lunes, 25 de marzo de 2013

PALACIOS DEL SIL - BRAÑA DE LA DEGOLLADA 24-03-13

 


1ª TRAVESÍA “PALACIOS DEL SIL – BRAÑA DE LA DEGOLLADA”.

24-03-13            (Domingo)

Este domingo nos hemos ido a hacer la ruta de La Braña de La Degollada, en Palacios del Sil. En Guzmán nos reunimos a las 8:0 horas los 7 participantes en la misma: Antonio, Álvaro, Nati, José L., Marcial, Cundi y yo. En los coches de Antonio y el mío salimos por la carretera de Caboalles hasta La Magdalena decidiendo ir por Omaña. En Villablino paramos a tomar un café antes de proseguir hacia Palacios del Sil, 870 m, en el que comenzaba dicha ruta.
En dicho pueblo cruzamos el puente medieval y salimos por la carretera de Salientes hasta ver un camino que salía a la izquierda, aunque no nos concordaba con el marcado en el mapa. Retrocedimos y nos metimos por la carretera hacia el cementerio de la localidad cruzando la vía férrea por un paso subterráneo. Allí mismo encontramos un aparcamiento en el que dejamos los coches mientras llovía con fuerza. Mientras nos preparábamos pasó por allí un pastor con un rebaño de cabras y un gran mastín.
A las 10:30 horas comenzábamos la marcha por el asfalto hacia el cementerio dejando éste a un lado mientras nos metíamos enseguida en un camino entre grandes castaños. Bajo la lluvia persistente avanzamos por éste dejando atrás un merendero entre nosotros y el río Sil que bajaba por la izquierda. Sobre el mismo íbamos ganando altura mientras el camino se encajonaba a tramos entre algunas tapias de piedras. Entre la arboleda veíamos alejarse el pueblo que nos quedaba al Sur.
Según la ruta, el camino tenía que describir unas curvas y cambiar de dirección, aunque nos parecía que ya llevábamos mucho trecho sin encontrarlo. Por fin llegamos a esta bifurcación que tomamos a la derecha retrocediendo hacia atrás por encima del anterior. Al poco llegamos a lo que parecía un antiguo cargadero de mineral desde el cual tuvimos una amplia vista del valle y Palacios del Sil.
El camino iba girando hacia el Norte hasta enlazar con otro más ancho que supusimos era el que habíamos visto que salía de la carretera de Salientes. Ya en éste vimos por encima una vieja caseta de luz y no lejos una pequeña finca cercada con colmenas. En la margen contraria había una especie de estanque de piedra cuadrado y cubierto de musgo. En el suelo encontramos algunas castañas que aún se conservaban entre la hojarasca. Pues bien, fue comiendo una de éstas cuando me entró un pequeño trozo por mal sitio y me hizo pasar un rato realmente mal. Era incapaz de respirar y me ahogaba. Por fin fue pasando el mal trago, aunque me quedó la garganta muy irritada.
El camino había ido abandonando el valle principal y metiéndose en otro más cerrado. El bosque ya ocupaba todas las laderas del mismo salvo algunos corros en los que las piedras formaban grandes canchales que cruzaban el camino. La niebla impedía ver las partes altas del valle desde media ladera. Además, la lluvia se fue convirtiendo en copos de nieve según ganábamos altura remontando algunos fuertes repechos y haciendo algunos zigzag. En uno de los pedreros vimos algunos neveros aislados. Con este panorama llegamos a una curva cerrada del camino de la que salía un ramal de frente y en el que estaba el cartel de la braña. Era las 12:20 horas y llevábamos unos 5 Km. recorridos. La altitud allí es de unos 1200 metros.
A los pocos metros había un refugio circular de piedra en el que a estaban algunos compañeros comiendo. Los que llegábamos decidimos ver primero este poblado con numerosas casas en diferentes estado de conservación y restauración, todas ellas de piedra y pizarra como materiales esenciales. Delante de la fachada de una de ellas había un tronco en el que han esculpido una especie de tótem y en medio de una pequeña campa vimos un pilón con fuente.
Llegamos al final de la braña con caída hacia otro valle que llegaba a la carretera donde se veía Cuevas del Sil. Estuvimos pensando bajar a él, pero no sabíamos si habría luego camino hasta Palacios para evitar la carretera, así que lo descartamos. Regresamos hacia el principio del pueblo y nos sacamos una foto de grupo, en el que faltaba Nati y Cundi. Ésta última había quedado en el pueblo y Nati llegó poco después de estar nosotros en el refugio.
En éste nos dispusimos a comer mientras se secaba un poco la ropa humedecida. Había chimenea, pero no teníamos leña para prender. Para postre llevé yo unas torrijas que había hecho el día antes y que degustamos entre todos.
A las dos de la tarde nos pusimos de regreso al pueblo. Aunque no dejaba de llover, se abrieron algunos claros. Desandamos el mismo trazado hasta llegar a la confluencia de caminos decidiendo ahora seguir por la pista ancha. Salimos del bosque y tuvimos una panorámica del valle ahora con algunas cumbres a la vista. Así llegamos a la altura de un pedrero por el que se podía bajar directamente a otro camino intermedio entre el de arriba y el de ida. Tras pensarlo un momento, nos echamos por él abajo hasta salir a dicho camino. Poco después salíamos al asfalto llegando enseguida a los coches cuando eran las 15:10 horas.
Llovía a jarros a esa hora y tuvimos la idea de meter las culeras de los coches bajo el puente de la vía para poder cambiarnos. Tras esto, y recoger a Cundi, que había quedado con una amiga del pueblo, nos pusimos de regreso a León a las 16:10 horas. Decidimos volver por Babia y al llegar a San Félix de Arce paramos en el bar de la fábrica de embutidos en la que algunos hicieron compra.
De nuevo en marcha entramos en la autopista en el tramo del pantano para salir en La Magdalena y recorrer los últimos kilómetros por la carretera.
A las 18:30 horas llegábamos a León en el que los claros abundaban más que las nubes. Antes de venir a casa me decidí a subir un rato al jano.












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