lo habíamos hecho. Entre matojos bajos perdimos altura tras la misma para pasar luego la zona de grandes rocas donde nos envolvió la niebla unos minutos. A la vera de la alambrada de nuevo ya teníamos a la vista el collado y la loma de 200 metros de desnivel a la Peña Sestil que teníamos que remontar. Antes de llegar al collado pasamos al lado de un grupo de bonitos caballos de diferentes tonalidades de pelaje.

En dicho collado nos detuvimos unos minutos y comí una mandarina. El sol que nos estaba pegando desde hacía rato me estaba poniendo la cabeza como un bombo y la sentía caliente. Un error que había tenido fue no echarme crema solar y estaba quemado. Con ello y algo de agua refresqué un poco y retomamos la marcha ahora para comenzar a ascender la loma por una especie de cortafuego paralelo a la alambrada. Me costaba subir ya y lo tomé con calma.

A las 17:40 horas alcanzamos Álvaro y yo la cumbre de Peña Sestil con 2058 metros de altitud y tras 17,100 kilómetros recorridos. La niebla seguía rondando y en un momento que aclaró vimos bajo nosotros el refugio y la furgoneta aparcada al lado. Escuchamos voces por el Oeste y gritamos creyendo que eran Carmen y Miguel que venían por esa loma. Poco más tarde les vimos aparecer por la contraria y vimos un grupo de jóvenes que bajaban corriendo de la cima anterior al Valdecebollas comprobando que era a ellos a los que habíamos oído.

En la cima nos sacamos una foto y dejamos una nueva tarjeta de cumbres entre un montón de piedras que tuvimos que hacer nosotros. Sin más pérdida de tiempo retomamos juntos la marcha bajando hacia el collado Sestil al que por la mañana habíamos llegado. Desde allí emprendimos el descenso por la loma hasta llegar al arroyo. En las praderas pudimos ver un manto de margaritas entre la hierba. Carmen y yo nos acercamos hasta el borde de la vaguada paralela que parecía un pequeño cañón.

En pocos minutos enlazamos con el ancho sendero que nos bajó directamente al refugio de Golobar cuando eran las 18:35 horas. Según el GPS habíamos caminado 19,000 Km. con un desnivel acumulado de subida de 1000 metros.

Nos cambiamos y poco más tarde emprendimos el regreso. En Brañosera nos esperaba Nati y paramos a hacer unas fotos de algunos rincones del pueblo. Había un mapa de España hecho con una cadena trenzada y una flecha metálica marcando la situación del pueblo en él y una estatua con la figura de un escultor renombrado para la localidad. Retomamos el viaje hacia Aguilar de Campoo donde volvimos a detenernos a tomar un refrigerio tranquilamente en la misma cafetería de la mañana. Allí estuvimos unos 20 minutos y poco antes de las 19:00 horas emprendimos el último tramo hacia León. La nieblas desaparecieron por completo y el sol volvió a brillar, incluso molesto cuando veníamos frente a su ocaso. A las 21:25 horas llegábamos a Guzmán tras los 200 Km del trayecto.

Sumamos así otra ruta más al listado del club y por supuesto al particular mío con dos cimas nuevas y otra repetida. Pero sin duda hay que tener en cuenta que los números no son tan importantes como las experiencias vividas en cualquiera de ellas.

MAPA ESQUEMA