POLVOREDA (CORRECILLAS) (Rodillazo) 18-11-01

 

5ª ASCENSIÓN AL “CORRECILLAS”.

18-11-01        (Domingo)

Tras varios cambios en los planes previstos para este mes por causa de la climatología, decidimos al fin realizar esta salida para ascender a un pico tan conocido como fácil de ascender como es el pico Correcillas. El tiempo nos permitió alcanzar el objetivo y la marcha transcurrió como sigue.

Poco antes de las 9:00 horas cogí la furgoneta para ir a recoger a varios de los componentes del club. En Villaquilambre nos juntamos todos para comenzar el corto viaje hasta Rodillazo, situado a 1340 metros de altitud y desde donde habíamos optado por comenzar. En los coches de Rubén, Toño y el mío salimos hacia este pueblo. En poco más de media hora llegamos allí encontrando algo de nieve en la carretera. Minutos más tarde llegó la hermana de Jorge y otra amiga que se habían agregado en el último momento. En total 15 personas íbamos: Toño, Jorge, Sonia, Carol, Eva, Rubén, Vicki, Sheila, Ángel, Roberto, Sergio, Elena, Antonio, José y yo.

Tras aparcar los coches y prepararnos emprendimos la marcha por el camino que se dirige hacia el Valle del Marqués. En esta pista encontramos algo más de nieve acumulada. Algunos trechos les hicimos por los prados donde había menos capa. El grupo se fue distanciando según ascendíamos hacia la collada de Santiago. Por otro lado, el día se ofrecía espléndido tras los anteriores que habíamos tenido.

Con mucha calma fuimos avanzando hasta alcanzar este collado de 1572 m desde el cual se comienza el descenso hacia el pueblo de Correcillas. Nosotros nos desviamos por otro camino que seguía subiendo hacia la parte alta del valle del Marqués. Al llegar allí vimos como se iba cubriendo el cielo de negros nubarrones por la parte sur. Ahora veíamos también por primera vez la cumbre del pico Correcillas, que hasta ese momento nos había quedado oculta. Parte del grupo iba por delante ya mientras que otros quedaban rezagados y les esperamos. Delante de nosotros veíamos claramente la falda del pico por la que teníamos que subir. Había mucha menos nieve de la que esperábamos. Abajo contemplábamos también el valle cubierto por el manto blanco.

Antes de comenzar a subir por la ladera tuvimos que perder unos metros bajando al valle. Siguiendo las huellas de los predecesores comenzamos a subir por la falda norte del Correcillas donde encontramos varios tramos con nieve algo dura, pero sin peligro alguno. Algunos se colocaron los crampones para mayor seguridad. Ya con ganas de alcanzar la cumbre, donde ya habían llegado algunos, continuamos ladera arriba mientras las nubes se abrían ahora por encima de nosotros. Por su parte, Jorge, Sonia y José habían decidido dar la vuelta poco después de pasar el valle.

A las 14: 30 horas alcanzamos la cima otra parte del grupo. El paisaje nevado era realmente espectacular y de postal. En la cumbre han colocado una especie de antena de meteorología, que según Carol, no estaba hacía dos semanas. También hay un hito y el buzón de cumbres al igual que una imagen de la Virgen del Rosario a la que faltaba la cabeza.

En unas rocas nos acomodamos para comer mientras iba llegando el resto de compañeros junto con varios montañeros más de un club de Asturias. Desde allí se observaba un curioso y bello efecto meteorológico. Mientras que hacia el norte se mantenía despejado, hacia le sur se veía completamente cubierto de nubes y nieblas bajas que impedían distinguir paisaje alguno. Lo chocante de ello era ver como el macizo en el que nos encontrábamos hacía de pantalla a la niebla provocando una barrera perfecta entre una parte y la otra. Incluso saqué una foto de ello como curiosidad.

Rubén llevaba un mini campingas con el que calentó café para todos. Aunque no hacía frío, se agradecía la cazadora encima. Abajo pudimos distinguir entre la niebla el pueblo de Villalfeide. Hacia la parte oeste y muy al fondo, Peña Ubiña y Justo al lado nuestro teníamos la cumbre del pico Sáncenas. El paisaje nevado era verdaderamente bello.

Antes de emprender la bajada sacamos unas fotos y dejamos nuestra tarjeta de cumbres en el buzón. Antes habíamos dado otra a los del grupo asturiano. Sobre las 15:50 horas emprendimos el descenso siguiendo los pasos anteriores. Así llegamos a un lugar donde vimos un trozo de ladera bastante inclinada hacia otra vaguada contigua. Estaba cubierta de nieve y algo helada. Sergio fue el que se decidió primero a bajar por allí y parte del resto le seguimos. Era un trecho de no más de 10 metros casi en vertical donde yo bajé ya porque los de delante habían marcado ya las huellas. Aun así había que bajarlo de cara a la ladera.

Por esa vaguada íbamos Sergio, Rubén, Sheila, Ángel y yo. Encontramos unas pendientes llenas de nieve donde con el plástico que llevaba en la mochila para ello, nos tiramos haciendo “culoskí” ladera abajo. Lo que nos pudimos reír.

De esa forma alcanzamos al resto, que estaba esperando ya pasado el valle del Marqués. Ya por camino bajamos hasta la collada de Santiago donde cogimos la otra pista hacia Rodillazo. También en este descenso pudimos disfrutar de unos bellos contrastes de luz provocados por la puesta del sol.

Sobre las 18:00 horas entramos en el pueblo donde estaban José y Toño ya. Aquí vimos la nota negativa del día. Alguien con un vehículo, alto seguramente, había golpeado la puerta del coche de Rubén abollándole la cerradura del acompañante. No había nota alguna de quien fuese. Allí había un todoterreno, pero parecía no tener huellas de ello. No fue mucho, pero lo suficiente para hacerte un trastorno.

Tras cambiarnos, nos pusimos en marcha por la estrecha carretera hasta llegar a Felmín. Aquí paramos en un bar donde ya estaban Jorge, su hermana Eva, Carol y Sonia, estas dos últimas habían bajado del pico mucho antes que nosotros. Aquí tomamos una consumición y emprendimos el regreso hacia León ya anochecido.

Ya en Navatejera dejé a Sonia y Jorge y en León a Antonio y a Roberto. Sobre las 20:00 horas llegué yo a casa. Y así fue como terminamos esta jornada que, de no haber sido por el incidente del coche, hubiera resultado perfecta.